Café

Capitulo 21

Token y Clyde se habían retirado ya pasada la tarde, dejando al rubio solo en su habitación, Tweek se encontraba recostado viendo al techo, no entendía nada, había algo que no encajaba en su mente, era como si muchas alarmas en su cabeza sonaran sin cesar, como si su propio subconsciente le quisiera hacer notar que algo no estaba yendo de la manera que debía.

Miro a su mascota inquieta por toda la habitación, corría como si estuviera nerviosa, el rubio se sentó en el suelo alfombrado y miró al pequeño animalito que se acerco apresuradamente a él y comenzó a escalar por su ropa, Tweek río ante la acción de su pequeño conejillo de indias.

-T-Tranquilo e-estas siendo m-m-muy inquieto- dijo mientras trataba de mantenerlo en sus manos, el animal se retorcía inquieto solo para volver a escalar al chico y ponerse en su hombro, el rubio suspiro y ceso los intentos inútiles de seguir con eso, dejo a su mascota en el piso para acostarse en él, saco su teléfono celular y puso algo de música para relajarse, la pequeña cobaya caminaba alrededor de Tweek, rodeando todo su cuerpo para luego acercarse a su cara y tocar con su fría naricita la mejilla del muchacho que solo le acariciaba ante la acción y sonreía.

Se estaba relajando demasiado, sentía los ojos cada vez más pesados... el arrullo de la música tranquila lo transporto inmediatamente a su lugar feliz, uno tranquilo, uno sin ningún problema más que él de sentirse en sintonía consigo mismo...

Noto como su mascota se recostaba sobre su estomago, entendí que quizás sus propias emociones estaba sobresaltando al animal, se propuso no alterarse de ese modo otra vez... no hacerlo nunca más...

Sin notarlo el rubio se hallaba ya dormido en su habitación, solo a oscuras en su habitación, con su teléfono celular sonando en volumen bajo.

No tardó mucho tiempo para que su padre y su madre llegaran a casa, extrañados vieron como el lugar se encontraba a oscuras, pensaron que quizás Tweek no estaría en casa, encendieron todas las luces y miraron restos de comida y un poco de desorden así como una película en el reproductor de dvds, la madre del muchacho miró a su esposo preocupada, Richard inmediatamente corrió escaleras arriba, se encontró a Tweek en el suelo, así como una cobaya recostada en su estomago, el hombre se acercó inmediatamente a tocar el cuello del chico, que despertó ante aquel contacto, Richard solo quería comprobar que su hijo respiraba pero Tweek ya se había despertado, el hombre suspiró aliviado, el rubio se sentía algo raro ante la reacción de sus padres, se sentó con cuidado, sosteniendo a su mascota entre sus manos, su padre vio al roedor con sorpresa.

-Wow, no sabia que... tenias una mascota- dijo su padre, Tweek recordó que no había notificado de eso a sus padres, no temía el rechazo, si no que simplemente se le había olvidado por completo

-S-Si, f-f-fue un regalo, o-olvide mencionarlo, l-lo siento papá- dijo el rubio acariciando a su mascota, Richard rió divertido viendo como el roedor parecía sumamente asustado de el e intentaba esconderse en Tweek

-Me imagino quien te lo regalo- dijo Richard, la mueca de Tweek fue la de un herido sufriendo, el señor Tweak quiso preguntar que sucedía, pero Tweek se le adelanto.

-Papá... ¿p-podemos hablar?- dijo él, algo triste, Richard asintió, se levanto y encendió la luz de la habitación para cerrar la puerta detrás de él.

-¿Qué sucede Tweek?- se sentó, haciendo un ademán con la calma para que Tweek se sentara junto a él.

-Papá... C-Craig y yo peleamos y... y-yo tuve un ataque... lo golpee... y le dije que se largara- dijo el rubio abrazando sus rodillas, escondiendo su rostro con vergüenza

-Dios Tweek... ¿estas bien? - dijo su padre abrazándolo, el chico suspiro intentando contener sus lagrimas, ya no quería seguir llorando...

-S-Si... es solo que... m-m-me siento mal-