Capítulo 16

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—¡Yo voy! —gritó Alfonso y salió disparado hacia la puerta. Cuando vio quién era, la sonrisa le desapareció.

—Buenos días, parece que no te alegra vernos —dijo Diana y posa sus manos a su panza ya notable. Se adentra un poco más para que la invite a pasar.

—Pásale —dijo Alfonso algo desepcionado por ver a Diana, pero sonríe al ver la panza más grande por la ropa ajustada de ésta.

—¿Por qué no fuiste ayer a mi casa? —preguntó Diana, el cierra los ojos y carraspea.

—Se me olvidó, lo siento —mintió y Diana lo analiza de arriba abajo con una ceja bien alzada.

—¿Se te olvido ó no quisiste ir? —preguntó tratando de pesuadirlo y el niega.

—De verdad, se me olvidó. Aparte mi padre y mi hermano vinieron inesperadamente de visita, estuve con ellos hasta tarde y no recordé tu invitación, lo siento.

—Mmh, bueno —dijo no creyendo todo por completo.

—Pero me puedes decir lo que querías hablarme anoche.

—¿Ahora? —preguntó con algo de emoción y Alfonso asintió— Bien, pero vamos a la biblioteca.

Se levantarón y Diana metió la mano a su bolso para verificar que todo estuviera bien, tenía lo que necesitaba.

Se sentía nerviosa por lo que tenía planeado decirle, mientras Alfonso estaba cansado y frustrado, quería que Anahí llegara para hablar con ella, simple y sencillamente sentía que la extrañaba.

—Ahora sí, tu dirás —dijo Alfonso sin poner tanta atención.

—Pero primero ve, mira unas fotos del bebé —saca unas fotos de su bolso para mostrárselas a Alfonso.

—¿Es nuestro bebé? —pregunta con algo de emoción y Diana asiente.

Alfonso mira las fotos tomadas de la ecográfia, embelesado por todo.
El ser papá nuevamente lo hacía sentir muy feliz, no estaba orgulloso del error que cometió, ni mucho menos con quien lo cometió, pero en sí este bebé ya era su orgullo, lo recibiría con todo el amor del mundo, todo el que pueda darle y mucho más.

—¿Te molesta si me quedo con las fotos? ¿O tú no tienes para ti? —preguntó Alfonso sin quitar la vista de las imagénes.

Si supieras que es otro bebé que no es nuestro. En sus pensamientos, Diana.

—No, para nada, quedatelas.

—Gracias...

...

—Hola Lupita, buenos días —dijo Anahí que acababa de llegar a la casa de Alfonso.

—Hola Any, pásale —dijo Lupita y le hizo paso para que entrara.

—¿Está Poncho? O no me digas, ¿está en una junta en la empresa? Casí siempre hay juntas por las mañanas.

—No, está en la biblioteca.

—¿En serio? Juraba que estaría en la empresa -dijo y sonrió.

—Pero está con la señorita Diana —dijo Lupita y su sonrisa desapareció—. ¿Quiéres que le avise que estás aquí?

—No Lupita, esperaré aquí, gracias.

—Estaré en la cocina por si necesitas algo —dijo y Anahí asintió. Lupita se fue a la cocina dejándola sola.

Doble Vida.Where stories live. Discover now