Capítulo 19

1.1K 138 18
                                    

Definitivamente este era el pecado que debía confesar.

Estábamos en el sofá comiendo la pizza que ordené hace un rato. Tavo tenía el control en la mano e iba buscando la película que veríamos.

- Está pizza esta riquísima- dijo al meterse una tajada en la boca. Yo solo comía despacio para no dañar mi garganta- Que lastima por ti que debes comer como gatito- le fulminé con la mirada por su ocurrencia a lo que él rió.

" Si pudiera hablar te insultaría". Le mostré en la tableta.

- Ja, pero no puedes. Por suerte voy a comer más pizza. Tus padres, ¿a que hora llegarán?

"De seguro, mañana en la tarde" escribí.

- Oh, eso significa que tendremos toda la noche para los dos solos- Asentí con la cabeza- y que podemos...- dejó el control y la pizza a un lado y se montó sobre mi regazo con su sonrisa pícara- ver una maratón de Stranger Things 2 ¡Who!

Fruncí el ceño ante sus palabras. Ya me  estaba poniendo cachondo y él me cambia por una serie. Recostó su cabeza sobre mi regazo y puso play a la serie. Desde la vista que tenia observada su redondo trasero y entrelazada mis dedos en sus cabellos rubios. No era la primera vez que teniamos sexo en mi casa o en la suya y tampoco significase que seamos novios, solo somos amigos con derechos.

Todo esto empezó hace seis meses atrás aunque ni mis padres ni los suyos se dan cuenta ya que no sospechan nada de nosotros por ser mejores amigos desde la infancia.

Flashback.

- Está buena la fiesta, ¿no?- estabamos en la fiesta del hermano de Tavo.

- Para ti será, por que yo no tengo a nadie con quien bailar- estaba algo decepcionado por que no había ni una chica libre para que pueda bailar y ya todos tenían pareja, hasta Tavo tenía una morena despampanante.

- Ah, pero aquí estoy yo- se pudo detrás mío y me hablo cerca del oido sintiendo sus labios rozarlos.

- ¿Q-que haces?- Me aparté rápidamente de su contacto tan incómodo.

- Nada- puso cara de ofendido- la música está alta, tengo que hablarte así para que me escuches- y era verdad, la música retumbaba en la casa, las ventanas se oían vibrar al igual que las paredes. La música que se escuchaba era The Spook de KSHMR.

- ¿Y la morena donde está?- no se encontraba con ella.

- No se- se encogió de hombros- sólo se fue. Pero ahora tengo mejor compañía- y se acercó nuevamente a mi con su sonrisa característica de él.

- ¿Estas ebrio?- podía sentir el olor a alcohol en su boca ya que lo tenía muy cerca. La gente a nuestro alrededor nos apretaban acercándonos más.

-Noo- hizo una pausa- sólo tomé un poco de Vodka.

- ¡Pero tu eres cabeza de pollo! Y para colmo menor de edad.

- No te preocupes... ¿Qué tal si vamos a un lugar más privado y conversamos mejor- me tomó de la cintura a lo cual yo me aparté ¿Acaso me está coqueteando? Nunca imaginé que mi amigo fuera marica.

- Mejor vamos a tu habitación para que descanses, ya estas delirando por el alcohol.

- ¡Uy! pero que aventado resultaste- empezó a coqueta me otra vez con su sonrisa y caricias en mi cintura.

- Ven, vamos- y lo llevé entre la multitud hasta las escaleras. Sabia Muy bien donde quedaba su habitación.

- ¿Vamos a hacer cositas en mi cama?- y se rió de su pendejada. Entramos a su algo desordenada habitación y la puerta se cerró detrás de nosotros

Yo, Demonio [Editando]Where stories live. Discover now