5 [Final]

5.5K 609 169
                                    

Ahora que no estoy atado a una maldita silla, ahora que no estoy atado a una mente heterosexual, es más fácil simplemente hacer lo que mi cuerpo quiere.

Cuando empiezo a follarlo Erick se hunde en el piso, sus piernas no tienen fuerza y se abren de par en par deslizándose contra las baldosas duras, simplemente lo sigo, presionando nuestros cuerpos y devolviendole todo el daño que me hizo antes. Mis labios se conectan con la parte posterior de su cuello y chupo dejando marcas moradas y profundas mientras mis caderas se mecen suavemente.

—¡Joel! —finalmente chilla cuando me hundo otra pulgada más dentro de él.

—¿Estas bien? —pregunto sacando mi pene un poco a pesar de que está palpitando por más, buscando calor tan desesperadamente que literalmente no puedo dejar de girar mis caderas.

—S-sí.

—¿No duele? —tomo un respiro.

—No, ahí mismo ¡ahí!

Se esta refiriendo al lugar en su interior donde estoy golpeando actualmente. Me olvido de querer tocar cada centímetro de su interior por una repentina y abrumadora necesidad de destrozarlo de la manera en que él quiere que lo haga.

—¡Ah-ahí-si! ¡Jo-ah!

Golpeo dentro, llendo tan profundo y rápido que sus piernas comienzan a sacudirse, el pequeño Erick se corre de nuevo.

Dios santo ¿cómo es posible?

Cuando él se tensa, aprieta y retuerce mi polla con espasmos agudos, le salen chorros de esperma y jadea alocadamente contra el suelo con su voz revoloteando sobre su placer.

Es una vista muy caliente, tengo problemas para detenerme, retrocedo ajustando nuestra posición para que las mejillas traseras y redondas de Erick estén en mis manos y una sensación extraña me llama, es como sostener un fruto prohibido. El tabú me hace agua la boca, me envía una lujuría terrible causando que lo abra más.

—Sí, Joel —ronronea Erick—. A la mierda ¡dame más!

Maldita sea, este tipo...

Quiero joderlo en pedazos.

Él es un desastre total, ni siquiera puede sostener su propio culo correctamente pero debido a que es pequeño es fácil levantarlo por debajo de cada pierna para poder darle embestidas rápidas.

Estoy cerca, la sensación se esparce por todo mi cuerpo; mi pecho apretado, la cabeza hacia atrás, el placentero hormigueo estomacal que desgusto con fervor y se esparce por todo mi ser. La energía es asombrosa, mi fuerza va más allá de lo medible, libero un gemido que vibra a través de mí.

—Joder —respiro hinchándome al máximo, sólo tengo tiempo suficiente para advertir: —Me voy a correr —antes de estallar.

Una estocada profunda, con Erick apretandome fuertemente, es todo lo que necesito para alcanzar el orgasmo.

Estoy agotado, una poderosa oleada de placer me llena y apenas puedo escuchar la voz de Erick, mis caderas todavía se mueven, cabalgando en las últimas olas del clímax en un frenesí que me hace palpitar demasiado.

No me importa el bienestar de Erick, sólo quiero correrme, la preocupación habitual que tendría se desvaneció y es culpa suya por empujarme a hacer esto. Es su culpa por apretar mi pene con sus paredes tan deliciosamente que literalmente me muero.

Lleva mucho tiempo hasta que la sensación se desvanece, expulso semen con cada latido contundente de mi corazón y palpitar de mi polla. Después de unos momentos finalmente me retiro arráncandome el condón antes de concentrarme en Erick.

Su cuerpo se siente frío al tacto y el que esté acostado directo en el suelo no ayuda, ni siquiera lo pienso dos veces antes de jalarlo contra mí porque también necesito un segundo para recuperarme, mis rodillas están demasiado temblorosas como para tener fuerzas para caminar y Erick esta sudoroso, tambaleante y en condiciones de no ir a ninguna parte, su cabeza descansa contra mí mientras sostengo mi respiración, recordando imágenes de nuestro acto sexual en mi mente.

Estuvo bien, realmente bien.

Tan apretado y su cuerpo caliente tan flexible.

—Erick —murmuro tirando de su pequeña barbilla—. Estas muy callado.

—Mmm —él responde haciendome reír.

No tenemos prisa por separar nuestros cuerpos, es extraño, yo debería estar huyendo de aquí como lo planeé desde un principio, pero quiero esperar un poco más y descender de la intensa euforia juntos.

Tengo que plantearme todo de nuevo, ahora que follamos como animales ¿qué voy a hacer con Erick? ¿Por qué tengo un deseo sincero de conocerlo mejor?

—Creo que puedo levantarme ahora —dice finalmente saliendo de su trance y frotándose la espalda baja—, aunque dame una mano.

—Por supuesto —me levanto para obedecer y una vez que está de pie recojo nuestra ropa del suelo.

—Así que —dice después de que le entrego sus pantalones, Erick toma asiento en el borde de su escritorio para meter una pierna mientras sus curiosos ojos verdes me miran—. ¿Qué tan heterosexual eres ahora?

—Hmm —pauso trantando de medir eso en la escala del uno al diez—. Soy siete de diez ¿tal vez? —supongo vistiendome rápido.

—¿Un siete? —Erick dice con un tono incrédulo que me hace sonreír.

—Bueno, califico la bisexualidad en el cinco —razono— y yo no estoy allí.

Erick chasquea la lengua desapareciendo detrás de la camiseta que se desliza sobre él.

—Bien —acepta— pero estarías allí si yo te hubiera cogido a ti.

Lo dice casualmente, como si fuera un hecho, mientras sonríe decididamente de una manera brillante y cautivadora.

Bien, todavía me parece atractivo, eso no va a cambiar. De hecho, empeora cuando vislumbro las marcas que deje en su cuello en el momento en que se agacha para atar sus zapatos.

Me decido allí mismo.

—Erick ¿cuál es tu número?

Fin     ღ.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 19, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Neón [Joerick]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora