Exilio

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Hiccup, un vikingo de baja estatura y delgada complexión, se hallaba corriendo por todo su pueblo, ¿la razón? Ni el mismo lo sabia solo tenia la adrenalina recorriendo cada centímetro de su cuerpo. Tal vez otros lugares tuvieran plagas comunes como ratas o mosquitos, este lugar sin duda era la excepción, pues aqui habian dragones

Bien, supongo que ya conoces toda la historia ¿No? Si no, pues básicamente Hiccup, el hijo del jefe de la tribu y básicamente la vergüenza de su padre se hizo amigo de un furia nocturna, el dragón mas temible y peligroso de la aldea.

En cuanto el chico fue elegido para matar a su primer dragon, un pesadilla monstruosa, no dudo en salir huyendo, pensaba escapar en son de paz y sin dejar huella. ¿Que salió mal entonces? Una espía llamada Astrid lo delató

Mientras el corria en busca de la chica, Toothless, el dragón de escamas oscuras corría detras de su amo, llegando inevitablemente a la aldea y por ende, empeorando la situación

Todos miraron asombrados a aquella bestia, la cual no dudaron en atacar, Hiccup al darse cuenta de su error, trato de hacerlos comprender, pero no hubo respuesta hasta que un grito congeló todo. Ahi, frente a sus ojos se encontraba Stoick the Vast, su padre, a un lado, la pequeña rubia con una sonrisa burlesca

-¡Papá! Puedo explicarlo- grito asustado el muchacho

-No hay nada que explicar, traidor- hablo el gran hombre el cual daba señales para que los rodearan

-¿Traidor?- se quedo paralizado el chico

-¡Capturenlos! Pongan al dragón con los otros y a el, dejenmelo a mi- ordeno

Lo siguiente que ocurrio fue muy rapido, Toothless no se defendio por que su amo no se lo ordenó como tal, solo se dejo atrapar como el. Hiccup fue arrastrado hasta el gran salon por su padre, el cual hervía de ira

-Entonces todo lo que paso ¡Eran trucos! ¡Engaños!- grito Stoick al pequeño castaño el cual habia salido de su trance y miraba con temor a su padre

-Perdon! ...T-te lo iba a decir p-pero..- su voz fue abruptamente callada por un fuerte golpe en la puerta -Desquitate conmigo, Enfadate conmigo pero a Toothless no le hagas nada- haboo suplicante

-¿El dragon? ¿¡Eso es lo que te preocupa!? ¿¡No las personas que por poco y matas!?- dijo moviéndose de un lado a otro sin apartar la mirada de su hijo

-¡Estaba siguiendome! Ademas, en ningún momento se defendio por que no se lo pedi- exclamo indignado -Ellos no son lo que creíamos, Papá- hablo tratando de razonar con el hombre

-¡Han matado a cientos de nosotros!- dijo el padre euforico, trataba de hacer "razonar" a su hijo y no tener que decir algo doloroso

-¡Y nosotros a Miles de ellos!- se justifico rápidamente

-¿Es que no recuerdas toda la comida que nos han saqueado? ¡A toda la gente que han matado!- hablo una vez mas

-Somos la isla habitada mas cercana ¡¿Que esperabas?!- se quejo el chico

-No importa lo que digas, tus acciones han dejado claro quien eres. Decidiste no matar a un dragón, no eres un Vikingo, NO eres mi hijo- el hombre salio del gran comedor molestó, no había pensado claro, pero ahora no podria retractarse

Hiccup cayo de rodillas con lagrimas en su rostro ¿era verdad lo que estaba sucediendo? No sabia que habia salido mal, pero lo hecho, hecho estaba, se culpaba de no haber matado a Toothless cuando tuvo oportunidad pero luego, despues de todo lo que habia vivido esos ultimos meses con el, se dio cuenta que el problema no eran sus decisiones, sino el lugar donde vivia

El no era bienvenido desde el momento en que nació, pues solo traía caos y desastre a donde quiera que fuera, ¿una prueba? Su madre habia muerto protegiéndolo, esa sin duda era la prueba mas contundente de que el no debio haber nacido. Pero ya no habia vuelta atras, ahora, seguramente fue privado de su derecho como sucesor de jefe de la aldea y probablemente fuera exiliado para siempre. No le quedaba nada...

¿O....si?

