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La luz daba su mayor esfuerzo para intentar colarse por la venta, la cual se defendía con su persiana que le hacia de escudo.
Mientras tanto, un pelinegro parecía estar invernando. Sin importarle lo que sucediera alrededor; estaba profundamente dormido. Quién sabe que estaría soñando con su inocente mente y rostro.
Este hizo una mueca molesto y se removió en la cama al escuchar el sonido de su teléfono con la canción «2U» de Justin Bieber.

—Ay, Justin te amo, pero, ¿por qué me haces esto? —murmuró tomando el celular y cancelando la alarma.

Ya que había sido interrumpido en su difícil pero hermosa tarea de dormir, decidió levantarse y prepararse para la prisión del infierno- ¡digo! Escuela, si eso.
Pero el día de hoy no sería tan malo, pues Jimin le dijo que tenía una sorpresa y él ya se imaginaba de que se trataba.

Las horas pasaban como ancianos en la carretera, así lo comparaba Jungkook mirando fijamente el reloj, intentando mover las manecillas con su mente para que el tiempo pasará más rápido.
Gracias al cielo o a quién sabe qué, ah claro, al alumno encargado de ello, sonó la campana indicando el cambio de clase.
No es que tuviera nada en contra del anterior profesor, bueno que digo, le odiaba a muerte.
Ahora tocaba su clase favorita, no por la asignatura en sí, sino por la profesora.

—¡Buen día, alumnos! —saludó la mencionada con su característica sonrisa alegre. —Hoy las clases serán algo distintas, no seremos sólo nosotros.

La clase la miró extrañados pero ella se limitó a simplemente señalar la puerta y decir un «Pasen» a lo que los alumnos intentaron mirar quiénes se encontraban allí con curiosidad.

—El profesor que les tocaba ahora no ha asistido por algunos motivos. —explicó colocando al lado suyo a los de la otra clase. —Así que estarán con nosotros esta hora. Sois pocas personas así que no veo el problema de espacio. Por favor, quiero que os senteis en parejas, pero, mezclaremos las clases.

Jungkook los examinó con la mirada desinteresado hasta que esta se cruzo con un lindo castaño que se acercaba a él.
El pelinegro comenzó a ponerse nervioso, notaba que su corazón palpitaba más rápido y aún más al escuchar lo que le preguntó con su dulce sonrisa.

—¿Podría sentarme contigo?

—Sí- —Alguien le interrumpió cuando estaba contestando.

—¡Claro! —dijo la voz con alegría.

Aquella persona no se trataba nada más ni nada menos que de ¡Jimin!
Jungkook se sintió como un completo estúpido al darse cuenta de que no era a él a quien hablaba.
Miró hacia la ventana para disimular. En ese momento deseaba que la Tierra le tragase y nunca le escupiese, menos si era al lado de Justin, obvio.
Alguien le desvío de sus pensamientos dejando caer un libro a su lado.

—Hola —saludó. —¿Puedo sentarme aquí, por favor?—preguntó una chica, bastante tierna y linda pero que a él no le llamaba nada la atención.

—Por supuesto. —Asintió y movió algo la silla para que se pudiera acercar.

Todos los alumnos llevaban una silla de su aula para no quedarse de pie todo el día. La movían levantandola con cuidado para no hacer mucho ruido y molestar a las demás clases.
Ella poso la suya a su lado, bastante cerca para el gusto del pelinegro.
Quien dijera que la chica no era guapa mentía; con su brillante y suave cabello rubio, ojos azules claros como el cielo despejado, piel pálida y cuidada, cuerpo delgado y delicado, sonrisa angelical. Muchos chicos de su clase le miraban con envidia por ello, pero de nuevo, a Jungkook no le interesaba lo más mínimo.

—Mi nombre es Min Sun Hee ¿Cómo se llama usted? —preguntó educadamente la rubia con una dulce sonrisa.

—Un lindo nombre para una linda chica —dijo coqueto. —Yo soy Jeon Jung Kook, un placer conocerte.

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⏰ Última actualización: Jan 02, 2018 ⏰

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Lion •KookV•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora