Capítulo 1

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La furgoneta negra en la que se encontraban los jóvenes Yoongi, Taehyung, Jimin, Jungkook, Hoseok, Seokjin y Daehyun, se sacudía ligeramente mientras avanzaba por la avenida, siendo liderada por otra furgoneta del mismo color, y seguida por otras dos. Todas teniendo como destino el aeropuerto internacional de Incheon.

Jimin, quien se encontraba en la parte trasera de la furgoneta, entre Yoongi y Hoseok, miraba fijamente sus manos -las cuales se encontraban sobre su regazo- y mantenía su ceño fruncido; a su izquierda, se encontraba Hoseok que mantenía toda su atención en una navaja que estaba afilando con sumo cuidado y, en el otro extremo, se encontraba Yoongi mirando por la ventanilla, en un esfuerzo por no quedarse dormido.

Frente a ellos se encontraban Taehyung y Jungkook, el menor de todos, tenía unos auriculares puestos y mantenía sus ojos cerrados aunque no dormía. A su lado, Taehyung -quien había intentado fallidamente llamar la atención de Jimin por una buena parte del camino- se encontraba con la cabeza baja y una expresión triste en el rostro. Finalmente, en la parte delantera, se encontraban Daehyun, quien manejaba con la mirada fija en el camino, y Seokjin, que se encontraba escribiendo mensajes sin parar.

Luego de un largo rato, entraron finalmente al aeropuerto y, luego de desviarse por un camino alterno al estacionamiento del lugar, las furgonetas se detuvieron frente a un avión. Jimin levantó la vista de su regazo y notó como, de las otras tres furgonetas, salían varias chicas esposadas que posteriormente subían al avión, pero se vio obligado a apartar la vista cuando una de las chicas detuvo su paso y se giró para ver el interior de la furgoneta en la que él estaba, los intensos ojos azules enmarcados por un rostro delicado, escudriñaron uno a uno los rostros de todos los ocupantes del vehículo hasta que se toparon con los de Jimin. Una expresión de tristeza y compasión atravesó su rostro, como si quisiera decir "Tú también estás atrapado".

Yoongi notó la incomodidad de Jimin cuando esté apartó la vista, por lo que quiso tomar su mano en un intento de reconfortarlo pero el pelinaranja se apartó rápidamente, como su el tacto del mayor le quemara.

El pelinegro frunció el ceño y apartó la mirada para posteriormente salir de la furgoneta. Le hizo una señal a Hoseok, que respondió con un simple asentimiento de cabeza y procedió a bajar también del vehículo.

-Todos fuera —ordenó Yoongi con voz clara y firme, pero Jimin supo que no esperaría a ver si cumplían su orden, puesto que lo había tomado de la mano para sacarlo prácticamente a rastras de la furgoneta y llevarlo al avión.

Subieron rápidamente por las escaleras y Jimin se tropezó en el penúltimo escalón, pero a Yoongi pareció no importarle puesto que no se detuvo ni se giró a verlo en ningún momento hasta que llegaron a dos asientos que se encontraban uno frente al otro.

Sin necesidad de recibir una orden, Jimin se sentó y abrochó su cinturón de seguridad mientras veía a su alrededor con curiosidad, se preguntaba donde estarían todas las chicas que había visto subir antes y, en cierto punto de su búsqueda, su mirada se topó con la de Yoongi, supo que el mayor lo había estado mirando desde antes.

-Jimin —parecía como si Yoongi estuviera luchando por hablar pero las palabras se negaran a salir de su garganta—. Yo solo quería decir...

-No —interrumpió el pelinaranja—. No digas nada, no tienes que hacerlo. Después de todo, tú mismo dijiste que esto pasaría.

Yoongi abrió la boca como si fuese a decir algo, pero no lo hizo. Simplemente asintió con la cabeza y se acomodó en su asiento.

Desde donde estaba Jimin, pudo ver cómo los demás subían al avión, entrando uno detrás del otro, para posteriormente acomodarse en sus asientos.

