Después de conocerse en unas terribles circunstancias, Louis Tomlinson y Harry Styles se ven inmersos en una relación tormentosa que los tiene dando tumbos de aquí para allá durante cinco años.
¿Por cuanto tiempo más podrán mantener esa situación en...
Ya era hora de cerrar, Taylor se fue al terminar sus clases pues no quería forzar nada con Harry, ya que después de darle la noticia, éste se había quedado muy serio, se quedó muy sorprendido y tras mirarla con el ceño fruncido, no volvió a decirle una sola palabra.
Los últimos alumnos de ese día, también se fueron y tan solo ya quedaban en el interior de la galería, Kevin que ya estaban por salir y Harry que se encerró en la oficina.
-¿Harry cierras tú verdad?.-dijo el ayudante abriendo la puerta y cogiendo su abrigo.
-Si Kevin, no te preocupes, hasta mañana, que descanses-dijo el ojiverde despidiéndose sin levantar la vista.
-¿Estas bien Harry?, ¿Ocurre algo malo?.
-No, no pasa nada, tranquilo, hasta mañana-dijo Harry esta vez mirándole a la cara.
El chico no se quedó muy convencido pero aún se fue, fuera en la puerta de la calle se encontró con Louis y este le sonrió.
-Hey Louis cuanto tiempo, oye me encantó tu libro, lo he leído un montón de veces-dijo el chico muy emocionado- si buscas a Harry, él está dentro, bueno me voy, me alegra haberte visto de nuevo-dijo mientras se iba corriendo rápidamente.
Louis rió despidiéndose y entró al interior del local mientras pensaba en que Kevin seguía siendo una locomotora y apenas dejaba al otro decir una sola palabra.
Harry estaba terminando de revisar unas facturas cuando oyó pasos y una voz muy familiar que habló sorprendiendole, levantó la cabeza, abrió la puerta de la oficina y allí estaba de nuevo, el ser más hermoso que había visto en su vida.
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-Hola Harry, cuanto tiempo.
-Lou-Louis, ho-hola-tartamudeó el ojiverde- vaya es-estás fantástico.-añadió acercándose a éste.
El corazón de Louis estaba a mil por hora, sus piernas le temblaban, sus manos le sudaban y tras percibir el viril aroma de la colonia de Harry cada vez más cerca, todas sus fuerzas se fueron a la mierda.
-¿Po-Podemos ha-hablar un momen-to?-logró decir.
Harry estaba igual de nervioso, pero aún así mantuvo su compostura.
-Si claro pasa y siéntate-dijo, echándose a un lado y señalando su oficina.
Harry se sentó en el sofá negro de su oficina para charlar más cómodos pero Louis estaba tan nervioso que no sabía si podría controlarse, así que se quedó en una de las silla, mientras pensaba en que el ojiverde estaba todavía más guapo de cuando lo había visto, su pelo había crecido y sus hombros eran más anchos, parecía mucho más maduro, estaba viendo que le iba a ser muy difícil concentrarse.
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-Bien Louis, ¿De qué querías hablar?-dijo Harry sacándolo de sus pensamientos.
-Emm... bueno, verás y-yo quería sa-ber si tú y yo pod....
-Taylor está embarazada-lo interrumpió de repente el ojiverde.
Louis se quedó petrificado y todo lo que él tenía pensado decirle a Harry ya carecía de importancia pues ante un hijo no podía competir.
-Aaah pues va-vaya, estarás muy fe-feliz ¿no?, a-antes no dejabas de hablar de te-tener los niños, por fin se te cu-cumplirás -dijo Louis levantándose para irse de allí, se sentía absurdo.
Harry le sonrió dudoso.
-Si verdad, un hijo es muy importante, la verdad es que cuando tú y yo .....bueno cuando estábamos juntos, a mi me hubiese gustado que adoptasemos pero no se dio... ya lo tenía olvidado y jamás pensé en tener uno propio...pero ahora, ¿te imaginas Louis?, habrá un mini Harry correteando por aquí, será hermoso-dijo emocionado y con sus ojos brillantes.
-Bien, bue-bueno pues te deseo lo mejor Harry, nos ve-veremos por ahí-dijo Louis aguantando el tipo para luego echar a correr hacía la puerta para irse lejos de allí.
Harry rápidamente lo siguió para alcanzarlo sin éxito.
-Hey Louis pero ¿tú no querías decirme algo?, ¿de qué querías hablar?.
-No, no déjalo, he recordado algo, tengo prisa, otro día hablamos, emm... total era una tontería....A-Adiós Harry.-dijo finalmente desde la calle echando a correr, como si le fuese la vida en ello y mientras secaba sus lágrimas con la chaqueta.
Harry volvió al interior de su galería después de ver como el ojiazul se alejaba de su vida de nuevo, mientras susurraba tristemente.
