420 Segundos De Placer

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   La pesadez que había sentido hace tan sólo unas horas o tal vez hasta días estaba desapareciendo de su cuerpo, se sentía más ligero y la cabeza le daba vueltas, algo parecido a la resaca. Sus párpados aún pesaban así que no trato de abrir los, su olfato y oído trataban de identificar algo pero nada daba resultado, su nariz y oído no estaban tan desarrolladas como las de un hombre lobo, malditos lobos. Recordar lo que le habían hecho lo hacían enojar más y más, ¿cómo se atrevían a hacer eso? Eran unos ridículos y unos traidores que no les importa algo más que su maldita manada de mierda pero esperen un segundo ¡él era parte de esa estúpida manada de mierda! ¿que no las manadas son como una familia? ¿acaso no son como un cuerpo que entre todos se protegen? Era ridículo pensar en que confío en todos, que los llamo amigos pero ¡lo intercambiaron para mantenerse ellos a salvó! Pero dejaron a la banshi con ellos para, para ¡al demonio, él no lo sabe!

Dejaron a alguien que no es como ellos, ¿pero por qué le hicieron esto? ¿acaso no podían solucionarlo como todas las veces que lo han hecho, juntos? ¿siempre lo... Sintieron odio por Stiles?

Las lágrimas recorrían sus mejillas, sus mejillas y nariz estaban rosadas y sus pestañas, sus hermosas pestañas de tejaban estaban húmedas. Se hizo bolita ahí en dónde estaba, en el frío suelo. Llevo sus brazos a su pecho y los cruzó por el frío que estaba haciendo.

Saber que se entregó a Derek, a la persona que más ama, amaba y ahora odia. No importan todas aquellas cosas bonitas que le dijo, no importan aquellos pocos roces que se dieron porque al fin y al cabo; él no hizo nada para detener los. Su mejor amigo veía como se lo llevaban y no hizo nada, Scott, a quien le confío sus secretos, el que lo sabía todo acerca de él. Vaya mierda, ¿no?

Llevó su mano derecha a su rostro y limpio las lágrimas, no era tiempo de llorar, es tiempo de escapar, de encontrar una manera. Se puso de pie y sacudió sus ropas, levantó la mirada cuando escucho aquella voz tan familiar que le hizo rodar los ojos.

—¿Y ahora que, madre?—llevo sus brazos al aire y los coloco detrás de su cuello para masajear esa area—¿Vienes a reclamar o a otra cosa? Porque dejame decirte que no necesito eso, se lo que hice y se la... Y me di cuenta del tipo de personas que son, mejor sal y dime quiénes son los imbéciles que me trajeron aquí, pero oh, tu no puedes porque estás en mi cabeza y me estoy volviendo loco.

—Stiles

—No, déjame hablar—hizo un ademán con sus manos restándole importancia y llevando las a su cintura—No tengo nada de qué hablar, mejor habla tu.

—Stiles, cariño—ella estaba utilizando esa voz que todas las madres usan cuando te quieren dar amor, cuando te quieren reconfortar—Lo siento por todas aquellas veces que te dije todas esas cosas.

—¿Por qué te disculpas?

—Ya no podré visitarte más.

—¿Por qué voy a morir, es eso? Vaya, estaremos juntos en el maldito infierno.

—Pero no has hecho nada malo.

—Estoy por hacerlo.

—¿El que?

—Voy a matarlos a todos, uno por uno—el ojo de Stiles comenzaba a hacerse negro con un toque de rojo en su pupila, venas negras sobresalían desde la punta del ojo cubriendo el lado posterior derecho—Y comenzaré por ellos—su kagune de alá había salido—Y después me los comeré.

La imagen de su madre había desaparecido por completo cuando su kagune salió de su espalda. Tiro la puerta con ayuda de este y salió, comenzó a caminar por el desolado pasillo con luces tenues hasta llegar a una habitación asquerosa, estás corriendo de un lado a otro, sangre por todos lados y ellos estaban ahí. Notaron su presencia cuando Stiles tiro un estante que se encontraba a su lado y sonrió cuando estos se pusieron en alerta, endureció su arma y la apunto contra ellos. Estos cortaban cada parte de su cuerpo, atravesando los de una forma desagradable, destrozando los y oliendo el mal aroma que desprendía su sangre, eran como él.

Eran ghouls.

Todos estaban muertos.

Lo siento por el capítulo cortó, pero en esta segunda parte serán la mayoría cortos aunque trato de que sean largos.

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Besos. X