Cuentos Tontos

Toc Toc

Yo no sabía el porque. Tal vez fue producto de una variación cósmica de algo increíble, pero incomprensible para el hombre. Tal vez el gobierno me espía y mezcla alucinógenos al agua que tomo todos los días... o bien podría estar loco de reamte y debería estar en un manicomio con mis semejantes.

Esta es la realidad: recuerdo cada una de mis vidas pasadas y he tenido quince en total. No es que hice un viaje al Everest con monjes budistas y se conectaron mis chacras o lo que sea; simplemente es algo con lo que nací. Aún recuerdo cuando tenía seis años y mi hermano intentó enseñarme a nadar, pero yo no quería porque mi tercera vida fue extinguida ahogada por su propio padre. Se lo dije a m hermano, aunque lo tomó como palabrerías de una mente infantil hiperactiva.

Toc toc

En mi primera vida fuí español. Era un exitoso granjero y criaba cerdos, pero mis peones me mataron a golpes... aunque lo merecía. En esa vida no era una buena persona. Mi quinta vida terminó antes de nacer. Mi treceava  vida fue un infierno. Morí de sobredosis en algún callejón de Los Angeles a los 15 años. Mi catorceava vida fue la más plena, porque fuí un político amado por mi pueblo; una pena que mi avión cayó cuando tenía 40 años y nunca nadie supo que pasó. En la última vida que tuve morí de cáncer al cerebro. He sido odiado, amado, hombre, mujer, zurdo, diestro, pobre y rico; aunque todos estos finales tienen un factor común: todos han sido trágicos, es más, nunca he alcanzado los 55 años. En este momento tengo 47 y temo que este cuerpo no llegará a la meta.

Toc toc

Había visto tantas cosas que le tenía miedo al mundo. Los psicólogos le llamaban agorafobia, yo le llamo saber demasiado. Tampoco es que me molestaba el claustro, mi casa siempre ha sido acogedora y aún así a veces, solo a veces, cuando no podía conciliar el sueño por mis recuerdos atormentados y la soledad que me acompañaba, me preguntaba como hubiese sido mi vida si no viviese de esta manera y fantaseaba por horas pensando en una esposa e hijos que nunca tuve; ¿o seguiría siendo el mismo ser inútil para la sociedad que soy ahora? Mi miedo al mundo exterior ha crecido con los años. Ahora ya estoy consciente de que es demasiado tarde para hacer mí un gran hombre, pero mi triste consciencia seguía cuestionándose cómo sería la sensación de ser libre. Mi existencia nunca estaría completa y acepté ese hecho, aunque sea a medias, porque si hubiese mantenido la esperanza por tanto tiempo me hubiese vuelto un enfermo mental.

Toc toc

Desde que me desperté en la mañana supe que la muerte se estaba acercando. Lo presentía. He muerto tantas veces que ya conozco el sentimiento. Como algo que te carcomía por dentro con un negro infinito que te hacía sentir pesado de pies a cabeza. Cuando mi alma me deje, esta se reciclaría eternamente sufriendo de forma renovada en cada saco de carne en el que me encuentre. Si no supiera que así se siente la vida, la creería el infierno. Aún con mi triste destino me siento tranquilo, de todas formas estuve condenado desde el principio.

Toc toc

Maldita sea. Seguía tocando la puerta.

Toc toc

Mientras me acercaba al pomo ya no estaba seguro de qué o quién me encontraría del otro lado. Sabía que era la Muerte, pero nunca la he imaginado, no como el término de la vida sino como entidad divina de concepto abstracto. Ya había hecho mi decisión. Al abrir la puerta articulé un《oh》con los labios ante la sorpresa, cerrando la ojos expectantes.

Al abrirlos no había nada.