Es parte de crecer, Boruto...

Advertencia a modo de prólogo

La ciencia ficción es el género cuyos contenidos se encuentran basados en supuestos logros científicos o técnicos que podrían lograrse en el futuro. Este sustento científico hace que la ciencia ficción se diferencie del género fantástico, donde las situaciones y los personajes son creados a partir de supuestos mágicos imaginarios.

Mis historias, como podrán darse cuenta, tienden más al género fantástico o incluso al derivado de ésta, la realidad mágica, un concepto que se usa cuando la historia se apega a la realidad en la que vivimos pero existen elementos imaginativos como la magia, un buen ejemplo sería mi historia "¡Mi novio es una Bruja!" donde viven en un mundo, se supone, igual al nuestro, en nuestro contexto, en nuestra época pero existe la brujería, la magia, los dioses.

Ahora bien, con esta introducción de wikipedia, hago de su conocimiento la razón de la siguiente mini novela. Puesto que es año nuevo y debe haber muchas cosas emprendidas, esta es mi aportación (o parte de ellas, quizá). Con esto quiero decir que quiero ver cómo manejo la ciencia ficción.

Con esto enlazo la advertencia.

Esta historia tiene contenido que puede tocar la moral de algunas personas, resultante del género del que hablamos en cuestión, la historia tiene una búsqueda por excusar los elementos y los personajes en base a supuestos científicos que alteré a mi modo de percibir la mejor manera de contar la historia usando elementos de ciencia, ciencia ficción, psicología, filosofía y por supuesto, como es de ley, de la información que globalmente se comparte en el fandom omegaverse.

Si bien, es una historia que puede catalogarse aun en el género yaoi de los fanfics, sépase desde ahora que quizá no es cómo esperan y la información del primer capítulo puede que no sea de su agrado, cause repudio, asco o simple sensación de extrañeza (lo cual me genera mucha ansiedad porque tengo miedo a sus burlas o a que no les guste ni un poco). Empero, deseo darles mis más grandes disculpas y les confieso que añoro con todo mi corazón que su mente esté tan abierta como las piernas de Sasuke cuando Naruto se le acerca en modo seme... (¡¿Qué?! La seriedad no va con estas historias).