¿Puedes verme? (Raito y tú).

Ya no eres necesaria.

Raito empujó a Yui contra la pared.
-todos estamos de acuerdo en que ya no te necesitamos, nos aburriste después de todo, ahora que al parecer que enloqueciste es la oportunidad perfecta para deshacernos de ti- dijo el vampiro mientras pasaba su lengua por el cuello de Yui.
-p..por favor no Raito- dijo asustada Yui.
-vamos Bitch-chan, ya sabes que implorar no sirve con nosotros- dijo burlón mientras mordía el cuello de la rubia.

Yui trató de separarse de él pero no pudo. La sujetó con fuerza de la cintura y la aventó a la cama.
-antes vamos a jugar un poco Bitch-chan- dijo mientras se quitaba la chaqueta y se subía a la cama.

Yui trató de patearlo pero este la esquivó fácilmente.
-POR FAVOR NO RAITO-KUN- gritó con lágrimas en los ojos.
El nombrado no le hizo caso y mordió su pierna.

........

La rubia yacía acostada sobre el piso del cuarto ya sin vida, toda manchada de sangre y con los ojos abiertos, Raito cubrió el cuerpo de Yui con la manta de la sábana y después se comenzó a poner su camisa.
Levantó a la chica y la llevó a la orilla del río que estaba en los patios de la casa.
La dejó recostada en el pasto y se dirigió con dirección a sus hermanos para que supieran que ella ya estaba muerta.

Un frío viento azotó la espalda del vampiro, lo que hizo que mirara hacia atrás, pero no había nada.

Apareció frente a sus hermanos, que se encontraban en la sala.
-eh, Reiji-san, ya me encargué de Bitch-chan-.
Su hermano mayor lo miró.
-bien, al parecer no era broma lo que decían- dijo sin ninguna expresión -contactaré a "esa persona" para que se encargue de entregarle el cuerpo a su padre-.
-Teddy, al parecer tendremos una nueva muñeca para jugar- abrazó a su oso.
-que esta vez el sacrificio tenga más pechos- dijo Ayato.

Raito se sentía nervioso, no sabía explicarlo, pero se  sentía observado y eso nunca le había pasado.
-¿donde está el cuerpo?- preguntó Reiji.
-junto al río- dijo.
-bien, en un rato "esa persona" llegará, mientras tanto vigila el cuerpo-.
Raito con una mueca salió de la sala y regresó hacia donde estaba el cuerpo de Yui.
Al llegar se sentó y dejó colgando sus pies en la orilla del muelle.
-que aburrido- se quejó con sigo mismo.

Escuchó un suave sollozo femenino a sus espaldas, lo que hizo que girara su cabeza hacia este.
Se sorprendió al ver a una  chica de rodillas escondiendo su rostro en el pecho de Yui.

Se puso de pie y se acercó a ella a paso lento.
La miró detenidamente, tenía el cabello largo con rizos hasta debajo de la cintura de un color café oscuro, casi negro, vestía un short blanco deportivo, algo manchado de tierra y pintura, que al parecer le quedaba grande y lo complementaba con un top deportivo que le llegaba un poco mas arriba de la cintura con un estampado de un corazón y un pajaro de color amarillo , que también le quedaba grande, su complexión no era ni pequeña, ni grande, no diría que estaba tan delgada como Yui, pero en definitiva no estaba gorda, simplemente se veía bien.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca se detuvo y se le quedó viendo, ya que no pudo articular una sola palabra.

La chica se separó del pecho de la muerta y levantó la mirada, dejándole ver que poseía unos ojos de color miel.