Entonces lo recordo

Toothless

Su dragón, su primer amigo, habia sido capturado por su culpa

No podia irse sin el, lo matarian en cuanto tuvieran la oportunidad, pues jamas se habia visto un dragón asi y si se enteraban que era un Furia Nocturna, quien lo matara sin duda seria su padre, no solo para remarcar quien era el jefe, sino tambien como castigo a su ofensa.

Sin pensarlo dos veces, se escondio hasta que todos se fueron a dormir. No lo buscaron por que seguramente ya a nadie le importaba que pasará con el, lo cual, por primera vez agradecio. Miro que nadie estuviese cerca de la arena de entrenamiento, busco la jaula vacia pero no encontro nada, entonces con inseguridad abrió una a una cada celda sin hacer demasiado ruido

Primera, el mortífero nader, esta dragona lo vio desde su jaula, estaba dormida al parecer, le hizo ceñas de que se quedara quieta la cual, obedecio a medias

Segunda, el gronkole, igual que el mortífero, se notaba que estaba durmiendo, igualmente obedecio el quedarse callado

Tercera, el cremallerus

Cuarta, el terrible terror

Quinta y ultima, el pesadilla monstruosa, este fue mas complicado por que no se conocian y el dragón no era tonto, lo iban a matar nada mas amanecer. Pero Hiccup logro de cierta manera, mantenerlo tranquilo.

Decidido pero nervioso, cerro todas las compuertas con los dragones afuera. Guio a los dragones fuera de la aldea sin ser vistos hacia el bosque. Dejo ir a todos los demas dragones excepto al pesadilla, pues era el mas poderoso de los cinco. Intento localizar en donde se hallaria su amigo, pues en las jaulas no se encontraba.

Ambos intentaron escabullirse pero no dio mucho resultado. Luego escucho ruidos en un gran almacen, al ir al lugar, noto que era vigilado, pensaba en mandar a distraer al pesadilla, sin embargo no fue necesario, pues un grito alerto a los guardias que custodiaban dicho almacen.

"¡Los dragones no estan!"

Ambos hombres se alejaron de el lugar y fue cuando tuvo oportunidad. Se acerco y al ver que no podria abrir decidio actuar rapido

-escuchame amigo, en cuanto te pida que ataques este lugar, vuela lo mas alto y rapido que puedas de aqui ¿vale?- dijo al dragón el cual gruño en señal de haber entendido

Hiccup dio la orden y el dragon disparo, derritiendo el metal y quemando parte de la madera, pero no se fue. El chico no presto atención a esto ultimo y corrio adentro, viendo lo amarrado e inmovilizado que Toothless se hallaba. Pudo escuchar como daban alerta los vikingos de su intromisión a dicho almacen. Trato de quitar los barrotes de su amigo pero poco pudo hacer

-¡Ayudame!- grito al pesadilla el cual sin pensarlo muy bien, lanzó magma al dragón encadenado

No le afectó por su dura piel, pero lo que si no le agrado fue que Hiccup habia recibido quemaduras, el muchacho poca atención presto a esto y en su lugar ayudo a su amigo a salir

-Toothless, me alegra que estemos de nuevo juntos, amigo- hablo el chico montandose en el dragón, suerte que el magma no quemo el sistema que permitia a Toothless volar -¡Hora de irnos!- grito a lo que el pesadilla, encendio su cuerpo en llamas para salir de aquel lugar, se estaba quedando sin fuego para atacar por lo que salir de ahí fue muy aliviador

Hiccup y Toothless salieron detras de el dragon de fuego, escapando de todo el alboroto. Mas sin embargo al alejarse lo suficiente de la superficie, ambos sobrevolaron Berk, mas que nada para que Hiccup viera por ultima vez su pueblo natal, aunque una voz los detuvo al darse vuelta

-¡Hiccup Horrendous Haddock III! Esta es tu declaración final- exclamo Stoick -¡Esta claro que no seras bienvenido de vuelta a este pueblo!- anuncio

-Papá... Tu lo dejaste claro... Ya no soy tu hijo... Ya no soy nada aqui- dijo dando señal a Toothles de que volara alejandose

Aunque, escucho en la lejania un grito que seguramente dejaria afonico a Stoick en la mañana

-¡Quedas Exiliado!-

Que hubiera pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora