Trouble of hate [YoonMin]

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Park JiMin nunca se avergonzó de su sexualidad. Hubo una época en su adolescencia donde le aterro saber que también le gustaban los chicos y le atraían sexualmente, incluso más que las mujeres, aún así, después de haber probado en ambos bandos, se tranquilizó, lo acepto, y se dispuso a disfrutar de lo mejor de ambos, porque si, aunque prefería estar con un hombre, él disfrutaba mucho del sexo con una mujer.

Se consideraba afortunado por tener lo mejor de ambos mundos y poder disfrutar del placer que ambos podían entregar, aquello nunca fue algo que el quisiera ocultar, todo lo contrario, él podía decirlo a cualquiera sin ningún problema o miedo de avergonzarse, aunque recibía miradas de asco aveces cuando algunos se enteraban de que también le gustaban las pollas, y aunque sintiera cohibido o un poco mal en el momento, eso pasaba, y no era mayor problema, pues el muchas veces había podido sacar miradas lujuriosas de algunos hombres que juraban ser totalmente heterosexuales, y es más, algunas veces hasta había logrado llevarlos a la cama, al final el terminaba ganando y probando una vez más que no tenía nada que perder por sus gustos sexuales.

Si, Park JiMin era muy consiente del increíble físico que poseía y hacía uso de este cuando le era necesario o solo por diversión, le gustaba ver a la gente mirándolo más de la cuenta y comiéndoselo con la mirada, era todo un gilipollas coqueto, amaba ser el centro de atención, al menos en el exterior eso era lo que más sacaba a ver y por lo que más se le conocía.

Aunque el había tenido varios encuentros solo de una noche, no era de tomar relaciones muy a la ligera, le gustaba durar un tiempo con sus parejas sentimentales, ya fuera un chico o una chica. Respetaba los sentimientos de los demás así como los propios, en su opinión, odiaba a aquellos que solo por tener un increíble físico se la pasaban de un lado para otro teniendo relaciones con un sin fin de personas al azar sin siquiera tener sentimientos de por medio, le parecía injusto lo que esas personas le hacían al corazón de los demás, llámenlo sentimental, pero el no podía aguantar que otros se burlaran tanto de las emociones ajenas solo por que ellos no podían tener las suyas propias, era injusto, aunque claro, también se daba el caso donde las dos personas que se enredaban eran igual de gilipollas así que ninguno sentía nada. Aún así, en todos los casos no eran iguales, habían personas sentimentales, que fácilmente podían caer por una persona una vez se hubieran acostado, y despertar al otro día con un hombre que les diga que no era nada importante, solo algo de una noche, era frustrante.

No es que le hubiera pasado algo parecido a eso alguna vez, ni algún trauma o algo por el estilo, sencillamente era su forma de pensar. A él le habían roto el corazón una vez, si, pero no era por algo parecido, fue en su adolescencia más bien, había tenido un pequeño enamoramiento por uno de sus grandes amigos, fue ahí cuando se dio cuenta que le interesaban los hombres de una manera muy diferente a como deberían, fue algo así como su primer amor. Pero ese amigo al saber de sus sentimientos lo desecho sin más, en ese entonces tan solo tenía 16 años, el tipo era dos años mayor que el, habían sido amigos desde los 8 y 10 respectivamente, el sabía que estaba mal en decirle aquello, lo había visto en más de una ocasión en una situación comprometedora con algunas chicas, aún así, pensó que quizás el podría significar algo más dado los años de amistad que tenían. Se equivocó, aún no sabe porque, no es que hubieran peleado ni algo por el estilo, sencillamente después de eso, de un día para otro dejaron de hablarse y así mismo de verse. Luego de unos años, se volvieron a encontrar, a los ojos de Jimin, eso había sido algo tan maravilloso que sencillamente no lo podía creer, no es que el esperara volver a iniciar su vieja amistad, y no fue así. En cuando volvieron a cruzar palabra, sabían que esos años de amistad habían quedado atrás dando paso a algo muy diferente, fue así como comenzaron una relación de una especie de odio mutuo, no se sabe cómo ni porque, pero a ambos les gustaba joderse la vida y en grande.