Capítulo X

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- Tengo que encontrar al padre Tunner.- Liseth alzó la voz para hacerse oír sobre el grupo de hombres que reían cerca de ellos.-

Damon pensó que sería el sacerdote que había visto paseándose por allí y no pudo imaginarse la relación que los unía. Tal vez el hombre era su padre de verdad, no sería el primero que para mantener a su familia consentía que su hija se prostituyera, pero más bien sería el que se encargaría de meter a la muchacha en aquel tipo de negocios proporcionándole clientes. Si como pensaba, ella tenía poco experiencia en ese tema, quizá ya le tenía uno buscado. Podía ser el indeseable que le había quitado de encima hacía poco. Maldijo para sí mismo al imaginar lo que ese sujeto podía hacerle a la muchacha. Él le ofrecería mucho más al supuesto padre para conseguir que ella pasara la noche con él.

La llevó cogida del codo hacia un lugar donde pudieran estar más cómodos como si ella fuera una dama y sonrió al darse cuenta de ello, pero no modificó su postura. Bastante asustada estaba, la sentía temblar aún, y él pretendía que se sintiera cómoda en su compañía.

- ¿Viniste con él?.- Le preguntó esperando que ella le dijera que estaba libre. Tenía un cuerpo más que apetecible y él quería saborearlo por entero. Si tenía que sobornar a Tunner para que se la cediera, lo haría.-

- Sí, me estará buscando y estará preocupado.- Aseguró mientras trataba de encontrarlo por la habitación. Si tan sólo hubiera más luz...-

- No te preocupes, le diré a uno de los lacayos que lo busque y lo traiga hasta nosotros.- Se volvió hacia ella para mirarla sin dejar de avanzar.- ¿Estás de acuerdo?.-

Liseth asintió, a su lado se sentía al salvo y seguramente en cuanto el padre Tunner apareciera, se marcharían y ya no podría volver a verlo, así que aprovecharía cada segundo que pudiera para tenerlo a su lado.

Damon paró a un hombre con un sombrero de copa y se acercó hasta él para hablarle al oído mientras le daba algunas monedas.

- Quiero que busques a un hombre vestido de sacerdote y te asegures de que no pisa esta habitación durante un buen rato. Si la muchacha que está a mi lado te llegara a preguntar por él, sólo tienes que decir que lo estás buscando, ¿entendido?.-

El hombre miró lo que Damon le ofrecía extendiendo la mano antes sus ojos y con una gran sonrisa se guardó las monedas en el bolsillo.

- Soy su hombre, milord, si necesita algo más, sólo tiene que buscarme.-

Damon pensó que siempre era bueno motivar al personal.

Se acercó hasta un diván que se encontraba en una de las esquinas de la sala y se libró del par de hombres que lo ocupaban en un santiamén. Se giró hacia Liseth y con una sonrisa le ofreció asiento, haciendo que ella estuviera de espaldas a la sala y frente a él porque a medida que la noche avanzaba todo se iba volviendo más alocado y él no deseaba que ella se sintiera intimidada en absoluto por las escenas que se desarrollarían frente a sus ojos. Quería asegurarse que era con él con quien se iría y para eso tenía que seducirla.

Se río del hecho de plantearse siquiera de desplegar su encanto con una prostituta en ciernes. Después de todo, ese iba a ser su trabajo de aquí en adelante y era ella la que tenía que conseguir que los hombres quisieran irse con ella y no al revés, pero por esa noche le haría la corte como si se tratara de una señorita de sociedad y así se aseguraba que fuera complaciente más adelante.

Liseth desconectó de lo que le rodeaba y sólo pudo centrarse en el hombre que tenía en frente. Habían pasado la hora siguiente hablando de todo y él no dejaba de tocarla con delicadeza hasta hacerle sentir que le faltaba algo cuando no lo hacía. El padre Tunner, no aparecía por ningún lado y ella sabía que debería marcharse pero nunca había estado tan cómoda con ningún hombre y jamás se había sentido atraída por ninguno tanto como por él. Lo miraba cuando sabía que él no lo hacía y se quedaba sin respiración en cada ocasión. Además, él le había asegurado que estaban buscando al clérigo y ella necesitaba pasar la noche en la iglesia, como le había ofrecido, así al menos tendría algo de dinero para comprarse un poco de comida al día siguiente.

Saga Londres 3 " Atrapado en ti "Where stories live. Discover now