Costumbres de vampiros. Pt 1.

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Mis ojos se abrieron lentamente, mi cuello picaba ligeramente en aquella zona que había sido víctima de aquellos afilados colmillos la noche anterior, observé el techo decorado de esa forma tan elegante y Tan propia de los gustos de Solo esa persona, Myungsoo.
La habitación estaba en total oscuridad, aunque con un tenue rayo de luz que me permitía distinguir las formas en aquella habitación, un enorme candelabro adornaba el techo, un sillón pequeño y acolchonado descansaba Justo a un extremo de la habitación y del otro lado, una pequeña mesita de noche con un porta velas y un par de papeles descansaban, las cobijas eran suaves y aterciopeladas, de un negro con detalles dorados bordados por toda la extensión.

-¿Myungsoo?

Susurré y me giré con lentitud hacia un costado, observando a mi lado el cuerpo de piel nívea del pelinegro, su espalda desnuda y su cabello despeinado, ambos contrastando el uno con el otro, invitándome a acariciar toda su extensión, su piel era fría y dura pero perfectamente liza. Mis ojos se desviaron hasta un reloj que hacía Tic Tac Justo a un lado de la puerta, y aún con dificultad pude distinguir que las manecillas indicaban las 3:45 PM.

-Por todos los cielos, es tarde, tengo que ir al bosque.

Sacudí el cuerpo de Myungsoo con la intención de hacerle despertar, pero entonces una rápida y para nada descabellada idea recorrió mi mente, Myungsoo era una criatura nocturna, por lo tanto era lógico que durmiese durante el día.

-Creí que debería dejarlo descansar.

Susurré mientras me sacaba las cobijas de encima, preguntándome en qué momento Myungsoo me habría traído hasta acá, pues no recordaba exactamente cuando me había dormido, me senté sobre la cama e intenté ponerme en pie, sintiendo como un mareo me nublaba la visión al punto de casi hacerme caer al suelo de no ser por aquel sillón que había detenido mi caída.

-Debo levantarme más despacio.

Dicho esto comencé a desvestirme para colocarme la ropa que traía el día anterior, notando entonces la pijama de seda color blanco que llevaba puesta con botones plateados, Myungsoo me la habría puesto anoche en lugar de la de Sungkyu, ¡cierto!, ¿como carambas me sacó de ahí?, bueno, era ágil, tenía que reconocerlo, lo que me llevaba a otra conclusión, me había visto en ropa interior, mis mejillas inmediatamente comenzaron a ruborizarse mientras me quitaba la pijama, colocándome mi ropa para después observar el gigantesco ventanal cubierto con aquellas cortinas largas y pesadas que impedían El Paso total de la Luz por la habitación, suspiré y rodee la cama con cuidado de no hacer ruido, observando cómo una de sus piernas desnudas salía de entre las cobijas, desde este ángulo podía admirar su armonioso y Perfecto rostro dormir, sus labios rojos, humectados y entreabiertos se veían tan apetecibles, suaves venas se marcaban sobre sus blancos párpados, y una nueva idea rondó por mi cabeza, ¿acaso estaba desnudo?, tragué duro y giré la cabeza mientras la sacudía, tomando la manija dorada de la puerta para abrirla.

-¿Ya te vas Yeol?

Escuché su profunda y seductora voz preguntar, haciéndome girar a verlo, él ya se encontraba de frente hacia mí sobre la cama, mirándome fijamente, dejando ver su abdomen el cual si bien no estaba tan marcado se encontraba en muy buena forma. Mi imaginación se echó a volar mientras llevaba por inercia mis dedos a aquella mordida, rascando esta mientras le miraba totalmente embobado.

-T-Tengo que seguir buscando a mamá.

Myungsoo asintió suavemente y rascó su cabeza con suavidad, sonriéndome de lado y mostrando aquel hoyuelo que tanto me gustaba.

-Voy contigo.

Y dicho esto se colocó de pie, dejando resbalar por su cuerpo la cobija y las sábanas, efectivamente, estaba desnudo, pude sentir como mi corazón se aceleraba con tan solo mirarle, si en mis sueños su cuerpo se veía de maravilla, pues esto era mil veces mejor. Myungsoo comenzó a vestirse poco a poco, sacando de aquel enorme ropero las prendas que utilizaría, y yo, bueno yo parecía gárgola, por que no podía moverme, quería mirarlo, pero entrado este punto sentía que acabaría con un gran problema entre mis pantalones si continuaba.

-Te espero abajo.

Dije rápidamente antes de salir corriendo de la habitación y pasar por todas las puertas del segundo piso hasta bajar las escaleras, esperándole en el vestíbulo hasta que bajase. Mis nervios me tenían ansioso, caminaba de un lado a otro mirando al piso hasta que un suspiró lleno de desesperación me hicieron mirar al techo sobre la puerta, notando que Justo en aquella pared que estaba de frente a la escalera había un retrato enorme de un hombre bien parecido y con ropas bastante elegantes sosteniendo una máscara de carnaval color negro en una de sus manos, era idéntico a Myungsoo, el retrato se veía bastante antiguo, el marco estaba ligeramente empolvado y era de un color dorado aunque un poco desgastado.

-Vaya.

-¿Que miras?

Su repentina presencia a un lado mío casi hace que mi corazón saliese de mi pecho.

-¡Me asustaste!

-Es nuestra naturaleza, lo siento.

Dijo entre risas mientras miraba hacia la pintura.

-Es un viejo pariente, el que mandó construir esta casa para la familia.

-¿De verdad?, ¿Cómo se llamaba?

Dije curioso mientras miraba al hombre en la pintura, pero la risa burlona de Myungsoo me hizo mirarle con el ceño fruncido.

-¿De que te ríes?

-En realidad soy yo hace un par de décadas, solo te dije lo que normalmente digo.

Hice un puchero de disgusto y volví mi mano derecha puño para golpear con levedad su brazo, pero al parecer el golpe me había dolido más a mí.

-Auch... Bueno, ¿y que edad tienes Myungsoo?

-No creo que necesites saberlo.

Dijo sonriente mientras se ponía unas gafas de sol y tomaba el paraguas con ambas manos, caminando con el clásico porte y elegancia tan suyo.

-¡Ohh vamos!, soy curioso.

Se quedó pensativo un par de segundos antes de girarse hacia mí y asentir.

-Bien, nací en 1689.

Dicho esto Myungsoo abrió la puerta y salió mientras abría el paraguas, dejándome más que estupefacto por aquellas palabras, rápidamente hice cuentas en mi cabeza, tratando de adivinar el aproximado de su edad.

-Dios santo, tienes como 300 años, ¡oye espérame!

Grité mientras corría tras de él para alcanzarlo, cerrando la puerta antes de ir hasta donde estaba él esperándome.

-Myungsoo, eres realmente maravilloso, quiero que me platiques más de ti.

-¿Maravilloso?, mmm... Interesante forma de verme, ¿que quieres saber?

-No lo sé, todo, tu familia, las cosas que hacen ustedes, como era la época en la que vivías.

-Fueron varias.

-De todas entonces.

Estaba Tan curioso, realmente quería conocerlo, quería saber, quería escuchar de su propia boca todas y cada una de sus vivencias.

-Eres un humano Tan diferente, jamás me habían preguntado tanto sabes.

-Solo te he pedido un par de cosas.

-Pues es más de lo que hubiera esperado.

Myungsoo pareció sonreír fugazmente mientras ambos caminábamos ya en dirección al bosque por la parte trasera de su enorme mansión, intercambiando palabras y bromeando entre nosotros.

Neblina. (Myungyeol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora