Nam Joon, tras perder a su novio en un accdente automóvil, se sume en una profunda depresión.
jimin por lo contrario, decide hacer algo para que su amigo no se mire de esa manera. Lo que nunca pensó es que se enamoraría del mejor amigo de su novio...
Sus labios succionando cada parte de su cuello. Mientras que él otro se retorcía de placer debajo suyo. El mayor no perdió tiempo y comenzó a desnudarse, posicionándose en medio de las piernas del contrario.
Sabía que no debía hacerlo, sabía que debía deternese. Pero aunque quisiera. Él no lo haría.
Los gemidos y jadeos no tardaron en escucharse. Y es que ¿como se detendría con semejantes sonidos? Simplemente no podía. Adoraba escuchar a su bebe.
Yoon: Pídeme que me detenga. Por favor. Pídemelo
Jimin: N-no...
Él no quería seguir. Definitivamente no quería hacerlo. Sabía lo que haría. Sabía lo que le haría.
Sin mas preámbulo lo penetro. Sin haberlo preparado, lo hizo.
El pequeño cuerpo debajo suyo se arqueo de dolor, incluso el peli-rubio empezó a gatear por detrás para alejarse aunque sea un poco y poder acostumbrarse a la extensión del pene de su mayor.
Sin embargo no pudo. Él no se lo permitió.
Yoon: Todavía estas a tiempo. Pídeme que deje... Ruegame que salga de ti
Jimin: N-no... No lo aré
El peli-gris no tuvo otra alternativa. Comenzó a moverse rápido y fuerte. De una manera muy brusca y dolorosa.
A Jimin le dolía. Por supuesto que le dolía. No había palabras para describir el dolor que estaba sintiendo. Solo se sujeto del antebrazo al peli-gris. Cerrando sus ojos y dejando que los jadeos y gemidos salgan. Pero no eran jadeos oh gemidos de placer. No. No lo eran. Eran de dolor.
Yoon: Mirame. Si quieres que continúe. Mirame
Jimin abrió sus ojos. Fijándolos en los contrarios.
Jimin: Duele...
Yoon: Ya sé que duele. Pero es lo que tú quisiste. No lo que yo quise
De un momento a otros. Sus embestidas aumentaron en velocidad. Ganándose así gritos de dolor.
Jimin ya no sabía que hacer. Le dolía, y sabía que tuvo la oportunidad de retroceder. Pero no lo hizo. Se siente lo suficientemente culpable como para detenerse.
Yoon Gi se molesto por aquel grito. No le gustaba que gritara. Jimin ya sabía que no debía hacerlo pero. ¿Como no gritar si lo estaba desgarrando? Simplemente era imposible.
Sintió como resivia fuertes estocadas. Dando justo en su punto dulce y sensible. Pero lamentablemente
Ninguna era de placer.
Esta por demás decir que Yoon Gi se encargo de lastimarlo. Su cerebro y subconsciente le ordenaban lastimar el pequeño cuerpo de su menor.
Lágrimas caían de sus pequeños ojos. Enterraba sus pequeñas uñas en los brazos del mayor. Lo cual causo mucha molestia de su parte.
Yoon Gi perdió la noción. Ya no era mas Yoon Gi. Si no un mounstro. Uno que no tiene piedad ni compasión. Uno el cual le encataba destruir y romper.
Jimin se desmayo. Era tanto el dolor que sentía que no resistió.
Yoon Gi siguió sin deternese.
Y es que aunque él ya había regresado a la normalidad.
Jamás se detuvo.
Simplemente
No pudo.
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