Papá por accidente. (TBS)

1.

Con un gran nudo en mi garganta y él mirándome fijamente con una mirada triste. Suelto una leve sonrisa. Como si eso fuera hacerme sentir mejor.

- Tengo que decirte algo – decimos al mismo tiempo, sonreímos ligeramente.

- Tu primero – le digo, doy un suspiro, no sé cómo hacer esto, ambos estamos tensos.

- Yo... me iré a Estados Unidos – suelta, de repente siento como mi mundo se ha caído a pedazos. – ingrese a Harvard y... mis padres... ellos – suspira pesado con una mirada llena de dolor – abrirán un negocio allí... así que... nos iremos, permanentemente.

¿Qué acaso su padre no gana lo suficiente aquí en Londres? Posiblemente con sus gigantes tiendas comerciales tenía como para no padecer el resto de su vida.

- Entonces... - digo apenas, mi voz se quiebra sin querer. No tengo que llorar. No ahora.

- No quiero dejarte. – coloca sus manos en mis mejillas – es lo que menos quiero. Escúchame... - calla unos segundos pensando lo que dirá y suspira – no está en mí la decisión, mis padres solo quieren que tenga un buen futuro y al parecer Harvard es la mejor universidad para lograrlo.

- ¡no! – me suelto de él y lo miro incrédula, dolida y enojada. - ¡vete al infierno Thomas! ¡tú, tu familia y tu maldito dinero!

- Estoy tan mal como tú ahora. – dice firme – no quiero dejarte Sam, tienes que entender eso. Te amo más que a nada y no me quiero alejar de ti. - Su vos, dios... Su voz es diferente, no llores Sam, no te puede ver llorar. Soy detestable, ¿Cómo le he dicho eso? tiene razón, es lo mejor para él.

- ¡pero lo harás y me dejaras con... - calle, no. No puedo hacer esto. Estoy siendo egoísta y me odio por eso.

- ¿de qué hablas?

- ¡vete al diablo! Felicidades Thomas, tus padres y su dinero nos acaban de separar.

- ¡es su dinero! Sabes perfectamente que el dinero no me interesa, eso es lo de menos.

- Ya no importa – bufo, lo miro por última vez. – adiós.

Ya no puedo seguir aquí, me falta el aire, sin más que decir, me doy media vuelta y tomo mi bolso que estaba en el perchero junto a la puerta. Siento como el viene detrás mío gritando mi nombre. Salgo rápidamente y cierro la puerta justo antes de que llegara el a ella.

- ¡SAM! – grita

Abre la puerta de su casa, pero yo ya me encuentro en el auto junto a Angie a punto de arrancar.

- ¡SAM! – grita para cuando nosotras ya avanzamos.

- Por favor ve rápido – le pido a Angie. Ella asiente

- ¿le dijiste lo de la mañana? Por favor dime que sí. – abrió los ojos en forma amenazante. 

- No. – digo en un suspiro. – olvídalo, no tiene caso.

- No puedes ocultarle algo así Sam. – me reprende y suspira estresada. – malditos adolescentes - dice en un susurro- 

- ¡Angie! – grité – sus padres me odian, él irá a una gran universidad después de haberse esforzado tanto. No lo arruinare diciéndole que estoy embarazada. Lo amo, pero no quiero que pierda esta gran oportunidad por... esto.

- ¿Estamos de acuerdo con que es responsabilidad de ambos? No solo tuya, o de él.

- Lo sé, lo sé. - suspiro hondo para no soltar lagrimas - no quiero hablar, por favor.