"Ayudame"
La voz quebrada de la omega lo hizo contraerse entre sus huesos haciendo que su aura cambie a una opaca y lúgubre.
Su lobo gruño nuevamente no sabiendo que hacer, tenía sentimientos encontrados y a la vez desconocidos, como cuando de niño te electrocutas un falánge, bueno; Burian estaba experimentando un cortocircuito por toda la sangre en continuo movimiento a través de sus venas.
Sí, era más fácil cederle todo el control a su bestia dentro que amenazaba, no más bien, prometia en su cabeza con ignorar el pedido de la hermosa pero desconocida morena y hacerla suya contra el percudido colchón en el piso.
Penetrarla..
Marcarla..
Si, era demasiado fácil y agradable para él tomar esa decisión, pero algo, más débil que él y que a medida se hacia más fuerte, lo domino , más bien, obligo para que tome con cuidado a la omega entre sus brazos y subir las escaleras, rodeandola protectoramente sin dejar de mirar al frente.
Por el simple hecho de que si volvía a posar sus ojos en ella nuevamente, tiraria todo por la borda y pondría en práctica su primer pensamiento.
Salió de esa mansión sin mirar atrás y haciendo caso omiso a la mucama que volvia a aparecer reprochandole tras de él como si no fuera un alfa y existiera la posibilidad de matarla sin ningún remordimiento y ese sentimiento se trasmitió en la mirada que le envió a la jóven logrando dejarla atrás en un mudo silencio.
Rodeó el auto abriendo la puerta trasera con una de sus manos dificultosamente y logró acomodarla en el asiento, a regañadientes y no pudiendo resistirse más, la miró:
Su pelo azabache desordenado en su frente, su nariz de botón, sus parpados cerrados y decorados por unas pestañas medianamente igual de oscuras; pómulos pronunciados manchados ligeramente en carmín y su nivea piel adoptada por un tono pálido haciendo resaltar la lluvia de pecas desperdigadas por todo su rostro y pudo ver que hasta cuello. La deshilachada camisa ocultaba las manchas surestes, su holgamiento delataba no ser de ella y dejaban una media vista sobre el comienzo de las clavículas de esta. Al mirar, su escaso control lo limito a cerrar los ojos y tragar en seco, decidió separarse antes de volver a ser cohibido por aquel impulso aún latente.
Cerró la puerta del copiloto y volvio a rodear el auto abriendo ahora la del conductor para cerrarla después de sentarse. Prendió el motor y sus manos tomaron el control del volante, empezando a conducir a su residencia mirando de vez en cuando a la que ahora estaba demasiado seguro, sería su mayor y mas hermoso problema.
Hola, es un poco corto pero lo compensare el siguiente cap.
y si es que alguien esta leyendo este tipo de mierda, gracias por darme segundos de su tiempo!!!
kevin...
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Slots in the mask
Werewolf"El amor saca lo peor de un hombre", eso dicen. Obra unicamente mia. Todos los derechos reservados.