Capítulo 4

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Incluso si sabía que quería a Scott como su mejor amigo, como si fuera su propio hermano del alma, en ese mismo momento estaba comenzando a dudar sobre sus sentimientos de hermandad.

Sabía que Scott no podria leerle la mente pero esperaba que luego de lanzarle una mirada que decía "acabas de interrumpir algo realmente importante aqui" pudiera entenderle y hacer algo al respecto, como volver por donde había llegado pero al parecer ese día estaban en diferentes sintonias porque lo que Scott, que no leyó absolutamente nada, se acercó a donde estaba él y le dio un fuerte abrazo mientras la gran sonrisa en su rostro se hacía más grande.

En medio del abrazo con Scott escuchó un gruñido y quiso voltear la vista para verlo pero, incluso antes de poder intentarlo, su panorama se bloqueó con las figuras de Isaac y Erica que de la misma manera que Scott se abalanzaron hacia él y se unieron al abrazo grupal. Pudo escuchar otro gruñido pero esta vez estaba tan fuertemente apretado entre los lobos adolescentes que no pudo hacer nada más que resignarse.

La única persona que estaba cerca suyo y que podía ser el culpable estaba fuera de su alcance para ser interrogado, rendirse momentáneamente era la mejor opción.

Al final, cuando pudo escapar de las garras de los tres lobos y pudo volver a respirar mas cómodamente se dio cuenta de que Derek ya no estaba en la habitación. Se había esfumado como por arte de magia como acostumbraba hacer de vez en cuando, no tenía sentido buscarlo ahora por lo que decidió no tomarle mucha importancia y siguió haciéndose cargo del resto.

A lo largo de ese día recibió muchos abrazos más acompañados por "me alegra verte despierto", "ya era hora de que volvieras", "que bueno es que no haya pasado nada mas", y un único "si hubieras tardado más me habría quedado con tu computadora", también hubo algún que otro llanto de felicidad y varias palmadas en la espalda que, de no ser que controlaron su fuerza, le hubieran dislocado algún hueso. A pesar de todo, las palabras y las muestras de afecto fueron suficientes para hacerle saber lo mucho que les importaba a todos y sólo por eso estuvo sonriendo a cada momento. Mas tarde, cuando su padre apareció dejando las cosas a cargo de Parrish siguió lo que parecía una nueva costumbre y le dio un fuerte abrazo diciéndole que tenía que dejar de darle tantos sustos. Un poco culpable, mientras aún lo abrazaba, le dijo que solo por esa noche le permitiría comer algo de lo que le prohibía constantemente como compensación.

Los días transcurrieron con bastante normalidad y fueron relativamente tranquilos pero a medida que pasaba el tiempo las cosas comenzaron a tornarse ligeramente diferentes. Stiles, como no podía ser de otra manera, era el causante de esa pequeña peculiaridad y el mismo no parecía notarlo.

Derek fue el primero en darse cuenta de que algo no estaba bien. Noto que los comportamientos habituales del chico habían comenzado a cambiar y uno de ellos había sido su alimentación.

De la noche a la mañana su dieta cambio abruptamente, comenzó por comer más comida chatarra de la habitual, cosas que le prohibía a su padre traer a casa y que ahora aparecían en la alacena, la heladera y sobre la mesa de la cocina como si fuera algo habitual. A pesar de que no era el comportamiento habitual de si hijo el sheriff no se quejó por eso, en cambio decidió que podía darse el gusto de probar esos "alimentos prohibidos" el tiempo que durara. No era un hombre que no sabía aprovechar las oportunidades que se le daban, sobretodo si venían en bandeja de plata. No sentiría ninguna culpa si podia comer esa hamburguesa con doble carne.

Este cambio siguio repitiéndose y no sólo no se detuvo sino que con el pasar de los días fue cambiando a cosas más "experimentales". Stiles les había dicho que estaba probando nuevas recetas que se traducian en "estoy haciendo mis propias creaciones pero ustedes no lo entenderian". Dichas creaciones consistían básicamente en combinar ingredientes cada vez más extraños que no tenían compatibilidad entre ellos y terminaban en un plato que no creían que fuera realmente comestible.

Pero a pesar de su incredulidad el chico realmente podía comerlos con una sonrisa en su cara y un gesto de satisfacción que los dejaba con la boca abierta de par en par. Hubo un momento en el que incluso intentaron explicarle que lo que ir él estaba haciendo podía darle indigestión o dolor de estómago y que tenía que detenerse. Intentaron convencerlo de que las recetas que él estaba haciendo, que estaban más allá su su imaginación, sólo podían verse como algo que no debía ser ingerido.

Stiles indignado nobles hizo caso y los ignoró. Cuando supieron que las palabras no iban a alcanzarlo y hacerlo cambiar de opinión decidieron que harían láminas con dibujos para que el mensaje que querian transmitir fuera entendido fácilmente, fueron a su casa a intentarlo nuevamente pero todo su esfuerzo terminó botado en el tacho de la basura a muy poco de ser incinerado.

Ese día Scott, Liam e Isaac habían sido echados de la casa de Stiles por el mismo Stiles que muy cerca estuvo de amenazarlos con el bate sin importarle el hecho de que se enfrentaba a tres hombres lobo por su cuenta, al mismo tiempo que los echaba les gritaba que lo que comía era perfectamente normal.

Esa misma tarde, mientras nadie más veía, un trío de lobos deprimidos lloraron su esfuerzo en un par de láminas ahora inservibles. Se habían esforzado de todo corazón con las imágenes y ahora ya no estaban.

Poco tiempo después de que aparecieran los cambios alimenticios y casi a la par de las nuevas recetas vinieron los cambios en sus hábitos para dormir. Había dejado de dormir un par de horas al día a dormir como una persona normal dormiría. Esto no era algo particularmente malo pero era algo que no era común por lo tanto debía de tenerse en cuenta.

La manada estaba más desconcertada por lo que comía que por sus hábitos de sueño. Creían que si Stiles podía dormir bien entonces no era importante y lo dejaron en el olvido.

Pero lo que si les llamó la atención y logró que su preocupación fuera un poco más grande que con el asunto anterior fue que notaron que Stiles se encontraba más emocionalmente sensible de lo normal.

La más pequeña conversación o comentario dicho como broma hacia su persona podía convertirlo en un mar de llanto, sobretodo si los comentarios se relacionaban sobre su aspecto físico reciente. Cualquier palabra de más o insinuación sobre su pequeño aumento de peso hacían que se enojara, se entristeciera o que comenzara a quejarse de que estaba gordo y que asi nadie lo querría.

Aprendieron que debían estar atentos a lo que dijeran y consolarlo cuando fuera necesario, mientras le hacían entender que su aspecto no podría cambiar lo mucho que lo querían.

Nadie me lleva la contraria, chuchos.Where stories live. Discover now