Parte 1 El primer sueño

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Todo comienza con una gran oscuridad que de inmediato es iluminada por una gran esfera brillante que reflejaba los colores de la misma Tierra. De repente y sin previo avisto, logro ver y escuchar la voz de un hombre que parecía disfrutar de las vistas de tan peculiar objeto. Tanto era así que la toco con su mano derecha para empezar a hablar consigo mismo.

-¡Ah, la Tierra! Poseedora de todas las formas de vidas conocidas hasta ahora. Estoy deseoso de poder gobernarla de una buena vez.

-¿Y cómo piensas hacerlo? Ni siquiera eres lo suficientemente fuerte para ello y lo más seguro que es que intenten detenerte- Interrumpió otra voz masculina tranquila y seria.

-No te preocupes, no pienso hacerlo sin antes ser el vampiro más poderoso de todos y de esa manera, no habrá nadie capaz de traicionarme.

-No dudo de tus intenciones, pero mucho me temo que eso es casi imposible para ti.

-En lo absoluto, conozco la forma que de que mis deseos de vuelvan realidad y solo necesito a una persona para ello.

Entonces, la esfera brillante dejo de reflejar la geografía del planeta para mostrar la imagen de una calle que conocía muy bien.

-Recientemente, he estado buscando a alguien que me ayude a encontrar las antiguas reliquias de la corona y una candidata digna se ha presentado ante mí- Dijo el misterioso hombre con aires de grandeza y seguridad.

-¡¿Las reliquias de la corona?! ¡¿No querrás decir?!- Preguntó muy alterado.

-Así es, llevaré acabo el ritual prohibido y nada se interpondrá en mi camino- Dijo después de soltar una maliciosa risa.

-Pero, ¿Si se negase a cooperar?

-No lo hará y si lo hace, me temo que será el último error que cometerá en su vida.

De esta manera, el misterioso hombre desapareció, quedando únicamente la esfera aparentemente de cristal que, mostraba un cruce de caminos sumamente normal y conocido para mí. Era la calle situada al lado de la estación de tren en el centro de la ciudad donde vivo. Qué curioso, me dije. Yo había pasado mil veces por ese lugar y nunca había visto nada de valor allí. ¿En serio, en ese lugar pasaría algo?

Momentos después, mi hermano y yo entramos en escena allí. Ambos estábamos caminando tranquilamente como siempre, dando un simple paseo un día de primavera. Lo sé por la ropa que llevábamos puesta en ese momento y casualmente, solo estábamos a metros de llegar a ese lugar.

-¡Qué día tan agradable! ¡Qué bueno que hayamos podido salir!- Le dije a mi hermano con una sonrisa.

-Sí, pero debemos volver pronto a casa o si no llegaremos tarde para almorzar- Dijo mi hermano algo preocupado.

-¿Ya piensas en comer? Y tú eras el que me decía hambrienta a mí. Bueno, adelanté y yo te alcanzo luego. Quiero disfrutar del clima hoy- Entonces, mi hermano continuo caminando hacia un puesto de diarios en la calle mientras yo iba más lentamente tras él.

No estoy muy segura el por qué, en ese momento, tuve la necesidad de bajar mi mirada hacia el camino mal trecho de tierra y allí, fue donde encontré un par de monedas. Tenían el aspecto de monedas normales, salvo sus extraños colores azul y naranja y el hecho de que aparentemente tenían muescas que encajaban una con la otra. Por lo que podía entender, no eran dos monedas, si no que eran más bien una misma moneda que se había divido en dos. Solo para comprobarlo, tome ambas partes e hice coincidir las muescas de ambas monedas y parece que no me equivocaba. Ahora, poseía una moneda de dos colores con un sol y una luna en ella. Moneda que decidí guardar en mi bolsillo por si acaso y continúe mi camino hasta el puesto de diarios donde aún se encontraba mi hermano.

Prisionera de mis pesadillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora