Prisionera de mis pesadillas

Parte 2 ¿Está pasando... Otra vez?

No me pregunten cómo, pero sumamente agitada logré llegar a casa. Toque el timbre insistentemente para poder entrar mientras miraba detrás de mí y ver si alguien me seguía. Aún no podía creer lo que había pasado, era todo sumamente raro. Sólo deseaba descansar mi mente de lo vivido. Momentos después, mi madre fue quien me recibió en la entrada y estaba muy aliviada al verme. Ella me hizo entrar y pasar a sentarme un momento en la cocina.

-¡Carol! ¡Qué bueno que estés bien! Cuando tu hermano me dijo que te habían secuestrado, tenía tanto miedo que no pude llamar a la policía- Dijo mi madre muy angustiada.

-Estoy bien, sólo necesito respirar un momento- Pase a tomar asiento en el primer lugar que encontré.

-Y dime, ¿cómo pudiste escapar de ellos?- Preguntó mi hermano al mismo tiempo que me entregaba un vaso con agua.

-Eso no importa, sólo quiero olvidar lo que paso- Termine la frase con un gran trago al final, rogando que así fuese.

-Creo que debió haber sido muy dramático para ti, no suelen pasarte esas cosas – Agregó mi hermano mientras se sentaba a mi lado.

-Déjala en paz, ella está bien y eso es todo lo que debería importar- Sonrió mi madre al ver que lejos de mi cansancio, parecía estar sin ningún rasguño- Pero, si quieres, podemos llevarte al médico para que te revisen...

-¡No! – Grite – ¡Estoy bien! ¡Ahora, dejen de molestarme! – Yéndome furiosa a mi habitación sin decir nada más y cerrando la puerta tras de mí.

Obviamente, no todo estaba bien. Víctor, la única persona desinteresada que en mi vida me había ayudado, ya no estaba conmigo y todo por mi causa. No sabía qué hacer, deseaba salvarlo, pero no podía regresar. Me sentía tan impotente que no pude contener mis lágrimas. Lloré, lloré sin consuelo alguno hasta quedar dormida sobre mi cama. Cuando volví a abrir los ojos, no estaba consciente de cuánto tiempo había pasado por lo que, regresar a la cocina a averiguarlo era la única solución. Sorprendentemente, sólo habían pasado unas cuantas horas y mis ojos no se sentían tan pesados como creí que estarían por la desazón.

-¡Oh, qué bueno que despertaste! Había preparado algo de té para ti y ya que estas aquí, podrás tomarlo- Dijo mi madre.

-Sí, gracias- Respondí sin mucho ánimo poco antes de volver a tomar asiento.

- ¿Qué pasa, Carol? Suenas muy agotada. ¿No pudiste dormir?

- No, no fue eso. Es sólo que quiero que este día acabe pronto- Con una mano tomando una cuchara para colocar azúcar a mi té – Quiero olvidar lo que paso.

- Te entiendo. Bueno, veamos la televisión- Mi madre enciende la T.V con el control remoto en un canal de noticias que en ese momento pasaban publicidad de espectáculos. Exposiciones de arte y moda, paseos por lugares turísticos y demás. A su término, mientras tomaba el primer sorbo de mi té, transmitían la presentación de una banda desconocida haciendo alarde de que era la nueva revelación de la música rock del país. "Black & Bloody Vipers la sensación del momento. No se pierdan ninguno de sus conciertos, nueva gira "Red Temptation" y así seguían hablando. Deje de inmediato mi taza al oír que se presentarían cerca de mi casa justo este mismo día y al ver que su cantante principal tenía un aspecto muy similar a alguien quien había visto antes. Estaba sorprendida, no podía creer que sea él, estaba bien y a sólo unos cuantos metros de mí. Pero, ¿Y si no lo era? ¿Si era alguien más? Víctor me advirtió que no mirase atrás aunque realmente quería averiguarlo. Toda esa atención puesta en el televisor de mi parte, fue notada por mi madre quien no tardo en preguntarme- ¿Quieres ir a verlos?

- Si, pero no lo sé. ¿No crees que sea un poco tarde, madre? Sólo quedan un par de horas para su presentación.

- Tú ve, aún deben quedar boletos a esta hora. Si haces la fila temprano, conseguirás lugar y si ya no quedan, puedes volver a casa caminando- Sonriendo al final de la frase.