Uno.

22.8K 1K 18
                                    

Narra Escritora.

Cuando (Tn) regresa del mundo de los espíritus, lo único en lo que podía pensar era en cuanto extrañaba el santuario Yonomori, su Deidad y su amor, Mizuki; con quién había hecho la promesa de casarse al terminar su estudio.

Decir que estaba ansiosa era poco.
Hacía más de un centenio que no los veía, puesto que se le había dado la orden de quedarse en aquel mundo hasta terminar su estudio de modales y de el cómo actuar de un familiar en la clase alta.

Aunque siempre hay un "pero", antes de su felicidad. Al llegar al lugar, no encuentra señales de vida; lo que sí ve con claridad son las cenizas tiradas por todas partes y los escombros de lo que alguna vez fué su santuario.

—¿Qué pasó aquí?.— Dijo con suma tristeza y al borde de las lágrimas. 

—(Tn)-dono.. ¿Es usted?.—

Ella volteó hacia el lugar dónde provenía aquella sutil voz. Su cara se iluminó al ver a sus dos queridos espíritus asomándose desde la parte posterior del santuario.

—¡Siguen aquí!, ¡Qué alegría verlos!.— Los abrazó con cariño y besó su frente. —Díganme qué a sucedido aquí. ¿Dónde está Mizuki y mi señora, Yonomori?.

Los pequeños espíritus se voltearon a verse entre sí notablemente preocupados. (Tn) temblaba levemente y una lágrima recorrió su mejilla.

—¿Acaso ellos..?.—

—Yonomori-sama.. murió a causa de su enfermedad hace algunos años. Nadie supo de eso porque nunca salió del santuario.— El rostro de aquella demonio gato palideció notablemente al escuchar aquella revelación. —Ella no quiso que usted se enterara porque eso afectaría su estudio que con tanto esfuerzo tenía. ¡Sentimos no haberselo hecho saber!.— Ambos espíritus hicieron una reverencia realmente apenados.

(Tn) cubrió su rostro con sus manos y derramó aún más lágrimas. Cuando se levantó en la mañana, estaba feliz de volver. Ver nuevamente a su Deidad. Estar junto a ella y servirle como se debía..

—Por eso no quería quedarme allá..— Murmuraba entre sollozos. —.. ¿Porqué..?, ¡¿Porqué pasó ésto?!.— Se limpió el rastro de agua salada que corría por su cara y suspiró.

No debía dejarse caer por ello. Yonomori-sama quería que siguiera adelante y que encontrara a quién servir. Pero no era sencillo para ella, la verdad era, que todos estos años estudió con tanto empeño para ser digna de su Deidad. Lo hizo porque la adoraba. Lo hizo porque ella le dió confianza cuando nadie más lo hizo.

»Por ella quería cambiar.«

—Supongo que tendré que volver. Sin Yonomori-sama yo no tengo nada que hacer en éste mundo..— Y como si de un destello se tratara, el rostro de su compañero y enamorado, se adueñó de su mente.

»Mizuki«

***
Hola! Éste es mi primer fic, espero les guste ^^

Obsesivo Amor. (Tomoe y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora