CAPITULO 40

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Llegó el tiempo en el que todos los estudiantes de preparatoria en su último año iban a hacer el examen de admisión para la universidad. Papá quería enviarnos a una universidad privada, pero Leo y yo no queríamos que gastara mucho, así que dijimos que no.

Para Leo fue fácil encontrar una universidad, él ya había decido a cuál desde hace un año, pero yo, hace una semana estuve como loca buscando universidades. A fin de cuenta había decidido estudiar turismo. Por suerte la misma universidad a la que se iría Leo estaba la carrera que yo quería estudiar.

Llegó el día en el que fuimos a hacer exámenes. No estaba tan difícil como pensé, sobre todo porque la mayor parte del examen era en inglés, era pan comido para mí. Por otro lado, Leo nos habló sobre su examen y se escuchaba difícil, bueno no solo se escuchaba, según Leo también estaba difícil.

Y rápidamente pasó casi un mes desde que hicimos los exámenes.

- Buenos días chicos, ¿Cómo les fue en su examen de admisión?

- Apenas nos darán los resultados dentro de dos semanas

- Pues espero que les vaya bien... Más sin embargo tengo una mala noticia, les vengo a dejar el calendario de los exámenes finales. Son para dentro de dos semanas – dijo el profesor

- ¡Qué! – dije casi gritando - ¿Tú lo sabías Henry?

- No, pero lo que hemos visto es muy fácil

- Para un cerebrito como tú sí, pero para mí no

- ¿Quieres que te ayude con alguna materia?

- ¿Harás mi examen? – lo miré esperanzada

- No, debes hacerlo tú, si quieres te puedo ayudar a estudiar

Las dos semanas pasaron muy rápido y ya estábamos en temporada de exámenes finales. Iba casi todos los días a la casa de Henry para que me ayudara a estudiar.

- ¿Otra vez tú? Ya deja de acosar a Henry

- Mina, déjala entrar

Tras dos horas nos pusimos a comer patatas fritas

- Oye

- ¿Qué?

- ¿Ya le dijiste a tu padre?...

- Ah sobre eso... estoy pensando en decírselo cuando salgamos de la prepa...

- ¡No!... Bueno... Aún no le digas

- ¿Por qué?

- Sólo no le digas

Ya estaba acostada en mi cama y aun no podía olvidar la reacción tan extraña de Henry, pensé que íbamos enserio, tal vez para él solo sea un juego... Me tapé la cara con mi sabana. 

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