Capítulo 2

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- ¡No hice tal cosa! –Volvió a excusarse aun habiendo visto los billetes- ¡Jamás haría algo tan ruin como eso! –

- ¡Si lo hiciste, lo hiciste y ahora por tu culpa Kara ya no está! ¡Esto lo cargarás en tu conciencia! –Ichi le miró con odio, sin escuchar más y empujándole, seguidamente tomándole por las ropas y sacudiéndole- ¡Estúpido, estúpido, mil veces estúpido! –

- ¡No me empujes maldita sea! ¡Cierra la puta boca y busquemos a Kara! –

- ¡Imbécil! –

Oso e Ichi se enfrascaron en una discusión ya no verbal, ahora recurrieron a los golpes, buscando someterse el uno al otro mientras que Totty y Jyushi se mantenían al margen, sin saber qué hacer y con miedo, mucho miedo, Choro cansado de aquella absurda pelea se acercó a ellos golpeándolos con toda su fuerza posible, haciéndoles caer.

- ¡¿Quieren dejar de pelear ya? Están asustando a los menores, carajo! –Les miró fulminante- ¡En lugar de pelear como idiotas deberían mejor ayudarnos a buscar a Kara, si no ayudarán entonces lárguense! –Ordenó.

Oso e Ichi le miraron en silencio, Choro podía ser igual de violento que ellos si se le provocaba y tenía razón, no ganaban nada con pelear. Tragando sus orgullos, ambos se pusieron de pie, evitando las miradas y limpiando levemente las heridas de sus rostros.

- Vayamos de nuevo al bar, tal vez puedan decirnos lo que sucedió –Miró a Totty y Jyushi- Andando –

Estos le siguieron sin reprochar, estaban lo suficientemente temerosos y aturdidos como para hacerlo y solo podían pensar en todo lo malo que se vendría.

... ... ... ...

Mientras tanto, en un sitio lejos de sus hermanos, Kara apenas recobraba la conciencia. Él despertó aunque al contrario de los demás, lo hizo en una espaciosa y suave cama de sabanas perfumadas a flores de verano y en una habitación totalmente amueblada.

Su cabeza dolía ligeramente pero no fue impedimento para poder apoyarse en brazos y erguirse, observando con detenimiento el interior. Era una habitación por lo que podía apreciar, lujosa, con muebles decorativos estilo rustico y de caras maderas, grandes ventanas con cortinas de seda, candelabros en lugar de lámparas y algunas velas aromáticas acomodadas en puntos específicos de la misma.

Estando un poco más lúcido los recuerdos le asaltaron de inmediato recordándose en peligro, rápidamente miró su cuerpo, el alivio fue evidente al verse aun con ropa y sin heridas visibles, sin pensarlo más corrió hacia la puerta, tratando de abrirla pero esta estaba cerrada bajo llave. La desesperación y el temor lo llenaron, golpeando frenéticamente y pidiendo ayuda.

- ¡Alguien, ayuda, ¿me escuchan? Brothers, ayuda! –

Escuchó un par de pasos por fuera y se alejó, la cerradura cedió y la puerta se abrió dándole paso a un hombre de gran estatura, de rasgos caucásicos y porte imponente, evidentemente extranjero, vistiendo un pulcro traje en tonos grises que resaltaban su poderosa postura como un hombre de la mafia, Kara tragó seco y de no ser porque su vejiga estaba vacía, se hubiera meado encima.

Aunque el miedo no le impidió apreciar algunos rasgos en su rostro como una nariz respingona, ojos mieles pero fríos y cabello rubio bien peinado, tal como mostraban aquellos estereotipos en la tv sobre los extranjeros estadounidenses.

- Oh, darling, hello –Sonrió el tipo extranjero.

- P-please, señor, déjeme ir a casa, mis hermanos deben estar esperándome –Sus palabras temblaron al igual que sus piernas, siendo incapaz de mantener más la mirada.

Regresa a mí _ OsoKara FanFicWhere stories live. Discover now