Un café para dos, digo tres.

°1°

Alex.

—¿Puedo tomar tu mano?

Ruedo los ojos, llevamos casi un año juntos y sigue pregunta eso.

Odio que sea tan adorable.

— Claro que puedes, somos novios, ya deja de preguntar eso.

— Sabes que me da vergüenza —asiento —Pero está bien, dejaré de preguntar.

Beso su mejilla.

Lo miro pero está quieto ¿Y a este que le pasó?

Claire llega a nuestro lado, también se queda mirando a Jhonny. Suspiró y me encojo de hombros, golpeo su cabeza.

— Auch.

— ¿Porque te quedaste quieto?

— Besaste mi mejilla frente a todos, nunca lo haces y fue nuevo, me gustó y me sorprendió. ¡Otra vez!

— No.

—Porfavor.

Beso su mejilla otra vez, suelta un grito despacio.

—Eres la mujer en esta relación.

— Lo se, lo admito y lo disfruto.

Me río.

Toma mi mano. Argh, me gusta sentirlo cerca pero odio eso, mi mano suda y me da calor.

Horrible.

Lo detesto.

—Esta bien que no lo disfrutes pero quita tu cara de amargada, querida.

Miro mal a Claire.

—¿Seguías aquí?, largo.

Siento un pequeño golpe.

— No seas tan amargada.

— Pídeme algo que pueda lograr — el timbre suena — Bien, adiós.

Beso sus labios, un beso corto pero bueno, después llora con que no le demuestro mi amor y bla, bla, bla. Este chico debió ser mujer, es tan delicado y pequeño, además de ser ¡Argh!, adorable.

Lo odio.

—¡Espérame!

—No.

Suelto una risa.

— Eres tan amargada, ¿Como somos amigas?

— Me lo pregunto desde hace más de ocho años, supongo que nos soportamos.

Se encoge de hombros y yo igual.

—Tienes razón.

— Tu eres toda rosa, amor y cosas que no me gustan. Faldas, brillitos y risas, desbordas azúcar.

— Y tu tan amargada, pequeña y llena de odio hacia todos y....

La detengo.

— No hacia todos, solo a esas personas con tanta energía. Además de los chicos mujeriegos y las chicas sueltas.

— Yo soy llena de energía.

— Tu eres adorable, me sorportas. No cuentas.

Se ríe.

Ella debía andar con Jhonny. Son iguales.

—¿Porque Jhonny no está contigo?

— Para tu carro, no vayas por ese camino.

— Lo digo en serio, son iguales. Dulces, tiernos y los odio. A ambos, adiós.

Sigo derecho sin dejarla hablar, este chico me pone cursi, será mejor que me preocupe de la tarea.

No la hice por estar hablando con el casi toda la noche.

¿Qué me estás haciendo, Jhonny?

Te detesto.