Strawberry Milk [JJ Project/Bnior]

25. Find you

Jinyoung entró rápidamente a la cabaña, corriendo hasta el cuarto para encontrarlo desocupado, sus ojos se abrieron mientras buscaba en el baño, el cual estaba vacío, se dirigió al cuarto de los niños, en las mismas condiciones, la sala, imposible pasó por allí al entrar, la cocina, se podía divisar desde la sala, terminó rendido dentro de su habitación, observando la cama con las sabanas desordenas, y solo un par de ropas tiras. Cada habitación se encontraba como la dejó antes de salir, solo faltaban ellos, dónde podían estar, era difícil de saber, era tarde, el bosque era un lugar oscuro y peligroso, internamente se arrepintió por no preguntar algún detalle más al pelirrojo, claro, su cortesía por no invadir la intimidad y pasado de él, le habían dejado sin posibilidades de saber dónde podían estar ahora.

Suspiró largamente yendo al sofá de la sala. Un par de minutos paso mirando a la nada consumiéndose en sus pensamientos, pero necesitaba hablar con alguien, terminó por llamar a Jackson, necesitaba a alguien a su lado, aunque sea a través del teléfono.

—Jackson. —susurró con la voz temblorosa.

—Jinyoungie, ¿ocurrió algo? —preguntó preocupado el mayor.

—No quiero seguir aquí... No puedo seguir aquí...

—¿Algo malo paso?, ¿Jaebum hizo algo?

—Él... Él sólo desapareció, se esfumó con los niños... Yo, yo salí y al volver no estaban. —Jackson suspiró al otro lado de la línea, jamás pensó que el pelirrojo haría algo así, dejar solo a su mejor amigo y de aquella manera, comenzó a dudar en su percepción sobre las personas.

—Bebé, intenta dormir y relajarte, yo llegaré allá, tomaré un vuelo y te ayudaré con lo que quieras si deseas buscarlos, si quieres irte te allí, con todo, duerme y cuando despiertes estaré contigo. —susurró Jackson tratado de transmitir calma a menor.

—Gracias Jack. —murmuró antes de colgar la llamada, acurrucándose en el sofá, no deseaba entrar al cuarto, dolía sentir el aroma del mayor allí, y mucho menos quería quitarse la ropa y ver las marcas que aún adornaban su cuerpo.

Intentó dormir, realmente lo intentó con todas sus fuerzas, pero no podía dejar de pensar en cómo desaparecieron los chicos, al igual de lo idiota que fue al dejarlos solos, y más idiota se sentía por las lágrimas que salían de sus ojos, las limpiaba con algo de fuerza, necesitaba que se detuvieran, una vez más le habían abandonado, y por un par de momentos felices creyó estar enamorado... Convencerse de eso sería el camino fácil, y necesitaba pensar que fuera así, no dolería cuando tuviera que contarle a Jackson todo, sabía que el rubio pediría detalles, y menos al momento de enfrentar a Mark.
Apretó sus manos cubriendo su rostro con las mantas, necesitaba calmar sus pensamientos y aquellas lagrimas que no dejaban de fluir.

Por la mañana, algo desconcertado se levantó sus ojos ardían y se sentían pesados, deseó que todo fuera un sueño, uno malo, pero la realidad fue más dura. La cabaña se encontraba en silencio, las camas vacías y deshechas, juguetes tirados por el cuarto de los niños y en su cuarto las ropas de Jaebum en el piso. Sus manos comenzaron a temblar, y el dolor del pecho volvió. Sin pensarlo se colocó la sudadera del chico, tomó sus zapatillas y salió de la cabaña, era el último recurso que le quedaba, adentrándose al bosque comenzó a gritar el nombre del mayor y de los niños, era la última esperanza de encontrarlos, podían estar tirados por allí, en malas condiciones.

Tras recorrer varios caminos, sus ojos volvieron a nublarse, no obtenía respuesta alguna, solo silencio, era la segunda cosa que más odiaba, la fuerte lluvia acompañada de truenos y el silencio. Cansado, decidió rendirse, Jackson llegaría pronto, sí ya no estaba en la cabaña, lentamente descendió a través de los árboles y llegó a la cabaña, como pensó, allí estaba Jackson apretando sus manos, haciendo tronar sus dedos, nervioso sentando en el sofá, al momento en que vio al castaño corrió y abrazó su cuerpo con fuerza, como era de esperar, Jinyoung estalló en un fuerte llanto, abrazándose con fuerza al mayor.

Jackson sentía culpa, ahora su amigo estaba sufriendo porque él lo lanzó a los brazos de un chico que ahora había desaparecido, sus puños se apretaron y con más fuerza sostuvo al menor, consolándole, acariciando su espalda mientras le sentaba en sus piernas.

—Bebé, calma, estoy aquí, para de llorar. —susurraba con calma sin detener sus caricias en la espalda del menor.

—No pensé que se iría. —murmuró con la respiración entrecortada.

—Creo que ambos pensamos lo mismo. —el menor únicamente asintió dejando ver su rostro, —¿Qué quieres hacer?

—Quiero irme... sé que tengo trabajo por hacer, de todos modos, el señor Kim ha estado llamando para que vuelva al trabajo... —sonrió de manera forzada, tratando de que la expresión de Jackson se relajara con aquel acto.

—¿Estás seguro?, no te arrepentirás de irte —cuestionó el mayor.

—No tengo nada que perder —susurró bajando la mirada, —además no quiero estar aquí solo, lo sabes.

Jackson asintió con suavidad, levantándose tras el menor. —Come algo, yo guardare tus cosas, y toma una ducha, el vuelo sale en un par de horas, supuse que nos iríamos. —susurró la última parte viendo al menor entrar a la cocina con paso lento, comenzando a comer sin muchas ganas el desayuno que el rubio había preparado. Con un largo suspiro, Jackson guardaba las cosas, negando de vez en cuando al toparse con ropas del chico, dejando cada una amontonada en el armario, si decidía volver, por lo menos ropa tendría, además sería un mal recuerdo para su amigo.