César
— ¿qué deseas? — León entra como una tromba y su mirada recorre toda la sala.
— ¿dónde está? — mueve la pesada cortina de los ventanales.
— no sé a quién buscas —se gira y su mirada es fiera.
— ¡a Fiorella! — suspiró hondamente.
— no sé por qué rayos crees que está en la casa de tía Mercedes — camino con tranquilidad hacia el sillón y me dejó caer en el.
— Lana me lo ha dicho, la mandas al hospital y te citas con Fiorella, ¿hasta cuándo vas a seguir con este juego, César?
— no sé a qué juego te refieres — bostezo y apoyo mi mejilla en mi mano — te la llevaste del Eleganza y no la he visto.
León empieza a pasearse por la sala, en este momento parecía un verdadero león enjaulado, su mandíbula estaba apretada, sus manos hechas puño.
— ¿qué hay entre tú y Fiorella? — León me mira con frialdad ante mi pregunta.
— nada — me encogó de hombros.
— entonces no gastes gasolina en andar buscándola — me levantó.
— no permitiré que juegues con Lana — me cruzó de brazos y Frunzo los labios.
— ¿tú no me permites? — él asiente — no está Fiorella como te puedes dar cuenta, así que deja de decir pendejadas. Tengo muchas cosas que hacer — salgo de la sala molestó.
— ¿por qué Lana piensa que te reunirias con ella? — me detengo en los escalones y sigo dándole la espalda.
— Fiorella está buscándome casa.
— ¿casa? ¿no lo puedes hacer tú?
Me giró.
— me tienes hasta la mierda de reuniones con los asesores, no tengo tiempo para buscar casa — sigo subiendo los escalones y cuando voy a entrar a la habitación me doy cuenta que León está entrando — ¿qué rayos León?
Él mira la habitación y luego entra a la de Rafaello, quién está siendo atendido por la enfermera.
— voy a dormir — me quitó los zapatos — puedes irte por donde veniste — León no responde y se deja caer en el sillón que está en un rincón de la habitación, enarcó una ceja — te dije que voy a dormir, no deseo charlar.
— mi padre desea que te cases con Lana — él se ha acomodado en el sillón — sabes que odia la infidelidad.
— ¿y? — León me observa con molestia.
— no le gustará saber que ahora su nuera favorita es cambiada por mi asistente — suelto el aire y me siento en la cama... no me dejará dormir.
— León, agradezco tu preocupación pero está de más — él saca su móvil y lo revisa — quiero descansar.
— ¿por qué estás tan urgido que me vaya? — pongo los ojos en blanco.
— tengo un hijo de 6 meses, anoche no quería dormir, Rafaello pasó despierto toda la noche, jugando — León entrecierra los ojos.
— Lana anda fresca como una lechuga.
— no la desperté — me encogó de hombros — pasa todo el día cuidando al niño, así que merece dormir bien por la noche.
León pasa su mano por su mandíbula.
— bien — se pone de pie y mete las manos en los bolsillos de su pantalón — iré a la oficina.
— encontrarás a Fiorella en su escritorio.
El sonríe de medio lado.
— no está en la oficina —me encogó de hombros.
Suspiró de alivio al ver entrar a Xilonem.
— León — ella no lo mira a los ojos — César pensé estabas dormido.
— no he podido hacerlo — miró significativamente a León quién no se da por enterado.
— es temprano para que mi hermano esté dormido — me doy cuenta que León no cree que no he dormido y quiere poner a prueba a Xilonem.
— César es un encanto y me siento culpable, nuestro hijo no durmió en toda la noche y él lo cuido, mientras yo dormía.
León asiente.
— en ese caso lo dejó dormir — sentía rabia ante la actitud de León, no creía mi palabra. Meses atrás nos llevábamos bien pero ahora León estaba insufrible porque era un celoso de mierda que se negaba a aceptar que eso era lo que lo tenía amargado... ¡los celos!
Se acercó a Xilonem, su mirada era indecifrable, ella dio un paso hacia atrás. León le sonrió de medio lado y bajó su rostro para darle un beso en la mejilla... que me pareció demasiado tiempo en su mejilla.
Sentía que la mandíbula se me iba a desencajar de la furia...
— nos vemos Lana — me miró con burla — César hasta luego — sentí el leve deseo de levantar mi mano y sacarle el dedo de en medio... era un idiota.
Salió de la habitación. Xilonem me miró, se dirigió al baño a darse una ducha y cambiarse para cargar a Rafaello.
— descansa César, yo cuidaré a Rafaello.
— está con la enfermera — mi mirada recorrió sus piernas descubiertas por el pantalón corto que llevaba, ella me traía loco pero iba a respetarla... no sabia si estaba casada y aunque no recordará no podía aprovechar la situación... aunque mi cuerpo rabiara de deseo por ella.
Me acosté de costado y cerré los ojos, trataría de dormir y no pensaría más en los momentos en que la tuve entre mis brazos y que se había vuelto una total tortura.
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Holisssss esperó les gusté el capitulo de hoy.Kgerals 💙
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El Engaño© [Saga Italianos #1] [Completa en Litnet]
RomanceUn accidente fue el inicio de todo... ella sin desearlo se vio envuelta en una telaraña de mentiras, cuando quiso salir de ella... ya era demasiado tarde... el engaño ya estaba bien plantado y la verdad podia destruirla y a las personas que amaba. ¿...