DESPUES - XXXV ; We are Family.

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FELÍZ EDGGIEDAD!!!!!!!!!

Como regalo voy a subir los capítulos restantes y... ¡EL CAPÍTULO FINAL!

También quiero decirles que he subidoel segundo capítulo de Foretold, pueden encontrarlo en mi perfil. 

Que tengan una linda noche... nos estamos leyendo ❤


Uno… Dos… Tres…

Mi cuerpo rebotaba una vez más contra la camilla de aquel hospital, mis ojos cerrados, y un sinfín de cables conectados a mí. 

¿Por qué tenemos esa manía de valorar la vida, cuando estamos a punto de perderla?

Luego del accidente de Blake, y de haber estado tan cerca al momento de la explosión, mi vida tendía de un hilo. Me encontraba en un estado de quien sabe qué, donde no podía sentir absolutamente nada pero a la vez lo veía todo.

Mi cuerpo herido, y casi sin vida yaciendo en aquella camilla mientras que los médicos hacían sus intentos más profundos por salvarme. Ya había oído a uno decir que no tenía esperanzas, que los intentos eran en vano.

Jamás había creído en milagros, ni en seres superiores, ni en religiones. Todo eso era una rara para mí. Pero en aquella ocasión, se necesitó del milagro más grande para salvarme.

-¡Oh por Dios!-Exclamó una enfermera al lograr revitalizarme.

Desde entonces, aquello lo cambió todo.

Los Muttone se encargaron de mis gastos y cuidados médicos, los cuales eran demasiados. Memphis y Shanna me visitaban a diario. Ambos me comentaban acerca de Margot, quien no abandonaba su habitación en casa de su padre desde la muerte de su prometido. Morrison llevaba cuidando de ella a lo largo de aquellos dolorosos meses.

Tras recibir el alta medica, luego de algunos meses de reposo y controles, los Muttone me ofrecieron un apartamento custodiado donde quedarme, ya que la muy perra de Kara seguía suelta.
Quise ver a Margot desde el primer momento en el que retomé  el conocimiento, pero Memphis me había recomendado que dejase pasar el tiempo, pues aquello sería lo mejor para ambos.
Morrison me llamaba a menudo, de un momento a otro se había convertido en mi nuevo amigo, el único que me quedaba tras las muerte de Blake. El muchacho jamás se resistió a comentarme acerca del estado de su hermana, quien no se movía de su cama, y se negaba a comer.

-Está depresiva-Confesó el castaño desde la otra línea -El psiquiatra que papá le ha puesto, la ha medicado. Al menos ahora accedió a alimentarse una vez al día.

Suspiré profundamente, deseaba con cada parte de mi ser el verla y poder acompañarla en aquel momento tan espantoso.

Al pasar los meses, y cuando sus médicos y Memphis consideraron era lo óptimo, me permitieron verla.  Y fue entonces cuando todo dentro de mi cobró sentido una vez más.

El verla justo ahí, de pie frente a mí, llenaba mi alma. Era cierto, había perdido demasiado peso, su tez se encontraba pálida y enormes bolsas se marcaban bajo sus ojos.

Me quedé estático, no podía dejar de observarla. Incluso en aquellas condiciones era una mujer preciosa.

-No te imaginas cuan feliz estoy de verte-Confesé acercándome.

No respondió.

Cuando estuve junto a ella, la tomé en mis brazos, dándole aquel abrazo que necesitaba. No quería soltarla, no podía soltarla. De cierto modo, tenerla bajo mis brazos significaba abrazar mi mundo. Jamás había logrado sentirme tan completo como lo hacía cada vez que nuestras miradas se cruzaban.

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