Capitulo 3: Un pequeño vistazo al por venir

132 11 0
                                    

A considerar por el paisaje destrozado, árboles talados por aquí y por allá, flores aplastadas, y una atmósfera de una mansión embrujada, eso solo podía significar que por aquí pasó Dark Sonic.

Solo a ella se le ocurría buscarlo por la noche en un bosque, cuando más peligro había de ser atacada por algún animal salvaje, o peor, ser masacrada por él mismo, pero a ella no le importó en lo absoluto. Bueno, teniendo martillos gigantes que hace aparecer por arte de magia, ¿Qué más daba si querían atacarla? Un movimiento aquí, otro por acá, y listo, enemigo despejado del camino, ¿no?

Tampoco era para confiarse, debía caminar con cautela, no quería arriesgarse a morir antes de llegar a su objetivo.

Ella caminaba de puntillas, intentando no llamar la atención con ruidos molestos para los animales salvajes.

Crack

Oh, perfecto, tenía que pisar JUSTO en ese lugar, maldita rama.

Brush brush

— ¿Q-qué fue eso? —Inquirió temblorosa mirando los alrededores.

Nuevamente escuchó un ruido proveniente de un arbusto, su respiración se volvió agitada, y no dudó ni un segundo en continuar su marcha. No quería voltear atrás, pues se temía lo peor. Aceleró al escuchar pasos a sus espaldas, esos pasos se incrementaban, así que no dudó y corrió por su vida.

Seguía sin mirar atrás, una mala decisión, pues no sabía con exactitud si la cosa que la seguía era un peligro o simplemente una coincidencia de rumbo. Optó por pensar en lo primero, nada la seguiría con tanto empeño a menos que quisiera asesinarla. Intentó no pensar en lo peor y se dispuso a seguir acelerando. Al parecer lo perdió de vista, pues ya no sentía esas pisadas pesadas seguirla.

¡Bamp!

Se tropezó con aparentemente la raíz de un árbol, por suerte sus manos amortiguaron la caída junto con su rodilla«Solo una idiota no se fijaría en donde pisa» Se regañó a sí misma, molesta por lo sucedido.

Intentó levantarse, pero ocurrió lo que más temía: Se lastimó el tobillo.

Lo que para ella significaba solo una cosa: Una muerte segura.

Intentaba levantarse mientras se apoyaba de un árbol, pero un dolor fuerte atacaba la zona lastimada.

— ¡Demonios demonios! —Exclamó nerviosa.

¿Ahora qué haría? ¿Quedarse toda la noche en ese lugar? Ni loca, saldría de allí como fuere. Entonces, hizo aparecer 2 martillos.

—Tengo una idea—Musitó en voz baja.

Se apoyó de sus dos martillos y se levantó cojeando el pie lastimado. «Qué lista eres Amy»—Se elogió en sus pensamientos.

Entonces comenzó a moverse, lento, pero por lo menos se movía, debía buscar una cabaña o alguna choza en la que pudiera refugiarse hasta mañana. No quería tomar el riesgo de vagar toda la noche en un bosque lleno de peligros, era valiente, no estúpida.

—Ay... Ay... —Se quejó de dolor, y vaya que dolía, pero no podía detenerse a tratar su herida o se haría más oscuro y ni cómo llegar al lugar que buscaba.

A lo lejos pudo contemplar una pequeña cabaña cerca de un lago, entrecerró los ojos para poder distinguir bien en qué condiciones se encontraba el refugio de madera, después de unos segundos mirando, no parecía tan descuidada.

Se acercó más a su próximo destino mientras admiraba el paisaje. El lago reflejaba la luna llena, alrededor de este, habían varías flores silvestres de distintos colores muy hermosas que se movían lentamente gracias a las pequeñas brisas de la noche. Los peces nadaban tranquilamente, sin ninguna preocupación aparente.

A little hopeWhere stories live. Discover now