Cap. 35: Adiós, mi amor

344 25 31
                                    

¿Por qué tenemos que respirar el mismo aire? ¿Por qué tenemos que vivir bajo el mismo cielo?Mientras nuestro amor siga creciendo, solo mas cicatrices permanecerán en nuestro corazón

-Me parece que no tenemos nada que hablar... -No sabia que volvería a ver su rostro, se mostraba cansado con grandes ojeras, ya no tenia aquella radiante expresión cuando me veía -Me tengo que ir... -intentaba mantener mis sentimientos enterrados en alguna parte de mi corazón

-¿Por qué le preguntaste a Diego por mi? -pregunto rapidamente antes que pudiera hacer algún movimiento

-No le pregunte por ti

-Los escuche...

-Dijiste que no me ibas a venir a buscar aunque murieras por hacerlo ¿Tan poco tiempo has durado? -esas palabras parecieron enfurecerlo, porque su mirada cambio a una que albergaba mucho enojo y rencor

-Ven conmigo -Tomo mi brazo fuertemente mientras me miraba fijamente

-¡¿Que haces?! ¡déjame tengo que volver a la clase! -intente luchar y soltarme pero todo fue imposible -¡De verdad has perdido las cordura German! ¡Suéltame! - de nada sirvio protestar, solo seguía su camino inmutable hasta que llegó a la planta baja en la cual se detuvo de repente, fue justo cuando logré librarme de su agarre, intente alejarme de ese lugar lo antes posible pero de nuevo me tenía atrapada de mi muñeca -¡Diablos! ¡¿que quieres German?! -Parecia que queria decirme miles de palabra pero ninguna parecía salir de su labios, todas permanecían en sus ojos -Si no vas a decir nada... entonces solo déjame, por favor... -esta vez ya use un tono suplicante

-No puedo hacerlo... -casi le costaba formular aquella frase -No puedo dejarte... No puedo terminar -sabia que el estaba destruido, porque conocia esa expresión, era la que veía todo los días frente al espejo -Me obligaste a que te olvidara ¿Verdad? pues lo siento aunque lo intente una y otra vez, no soy capaz de hacerlo aunque le diga a mi corazón que se detenga sigue yendo hacia ti ¡Eres en lo único que pienso todo el maldito día! -cada una de esas palabras me hacían explotar de felicidad, pero asi como el si hubiera subido a lo mas alto de la montaña rusa, de golpe caí en la triste realidad que nos toca vivir

-Será mejor que vayas a casa -esto era lo que debia decir, debo alejarlo, debo protegerlo

-¡Llene mi corazon y ahora no puedo vaciarlo! Yo se que si me alejas de ti, es porque estas preocupada por mi ¿Verdad? -me decia vacilante con angustia y amargura, parecia que no iba a parar hasta dejar al descubierto cada uno de sus pesados sentimientos -Entonces no es necesario... No importa cuál es la enfermedad que tengas o cuánto tiempo te queda de vida ¡No me importa! Solo... quiero estar contigo

-Creo que no entiendes... que el problema es que yo no quiero estar contigo

-¿Por qué?.. ¡¿POR QUÉ?!

-Tu eres alguien que va a vivir los próximos cincuenta años ¿Lo entiendes? Así que por favor... por favor encuentra a alguien con quien puedas vivir una vida feliz por mucho tiempo

-Aunque fuera así ¿Qué hay de ti? ¿Esta bien que vivas infeliz por el resto de tu vida?

-De eso no tienes que preocuparte, como mucho... solo me deben quedar cinco o cuatro meses de vida, no sufrire por tanto tiempo, como tu si lo harás

-En tu libreta de deseos... Decía que querías enamorarte verdaderamente antes de morir. que querías tener un novio que verdaderamente valiera la pena ¡Entonces te estoy proponiendo que volvamos a estar juntos! ¡Hasta el dia que mueras! ¡¿Por qué no me aceptas?!

Ocho Meses Contigo (Gernay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora