Eres...INSOPORTABLE [JICHEOL]

13

Unos golpes en la puerta obligaron a Jihoon a abrir los ojos. La habitación estaba en penumbras, sólo se podían distinguir los números rojos marcando las 01:16AM en el reloj digital en la mesita de noche. Se estiró para encender su lámpara justo cuando los golpes se escucharon de nuevo. Se levantó de la cama y le echó un vistazo a Seungcheol, quien dormía plácidamente dándole la espalda.

-¿Seungkwan? -el rubio entró a la habitación con desesperación- ¿Qué haces aquí a estas horas? Creí que la pasarías con Seokmin...

-Lo siento, olvidé mis llaves -contestó ocultando su cara, pero aún así Jihoon notó que su amigo había llorado.

-Seungkwan, ¿estás bien? -cerró la puerta y se sentó a su lado, en la cama de Boo- ¿Sucedió algo con Seokmin?

-Yo... -Seungkwan detuvo sus palabras y dirigió su mirada al pelinegro en la habitación, preguntándose si sería sensato confesar lo que recién vivió.

-Descuida -habló Jihoon- Si no se ha despertado hasta ahora, no lo hará nunca.

-Jihoon... -bajó la mirada ocultando la vergüenza en sus mejillas- ¿Eres virgen?

Jihoon se sorprendió por la repentina pregunta. Le tomó un par de segundos reaccionar y comenzar a atar cabos. Su corazón comenzó a acelerarse pensando en las mil y un cosas que pudieron haberle pasado a su amigo, pero decidió ir por su camino, seguir el juego y darle la confianza a Seungkwan de contarle lo que quisiera.

-No -respondió con voz baja- No lo soy.

Seungcheol apretó las sábanas en sus puños y mordió su labio. Eso le había dolido y no estaba seguro se quería seguir escuchando.
La verdad es que no había podido conciliar el sueño desde que se acomodó en la cama, pero no tenía ánimos para abrir la puerta cuando escuchó los golpes. Estaba a punto de levantarse, sin embargo vio una pequeña luz alumbrar la habitación y después escuchó la voz de Jihoon. 

Se había mantenido en esa misma posición fingiendo que dormía.

-¿Acaso..tú...?

-¿Cómo fue tu primera vez? -su vista permanecía en sus pies, pero miró a Jihoon cuando este soltó un suspiro.

-A mí también me gustaría saber...

No lograba entender del todo a que se refería. Por fortuna Jihoon leyó su expresión y explicó:

-Tenía 15 años y era la semana del aniversario luctuoso de mi padre...

《Viajamos a Incheon para la conmemoración, ahí nació mi padre. Sólo serían unos días, pero decidimos quedarnos más tiempo con mi abuela.

Un día, después de estar ahí una semana, llegó un joven a la casa. Era un chico dos años mayor que yo; le ayudaba a mi abuela con los mandados y algunos quehaceres. Mi abuela odiaba verme todo el tiempo encerrado en mi habitación, con los auriculares puestos, por eso le dijo que me llevara a visitar la ciudad, que me presentara a sus amigos y que fuéramos de fiesta. Creo que se le olvidó que aún era menor de edad.

De todos modos le hice caso, sólo para hacerla feliz. Así que fui. Creí que iríamos a una cafetería a charlar, tal vez un parque o a jugar videojuegos a algún árcade, pero me equivoqué.

Caminamos un par de cuadras hasta llegar a la avenida, tomamos un taxi que nos llevó a los barrios más bajos de la ciudad. Estaba asustado; apenas conocía a este tipo y él a mí...no me sentía cómodo.

El auto se detuvo frente a una casa de una planta, no tenía reja y el jardín estaba seco. La construcción estaba dañada y la pintura vieja, pero miré las demás casas y todas eran iguales o muy parecidas. No le di mucha importancia, a pesar de la pequeña voz en mi cabeza que me decía que saliera de ahí.