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Temprano en un día de descanso.
No había nada mejor que pasar un rato con un amigo con los mismos gustos que tu.

-¡Dale , dale!- movió los brazos como puños.

Imitan los golpes que observan en la pantalla.

-¡Pegale , duro!- salto levantándose del sillón.

-¡Siii!- levantó los brazos.

-¡Siiii!-festejo halándole la camisa.

Él campeonato fue ganado por el boxeador que al parcer solo ellos apoyaban.

-¡Mierda , siii!- hizo lo mismo con un abrazo.

Sin darse cuenta la euforia los llevo a unir sus bocas de manera salvaje entre mordidas y sonrisas.

Se separaron.

Se encontraron agarrados por la espalda baja uniendo sus cuerpos tan calientes que atraviesa la ropa.

-¡¡Waaaaaa!!- buscaron sus cosas y corrieron fuera de la casa.

Tras correr dos cuadras a la dirección contraria uno se detuvo.

-Alto...- volteo.-Esa era mi casa.- Tetsutetsu volvió sobre sus pasos.





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♞&♗




Las extensas paredes de gris concreto son perturbadas por las violentas manchas de sangre.

Él asesino atrapo la pierna de su primer objetivo.

Lo hala bajo el.
Su boca babea abundantemente al ver la suave piel que se ve expuesta tras el jaleo.

-¡¡Sueltame maldito!!- golpea la cabeza de ese loco con los puños.

El pánico le comienza a estremecer al abrirse sus nudillos antes que herir ese rostro.

-¡Miya ayudame!- grita agarrando la cara sin poder detenerlo.

Su “compañero” chilla y corre dejándolo ahi.

-Te abandonaron...¡¡Pobre de ti!!- se mofa atrapando su cabeza contra el piso.

Sin prisa baja a su cuello , lamiendo la yugular que palpita bajo su lengua mejorando la sensación de su carne.

Los improperios cesan lentamente.

Levantó la mirada curioso.

El tipo tiene la mirada perdida , aún lo golpea tan débilmente que parece moribundo.

Mas sus expresiones no parecen las de alguien agonizando en miseria.

-Hoo~...- sonrió emocionado.-No sabia que podía hacer eso...- recorrió apenas con las yemas de los dedos ese torso adulto.

El hombre se estremece de manera muy clara.

Atravesó de golpe su estomago.

El grito le pareció tan delicioso como el hígado que probo.
Repite la agresión al atravesar su pierna.

Los gritos se quiebran y retuerce el cuerpo.

Atrapo su clavícula.

Rasgando lentamente la piel con tanta fuerza que la arrastra por la carne.

Aparto la cara de su comida sorprendido.

-¡Eh!...¡Aoyama!- reclama como si acabara de hacer algo tan leve como tirar sus papas cuando aplasto la cabeza de el adulto.

Escalera al ultimo piso [DEKUKATSU]Where stories live. Discover now