Jungkook y Taehyung se sentaron uno frente al otro, el primero miraba todo con una mezcla de curiosidad y miedo, mientras que el segundo, miraba fijamente el suelo.

Un poco más lejos, Hoseok y Seokjin se encontraban revisando cuidadosamente unos planos y, por último, Jimin logró ver cómo Daehyun desaparecía en la cabina del piloto.

No pasó mucho tiempo para que el avión despegada y tomara rumbo a un destino desconocido para Jimin.

(...)

El pelinaranja despertó de golpe cuando el avión aterrizó, rápidamente miró por la ventana, buscando un indicio que lo llevara a saber dónde se encontraba pero se rindió casi inmediatamente al ver únicamente una pista vacía excepto por el avión en el que él se encontraba. Regresó su mirada al interior de la cabina y, justo como había ocurrido antes de que el avión despegara, su mirada se topó con la de Yoongi, sus ojos, café oscuros, profundos, lo miraban como si intentaran comunicarle algo, sin embargo, Jimin jamás sabría que era, puesto que apartó la mirada.

Por el rabillo del ojo logro ver cómo Yoongi se levantaba de su asiento y se alejaba de él y, pasados unos segundos, escucho su voz y la de Daehyun. Inmediatamente después, notó como alguien se sentaba frente a él, pero no era Yoongi, era Jungkook. Con molestia, descubrió que se había decepcionas al no ver al pelinegro.

-Jimin hyung —comenzó a hablar Jungkook, pero se vió inmediatamente interrumpido por el pelinaranja.

-Nada de "hyung", Kook —suspiró pesadamente y miró por la ventanilla unos segundos para después regresar su mirada al menor—. Dejamos las formalidades atrás hace mucho tiempo. No veo por qué volver a ellas.

-Claro. Lo siento —Jungkook hizo una pausa por unos segundos y continuó—. Jimin ¿Sabes a dónde vamos o qué quieren hacer con nosotros?

-Ya te lo dije, Kook. Sé por qué estoy yo aquí —habló Jimin, el cansancio se notaba claramente en su voz y, según Jungkook, también había un tono de derrota en la misma—. Lo que no sé es donde estamos ni por que te trajeron a ti. Debieron dejarte libre en Seúl.

-¿Qué van a hacer contigo? —preguntó el menor, pero sin estar completamente seguro de querer saber la respuesta.

-Van a venderme —Respondió Jimin como si fuese lo más normal del mundo y sonrió con tristeza.

-¿Qué? No. No pueden —las manos del castaño se aferraban con tanta al fuerza al posabrazos que sus nudillos se habían tornado blancos—. ¡No pueden hacer eso!

-Sí que pueden, Kookie —Jimin se encogió de hombros—. Pueden y lo harán. Y, lamentablemente, sospecho que piensan hacer lo mismo contigo.

-Bastante inteligente de tu parte creer eso —ambos jóvenes se giraron a mirar a Daehyun, quien se había parado sigilosamente cerca de ellos. Lo suficiente como para escucharlos—. Porque eso es justamente lo que pasará.

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Hola :D
/Corre antes de que le lancen piedras.

De verdad lamento no haber subido nada desde febrero, seguro me odian y más de una persona se cansó de esperar.
No voy a dar excusas, ya que, si bien no he tenido "vacaciones", si he tenido el tiempo de escribir y no lo he aprovechado.

Lamento realmente no haber subido nada, pero además quería escribir algo que me gustara. Esto no me encantó y seguro es más relleno que otra cosa, pero no quería dejarlos sin el primer capítulo por más tiempo.

Así que, espero que lo hayan disfrutado. Pronto actualizaré mis otras historias y escribiré el segundo capítulo de ésta misma.

Los amo, gracias a los que esperaron.

~Bel

Síndrome de Estocolmo II [Yoonmin]Where stories live. Discover now