Una Princesa Con Poderes

Epílogo

Agosto 1994

MAX'POV

Sam se fue en la mañana, tendría tiempo de hacer lo que se tenía planeado sin que nadie se diera cuenta. Sólo espero que no regrese hoy, ni por algún tiempo, sabía que pasaría y tenía un plan, Sam es lo más importante para mí pero para el Reino lo es otra persona antes que ella.

Me dirigí a pasó apresurada hacia la entrada, al abrir la puerta dos encapuchados fueron lo primero que vi.

—No se quiten la capucha. No es seguro —los dos encapuchados asintieron con la cabeza sin cuestionar —. Es por aquí.

Caminamos a través del castillo con la mayor cautela posible, esto tenía que seguir siendo secreto. Llegamos a una pared y saque mi varita para luego hacer un movimiento con ella. Al momento el muro se abrió dejando ver en pasadizo secreto. Una vez dentro los tres realice algunos hechizos por seguridad.

—Falta poco.

Llegamos a un muro de agua, antes de que ellos se chocaron contra ella lance algo para que vieran como terminarían si daban un paso más.

—Para pasar tienen que decir que son y su nombre.

—Nathan —el agua se tornó roja.

—Te faltó decir que eres.

—Ex-guardaespaldas, Nathan —se formó un agujero en el agua y tras asentir el paso.

—Tu turno.

—Viejo amigo de la reina, Nicolás -el agua se tornó roja, pude ver como rodó sus ojos —. Nicolás Ritz —soltó un bufido y pasó por el agujero que se formó en el agua.

—Príncipe Maximiliano —tras pasar el agujero realice otros hechizos —. Señores, falta poco.

Seguí avanzando con los encapuchados detrás mia. Llegamos a una puerta y tras abrirla entre. La reina al momento de ver a los encapuchados no dudo en levantar su varita.

—¿Quiénes son ellos? —les hice una seña y se quitaron las capuchas —. Nathan, Nicolás —ella avanzó hasta ellos y al llegar a Nathan colocó su varita en el cuello de este.

—Alice ya pasaron la prueba.

—Falta más para convencerla, créeme, debe estar completamente segura. No es tonta.

—Dime algo que sólo Nathan y yo sepamos.

—Puedo empezar por que te convertirse en animaga ilegal cuando tenías siete años, te dije que le ocultarse a tus padres que conociste a este -señaló a Nicolás y el sólo puso los ojos en blanco —la primera vez que fuiste al callejón diagon.

—Nat —ella lo abrazo tras tanto tiempo sin verlo. Luego se dirigió a Nicolás y puso su varita en el cuello de él.

—Dime algo que... —no pudo terminar de hablar por que el se le adelantó.

—Nunca me dijiste Nicolás, sólo cuanto de enojabas y tu cabello como que se le aprendía fuego, tus ojos igual parecían tener fuego, te salían llamas de las manos. DarkSnow. Llamitas. Mapa merodeador. Cuando regresaste a Hogwarts en quinto año, te sentiste diferente, habías estado dos años con las francesitas y su uniforme azul que te daba nauceas, cuando regresaste y cuando te iba a ver a Francia me decías que extrañabas a James, Remus y Sirius; que te dolía que cuando regresaste que no te hablarán en la primera semana, hasta que descubriste por que no te hablaban. Realmente eran tontos, Remus no, pero no me vas a decir que James y Sirius no lo eran por que lo sabes.

—No le digas a Sirius tonto.

—¿Es enserio? ¿De todo lo que te dije sólo recuerdas que le dije tonto a tu amor? —la reina lo abrazo para luego golpearlo —. Ya entendí, no decirle tonto a Canuto.