Pongámonos nerviosos

Capítulo 2

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, todos los personajes son propiedad de la franquicia de DC, yo solo los pido prestados para traerles esta historia

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Notas previas: Este será un fic cortito de 3 partes, nació como un cambio equivalente, pero igual yo tenía planeado escribir de ellos un día so dije aprovechemos so, disfruten.

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Mientras Dick se encontraba vistiéndose en su casa, Wally se encontraba haciendo exactamente lo mismo para su cita. Miraba su ropa normal y luego su vista se posaba en uno de los trajes que tenía explícitamente para ir a las fiestas con el tío Barry. Estaba estresado, tener una cita con su mejor amigo debería ser mucho más sencillo, el único pero era el hecho de que su mejor amigo era el hijo de un millonario, y si es que iba muy casual, era posible que quede como un pordiosero a su lado. De despeino su cabellera rojiza, estresándose aún más porque ahora debía peinarse de nuevo., emitió entonces un gemido de disconfort, que se escuchó por el pasillo.

Que gracias al oído de Barry, no fue desapercibido en lo absoluto. Quien apenas lo escucho, no dudo dos veces en entrar. Una vez allí, miró a Wally hasta que este se dé cuenta que estaba allí, y cuando por fin lo hizo, el pelirrojo solo le clavo una mirada al rubio que gritaba: "AYUDA". Claro, Barry no lo desapercibió y se acercó entonces al muchacho.

- ¿Cómo te encuentras? -Preguntó en tono tranquilizador.

-Mal-Respondió el muchacho, para comenzar a atropellar sus palabras, un defecto de la casa de los West/Allen, que a Wallace se le habían contagiado con los años -Debería estar ya vestido y en camino a mi cita y aquí sigo, como un tonto sin saber que ponerme, sin saber que es lo correcto o no.

Barry arqueo una ceja algo confundido, ¿era eso tan importante? - ¿Y no crees que quizás es mejor que te pongas lo que te hace sentir más cómodo?

Wally negó con la cabeza. -No quiero parecer alguien de la caridad a su lado, tu sabes, que él siempre tiene a la prensa atrás y si es que no estoy lo suficientemente bien, de seguro hablaran.

- ¿Y eso es lo que te preocupa?

-Eso es lo que me preocupa-Repitió Wallace esperando que su tío le dé un consejo, era muy bueno para esas cosas, y de momento estaba dispuesto a escuchar.

Al final Barry fue que respondió luego de unos segundos, luego de haber analizado la situación. -¿Y crees que eso le preocupa a Dick?, porque si es el caso, pues yo lo tenía en un concepto diferente a la final, el amor no exige nada, peor si la relación es sana, por lo general caminaran siempre a la par, nunca uno por delante del otro, pese a que seamos velocistas.

Y allí fue cuando Wally entró en razón, no, definitivamente era algo que a su amigo pelinegro no le importaba, un sin número de veces lo había escuchado decir que sin importar lo que hagas los medios hablan, entonces a veces el, no dudaba en hacer algo alucinante para que hablen con razón. Pero claro, no duraba mucho porque Bruce jamás lo permitía de esa manera. Así que Wally negó. -No, no le importa. Dick siempre ha sido de esos que llama la atención, pero jamás le ha dado ese poder a los medios.

- ¿Entonces? -Replicó Barry con una sonrisa. - ¿Qué esperas?

Y fue cuando Wally selecciono lo que llevaría ese momento. Se trataba nada más y nada menos que un jean ajustado, y una polera con capucha de color amarillo, que tenía pequeños detalles rojos.

Una vez que estuvo listo, se paró frente al espejo con una sonrisa, y luego salió a buscar a su tío, que en ese momento recibía a Hal Jordan, uno de los mejores amigos del rubio y la persona con la que su tío tenía una relación amorosa en crecimiento (claro, luego de la muerte de su tía Iris, el castaño fue la persona que llenó ese vació en el corazón de su tío que durante mucho, creyó jamás podría volver a ser llenado). Una vez que salió se mostró ante el par de hombres, quienes dieron su aprobación y un poco de espacio para que saliera por el portón de la casa.

- ¡Hasta luego tío Hal! ¡Hasta luego tío Barry! -Acabó diciendo, mientras las mejillas de Barry se encendían por la insinuación que esa afirmación contenía, para luego comenzar a correr a toda velocidad, si no lo hacía, llegaría tarde, seguro. Y no, no podía darse ese lujo, cosas como estas pasaban solo una vez en la vida.

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Holi demoré una vida, culpen a la universidad, pero ¡Espero que les guste!