Son golpes que ella toma como muestras de amor. Son cicatrices que ella ve como recordatorio de lo que él dijo que no debe volver a ser. Es una rutina que, sin que ella quiera verlo, la destruye. Es una mentira que la envuelve con cada día que pasa...
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18 de enero del 2018
Querido diario:
Ayer salí del hospital. Según los médicos, estuve inconsciente por horas, no me quisieron decir exactamente cuántas. Lo último que recuerdo antes de despertar, en esta habitación con olor a desinfectante y pitidos de maquinas, es a Damián. Él golpeándome porque su amigo Francisco me había mirado más de lo necesario. También lo recuerdo llamándome zorra y reprochándome que quisiera seducir a su amigo. En realidad no quise hacerlo, en ningún momento se me cruzó por la cabeza esa idea. Yo lo amo a él y solo a él. No entiendo como no lo comprende. Yo no quise hacer nada para molestarlo, pero quizás debí intentarlo mejor. . . (*-¤)