Oh Kook, Me Gustas tanto

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Con su celular entre las manos, y su rostro siendo iluminado por la luz de la pantalla, soltó un suspiro que pronto se convirtió en un ahogado berrinche contra las pobres almohadas y los cobertores que adornaban su cama.

Era un completo idiota. Un cobarde

De nuevo, eran las dos de la madrugada y no podía conciliar el sueño, no importaba la cantidad de té que se preparó antes de irse a dormir, el cual prometía tener efectos calmantes que lo ayudarían con su insomnio, pero hasta ahora no lograba nada. Sus ojos cafés, rodeados de un par de ojeras un tanto pronunciadas, seguían bien abiertos admirando el techo vacío de su habitación, la angustia y el medio a lo que pudiese ocurrir si abría la boca lo mataban todas las noches antes de irse a dormir.

Llevaba alrededor de dos semanas sin poder pegar un ojo, solo rodaba sobre su cama incómodo toda la noche y para cuando el sueño aparecía, ya era hora de levantarse. Su falta de descanso lo estaba afectando más de lo que quería, sus estudios en la universidad iban en picada y muchas veces siquiera lograba entrar a las clases, tenía montón de trabajos acumulados y clases por copiar, sin dudas su rendimiento académico le causaba muchos problemas últimamente.

A ver, tampoco era el mejor alumno de la clase, por poco y clasificaba en el cuadro de honor (en el décimo puesto), nunca fue de notas altas, pero ahora comenzaba a preocuparse.

Se sentía tan frustrado consigo mismo, por más que quisiera no podía seguir escondiendo todo, y lo había intentado, maldición, si que lo había hecho, hasta el cansancio, pero su estúpido corazón se empeñaba en obtener lo que menos debía ser. Sumergió su cabeza en el par de almohadas que sostenían esta, y soltó un bufido acompañado de unas cuantas patadas hasta que logró deshacerse de sus frazadas.

¿Simplemente no podía enamorarse de otra persona? de tantas personas que lo rodeaban, su caprichoso corazón tuvo que fijarse en la menos indicada. Ahora que lo pensaba, las cosas serían mucho más fáciles si su amor fuese dirigido hacia otra persona totalmente alejada de la situación, a un polo opuesto del mundo, de esa manera el factor de sentirse atraído hacia los hombres no perturbase tanto su cabeza como lo hacía en ese momento. Pero no, aparte de ser secretamente homosexual con todas las letras de la palabra, también se tenía fijar en su mejor amigo, claro que sí, porque hablábamos de Kim Taehyung, el príncipe de las malas decisiones e ideas erróneas. 

Patético.

De todas las personas que existían en su universidad, por supuesto, sus infantiles emociones tenían que caer por una de las pocas que parecía entenderlo y lograba alegrar aunque fuese solo un poco su día, por más malo que fuese. Le parecía algo tan cliché y ridículo, que desde tu punto de vista no tenía para nada de sentido, él mismo se consideraba como un joven de veinte años que aún pensaba como si fuese el mismo adolescente de trece, y eso lo molestaba demasiado.

Sí, había crecido, ganó altura y sus facciones y cuerpo se endurecieron, curvearon e incluso adelgazaron, teniendo en cuenta que cuando era pequeño era una bola de masa rellena con amor, pero dentro de él seguía viviendo su adolescente que tomaba decisiones bastante bobas sin pensar dos veces antes de hacerlo.

— Mierda, esto solo me pasa a mí — retiró su cara contra la almohada porque ya comenzaba a sofocarse, tampoco quería morir asfixiado. 

El dilema ahora no estaba en cómo decirle a sus estrictos padres que le gustaban los hombres, no, para él eso era lo de menos, el problema estaba en tener esa pesada necesidad de declararse al azabache que lo flechó, y no pensaba hacerlo con esas idiotas expectativas de querer llegar más allá y poder tener algo, además estaba completamente seguro de que Jungkook era heterosexual, quería hacerlo solo por el hecho de estar carcomiéndose cada vez que lo veía. No podía huir de su mejor amigo porque era precisamente eso, su mejor amigo.

◠i'm gay, jungkook ᵏᵒᵒᵏᵛ o.sTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon