Dear my Healer - SuLay [Traducción al Español.]

•Parte 2•

Pocas semanas después de la muerte de su maestro, Yixing encontró un hogar permanente en Corea. Había parejas viejas que no fueron bendecidas con un niño y una de ellas decidió adoptar a Yixing para que fuera suyo.
Le enseñaron el idioma y la cultura de Corea.
Dado que su casa estaba construida cerca de un
terreno con agua y un gran bosque, Yixing aprovechó la oportunidad para practicar su poder de curación con todas las plantas y animales que lo rodeaban.

Sus nuevos abuelos ya sabían de su poder, pero les pidió que por favor no le dijeran nada a nadie.
A cambio de todo, Yixing curó sus dolores de espalda, reguló su presión arterial alta y todas esas cosas típicas de la edad avanzada.

"Somos muy afortunados de tenerte en nuestras vidas, Yixing. No sólo por tu poder sino porque nos diste la oportunidad de experimentar lo que se siente tener un bebé." su abuelo dijo.

"Pero soy grande. Ya no soy un bebé. No puedes cargarme." Yixing bromeó y los tres rieron.

"Pero en serio, muchas gracias."

* * *

Yixing y su maestro se habían vuelto populares en toda Corea y toda la gente quería encontrarlos, pero nadie conocía sus rostros reales ya que ambos estaban totalmente cubiertos cuando sanaron al tipo de la autopista esa noche.
Pero había una familia que está muy decidida a encontrar al llamado "dúo curativo."

"¡Señor! ¡Encontré su identidad! Los nombres del dúo curativo son Yixing y el Maestro Wu. Pero... por lo que pude averiguar, su maestro ya está muerto."

"Está bien, busca a su aprendiz y que no escape, pero eso si, tráemelo vivo." El Sr. Kim ordenó.

"¡Sí, señor!" Los otros hombres obedecieron sin chistar.

Una vez que tengamos a ese tal Yixing en nuestras manos, nuestro querido Junmyeon estará bien. El respetable señor Kim pensó para si mismo.

"¡Cariño, nuestro hijo!" Su esposa de repente abrió la puerta del departamento de seguridad y le dio malas noticias.

——

"¡Junmyeon! ¿Qué pasa?" preguntó el padre en pánico al entrar. Su cuerpo estaba temblando como si tuviera un fuerte ataque de Epilepsia.

"¡Hijo, hijo! ¿Puedes oírnos? ¡Estamos aquí! ¡Hijo!" su madre lo abrazó llorando hasta que sus temblores se detuvieron.

Sus doctores privados ya se habían rendido y les habían dicho que sólo les quedaba esperar a que llegara el momento. No podían hacer otra cosa que verlo sufrir cuando llegaban sus ataques, hasta que llegue el día en el que el pobre Junmyeon pueda descansar en paz.

Junmyeon necesitaba un milagro, pero sus padres no podían creer y esperar por algo así. Desde que fue golpeado por esta enfermedad mortal que lentamente debilita su cuerpo, se olvidaron de creer en tales cosas.

"Mamá, papá... Por favor, por misericordia, mátenme. No puedo soportar más esto." Su hijo suplicó llorando otra vez.

"No, hijo, sólo danos una última oportunidad. Confía en mí. Una oportunidad más."

Un poco más tarde, el señor Kim recibió una llamada de uno de sus hombres de confianza. "Señor, lo tenemos. Está vivo."

"Buen trabajo. Tráiganlo aquí," respondió y colgó dando un suspiro.