La vida sabe lo que hace

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Aquella noche en la que Maya se enteró de que su mamá estaba esperando un bebé no pudo haber ido mejor para ella; su vida por fin estaba tomando la forma que ella quería, tenía una familia maravillosa, unos amigos increíbles y, a su parecer, el mejor novio del mundo.

Era casi medio día del sábado y Maya estaba a punto de verse con Josh después de una semana entera, lo cual -por alguna extraña razón- la ponía demasiado nerviosa, hasta Katy se dio cuenta de lo que pasaba y preguntó:

-¿Estás bien, pequeña?- dijo desde la cocina.

-Si, má- respondió Maya no muy convencida.

-Maya, eres mi hija. Sé perfectamente cuando algo te está molestando. ¿Pasa algo con Josh?

-No, para nada. Las cosas han estado bien esta semana. Hablamos a diario, supongo que es la emoción de verle de nuevo.

-Pequeña, sólo ha pasado una semana. - dijo Katy al tiempo que se sentaba junto a Maya en el mueble- Te aseguro que nada ha cambiado y Josh ya viene en camino, probablemente igual o más emocionado que tú, así que no te preocupes y ayúdame a alcanzar algo de la alacena antes de que te vayas.

Maya se puso en pie e hizo lo que su madre le pidió. Estaba terminando cuando alguien tocó a la puerta, Katy fue y abrió la puerta.

De repente Katy se vio envuelta en un abrazo y su pies dejaron de tocar el suelo.

-Bebé, te extrañé tanto- dijo Josh

-Yo también te extrañe- respondió Maya desde la cocina tratando de contener la ganas de reír a carcajadas.

Josh alzó la mirada, soltó a Katy al tiempo que se ponía tan rojo como un tomate.

-Ahhhh - Josh claramente no sabía que hacer o decir- Sra. Hunter. yo, este, ah, yo...

Katy y Maya rompieron a carcajadas. -Está bien, JAJAJAJAJA, Josh. No te, JAJAJAJAJA, preocupes, JAJAJAJAJAJA. Con tanto que Maya habló de ti toda la semana fue como si yo también te extrañara.- Katy apenas pudo articular su palabras entre risas.-Bueno chicos, yo los dejo solos.-Katy se dispuso a ir a su recamara para que Maya y Josh pudieran hablar a solas.

Maya quien no había de dejado de reír en todo el rato no podía ni gesticular palabra alguna y sólo apuntaba a Josh con su dedo.

-¿Maya podrías dejar de reír?

-No, no puedo.- Maya apenas y pudo decirlo entre tanta risa- JAJAJAJA.

-No es gracioso- dijo Josh tratando de parecer serio, aunque la verdad toda la situación le daba risa.

-Tienes razón, cariño. No es gracioso.- respondió ella tratando de guardar compostura- Pero sólo para aclarar, tú acabas de abrazar, y cargar, a mi madre que tiene 9 semanas de embarazo, le dijiste bebé, y que además la extrañabas. Definitivamente el mejor día de mi vida.

-Jaja, muy gracioso. Ven aquí-le dijo Josh mientras la abrazaba por la cintura con una mano, tomaba su rostro con la otra y la besaba.- Te extrañé tanto, bebé.

-Yo más.







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"EL JUEGO A LARGO PLAZO: ALGÚN DÍA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora