Capítulo 3: Culpabilidad

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—Gloria... —las flores del pequeño túnel van cayendo y los pétalos se posan en sus brazos desnudos, intentando ocultar esa piel que deseo con locura—. Yo también me alegro de verte —se acerca y deja que el sol le dé de pleno.

—¿Cómo te ha ido? —me mira de arriba a abajo—. A mi parecer te ha ido bien —no sabes por lo que paso.

—Sí, me ha ido bien. Ahora trabajo en un bar en la que soy dueña de la mitad de las ganancias —pero no me llena.

—¿En serio? ¡Me alegro por ti! Yo trabajo de diseñadora de moda. La verdad es que me ha ido bien.

—Lo sé, he visto tus logros por París y Nueva York.

—Y voy a más. Este vestido lo he hecho yo misma. ¿Qué te parece? —da una vuelta para que la falda se mueva por el leve viento, creando unas olas perfectas que, al detenerse, se adhiere al cuerpo y se detiene por completo.

—Es hermoso —murmuro por lo bajo.

—¿Tú crees? Es muy importante tu opinión, siempre fuiste muy exigente con la ropa, al igual que lo que llevas puesto ahora.

—¿Qué pasa con mi vestido?

—Que llamas la atención de todos los chicos, a ese paso te vas a ligar a uno que sea el hombre ideal —tan ingenua como siempre.

Aún no sabe que soy lesbiana y que me muero por sus huesos, que quiero besarla en este lugar tan hermoso para que no lo vea venir y saber cómo reaccionaría, pero no tengo las agallas suficientes para eso.

—Claro, a todos los chicos —mi mirada se va a otra parte.

—¿Estás bien? Te noto triste —se acerca y posa su mano en mi mejilla para verme mejor—. ¿Te ha pasado algo últimamente?

—Nada importante —miento—. Solo... Vamos a por un sitio, que nos van a quitar la primera fila —doy media vuelta y camino para alejarme de ella, sé que haré una estupidez si me quedo así más tiempo.

—No, espera —me detiene agarrando mi mano, no me hagas esto ahora—. A ti te pasa algo y no me lo quieres decir.

—De verdad, estoy bien.

—No lo estás. Por favor, cuenta lo que se te pasa por la cabeza. Sabes que estaré aquí para lo que sea. Nunca faltaré.

—¿Igual que faltaste todo este tiempo en la familia? —su agarre pierde fuerza al sorprenderse de lo que he dicho y me suelto para salir corriendo, soltando lágrimas que, ojalá, no haya visto.

—¡Jennifer! —corre tras de mí, pero se detiene al dar unos cuantos pasos—. Quería decir que vine para no irme más.

Corro para huir de mis palabras, de mis actos. ¡¿Por qué le dije todo eso?! ¿Acaso estoy resentida por haberme dejado en la soledad durante un tiempo? Sé que he tenido a Marth y demás, pero no era suficiente para mí, ya que su partida fue la que más me dolió.

Llego a la zona del altar y miro a mi alrededor. Todos los invitados están aquí y yo respirando dificultosamente por haber corrido. Respiro hondo y me voy a la primera fila para disfrutar de la boda.

El tiempo pasa y no veo las caras de los novios y de Gloria. Ahora me siento muy culpable, bastante mal, de hecho. Tengo que disculparme, pero lo que le he dicho ha sido un tanto fuerte. Además de que ha murmurado algo que no he llegado a escuchar. ¿Qué sería? No sé si quiero saberlo o tan simplemente huir de sus palabras por este día.

She Loves MeWhere stories live. Discover now