Capítulo 9

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Narrado por Abbadona

Algún día seré vencido. Seré destruido. No se aún por qué hago estas cosas con la Creación. Sé que le tengo un rencor muy grande hacia Dios, pero ahora que me doy cuenta nosotros mismos cavamos nuestras tumbas. No sabemos cuando llegará el Gran Día, el día que muchos esperan pero que no quieren que venga, y es que habrá mucha destrucción en la Tierra, tanto de parte de arriba como de nosotros.

Por el momento sólo me queda disfrutar del sufrimiento de los demás, hasta ahora es de lo que "vivimos". Nos alimentamos de eso.

Estaba en el cuarto de Facundo. El chico estaba muy concentrado poniéndose al día en los cursos que perdió por el accidente. Fue algo apresurado, pero necesario. No me gusta tener que esperar años- como algunos de nosotros lo hace- para recién tener que llevármelo.

Lo miraba con detenimiento, era la primera vez que lo hacía, y sí, era un chico de apariencia muy delicada. Aunque su cuerpo no era tan delgado su rostro se veía frágil, con esa piel blanca y esos grandes ojos marrones que se asemejaban al chocolate más puro. Sus labios gruesos y rosados se movían en silencio cada vez que leía el texto. Era simplemente hermoso.

Pero eso era algo fútil en este momento. Bonito o feo, igual iba a terminar muerto. Ademas no creo que esa piel firme y blanca vaya a aguantar mucho las noches de insomnio y los días de llanto que le provocaré.

Anoche estuve en la casa de Thomas. Tenía que darle algunos sustos también. Él era mi víctima aún, y sobre todo por que hace casi un año se le ocurrió hacer un estúpido ritual que me invitó a su casa. Definitivamente tenía que morir, ese tipo invoca demonios más rápido que una bruja. Y ahora también me trajo a la casa de Facundo. Lástima que no pueda divertirme también con Iker y Diego, seguimos normas que nos impiden ir de casa en casa.

-¡Facundo!- era la madre de el chico- ¡tu sopa ya esta lista!- se encontraba abajo poniendo la mesa.

-¡ya bajo, mamá!- respondió de la misma forma.

Me dirigí lo más rápido a la cocina y miraba a la mujer de 37 años que se encontraba moviéndose de un lado a otro cocinando. En ese instate se me prendió el foco. Esperé un rato a que se alejara de la cocina para ir al fregadero y encendí todas las hornilla al fuego máximo, lo mismo hice con el horno.

-¡Oh, Dios mio!- Laura se secó rápidamente las manos y corrió a la cocina a girar todas los mandos de los quemadores.- ¿que esta sucediendo aqui?- Podia oler su miedo. Esto es muy satisfactorio. Aquella indefensa mujer miraba a todos lados, no podía leer sus pensamientos pero con esa expresión me decía mucho de lo que estaba pensando. Ahora llegó el momento.

Un gruñido cerca de su nuca la hizo gritar.

-Mamá,¿que pasó?- Facundo se acercó velozmente al escuchar el grito de su progenitora.

-Nada hijo, no te preocupes... solo que se me paró una maldita araña en mi hombro- mintió- debería llamar a un fumigador.

- Bueno mamá, se ve que les tienes fobia- el chico se relajó con la explicación de su madre.

- y ¿quién no? ¡Son aterradoras!- se sentaron en la mesa que se encontraba en la cocina y se dispusieron a almorzar.

Facundo sonreía cada vez que agachaba la cabeza a tomar la cuchara, no quería que su madre notara su tan feliz expresion. Y es que él estaba feliz por que anoche estuvo con Danilo jugando video juegos. Era la primera vez que su amigo entraba a su casa y pues la pasaron bien mientras peleaban de manera amistosa.

Era evidente la atracción que sentía Facundo hacia el otro, y no lo sabía disimular bien. A lo largo de mi existencia, he visto desde tiempos inmemorables esa atracción que sienten personas del mismo sexos.

Nos culpan a nosotros de ser los causantes por las cuales los humanos tienen esa sexualidad. Pero en algunos casos sí, para que negarlo, pero en la mayoría de casos no. Algunos nacen así por mera casualidad, alteraciones en los cromosomas. Nada mas que eso.

Muchos se preguntan: si nacieron así, ¿por que Dios permitiría eso si en la Biblia dice que eso es pecado? Mi repuesta es simple.

Un niño con autismo nace con autismo, no lo adquiere mediante su desarrollo, por lo tanto, así es un homosexual o bisexual. Ninguno se puede "curar" sólo se sobrelleva.

Lo que mi creador no permite es el cambio de personalidad y de la forma del cuerpo en que nacen, en eso entramos nosotros. Persuadidos al humano haciéndole creer que ellos no deberían estar en ese cuerpo. Los llevamos a mutilar sus cuerpos, a dejar su verdadera personalidad. El hombre nace hombre, crece como hombre y muere como hombre. Eso no se debe cambiar a pesar de tus gustos.

Ya culminado el almuerzo, Facundo se paró de su asiento y se dirigió a su habitación a seguir con sus labores del colegio.

Su madre quien seguía sentada en la mesa miraba a todos lados como si buscará algo. Su ceño fruncido y su mirada preocupada me decían que aún estaba asustada por lo que pasó hace un rato. Su respiración era algo forzada y sus labios levemente separados expulsaban unas palabras casi inaudibles. Esas palabras las reconocería de cualquier idioma; es el Padre Nuestro.

Mmm, es algo astuta pero no inteligente.

Aunque aquellos versos ya no tienen poder sobre los humanos, si recae sobre nosotros. Pero debería hacerlo con tanto sentimiento para que pueda hacer efecto.

Tomé el cubierto que estaba reposando sobre la mesa y lo arrojé al suelo con brutalidad. La reacción suya fue tan graciosa. Cayó de la silla y se arrastró de espaldas por el suelo hasta chocar con la pared cercana. Disfrutaba ver su rostro lleno de terror mientras miraba a todos lados. Se reincorporó al rato y corrió como pudo hasta su habitación.

-¿Mamá?- preguntó Facundo que veía la desesperación de la mujer. El chico dejó sus cosas de lado y se dirigió a la recamara de su madre, tocó la puerta hasta que obtuvo repuesta- ¿Mamá, estas bien?

- S-si... no te preocupes hijo- la mujer se acostó en su cama sin abrirle la puerta a su hijo.

- Pero ¿Por qué estás así?

- No pasa nada- respondió tratando de demostrar tranquilidad en el tono de su voz- sólo que estoy algo estrés a da,  nada mas.

- Bueno- y se fue a seguir con sus tareas.

- Esto no está bien, esto no está bien- susurraba mientras cogía el teléfono y marcaba un número.

- ¿Aló?- era su hermana.

- Aló, Mariela ¿Podrías venir a mi casa mañana?

- ¿Qué pasó? ¿Está todo bien por aya?

- Creo que no- respondió- sólo ven, nada mas. Quiero hablar contigo.

- Ya, esta bien ¿Cómo a que hora?

- A las seis, ¿puedes?

- Si, claro, no hay problema. Llevaré  a las niñas.

- Bien- dijo sonriendo- así traen un poco de diversión a la casa- rieron al mismo tiempo.

Bueno, al parecer recibiremos visitas. Serán "bienvenidas" entonces.

Yo, Demonio [Editando]Where stories live. Discover now