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Jungkook frunció un poco el ceño, algo confundido volteó a ver a su novio para cuestionarle si él también estaba siendo presente de aquella inusual escena

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Jungkook frunció un poco el ceño, algo confundido volteó a ver a su novio para cuestionarle si él también estaba siendo presente de aquella inusual escena.─¿Estas viendo lo mismo?─Yugyeom asintió enseguida ante la pregunta empleada por su novio, ante aquella respuesta Jeon frunció aún más el ceño, ¿De cuándo acá su tierno amigo de cabellera rosada aceptaba tan gozoso que omegas se aferraran a su brazo? Por lo usual Park siempre se negaba o ponía algún pretexto para evitar ser tocado, ¿Era acaso esto un sueño? ¿En qué clase de mundo paralelo se encontraba ahora mismo?

Dejó aquellos pensamientos de lado en cuanto escuchó la voz del alfa de cabellera rosa.─Que bueno que están aquí.─Sonrió a todos los presentes en la mesa.─Les quiero presentar a Lee Dongmin, es un amigo de la infancia y hoy acaba de llegar del extranjero, lo inventé a comer con nosotros, espero no les moleste.─Todos negaron con una leve sonrisa, enseguida los tres procedieron a tomar asiento en los asientos restantes.

Mientras Jungkook se quedó observando como aquel alto y atractivo chico se terminaba sentando entre medio de Park y Min, causando que este último formara un leve puchero. Negando regreso su atención hacia aquel chico nuevo.─Umh, ¿Dongmin, verdad?─El omega asintió con un simple movimiento de cabeza.─¿Cómo fue tu convivencia en el extranjero?

─Realmente no fue difícil adaptarme, allá no suelen hablarse tan formal y sin duda fue algo extraño e inusual para mí, pero con el tiempo me fui adaptando, aunque de vez en cuando me salía el instinto de llamar a las personas con honoríficos.─Sonrió haciendo reír un poco a la mayoría de los presentes, en segundos Dongmin volvió su mirada hacia el alfa que se encontraba a su lado.─Oh, Jimin hyung, es muy seguro que mi padre se ponga feliz de volverte a ver a ti y a tus padres, así que, ¿Les gustaría venir a cenar con nosotros en la semana? Estamos viviendo en un departamento cerca de aquí, pero te puedo pasar la ubicación exacta por vía mensaje.

El de cabello rosa lo pensó un poco para minutos después sonreír y responder ante la mirada curiosa de todos.─Se lo comentaré a mis padres, pero es muy seguro que acepten, yo te aviso el día exacto en el que iremos...─Lee asintió sonriente mientras comenzaba a teclear en su celular.─Bien, iré a comprar algo.─Continúo hablando para poder levantarse de su asiento y observar a los dos omegas de su lado izquierdo.─Yoonie, Eunu, ¿Quieren que les traiga algo?─De inmediato los dos omegas negaron con la cabeza al mismo tiempo, cosa que causó un poco de gracia en el alfa.─Entonces ahora vuelvo.─Y girando en sus talones se retiró.

Por su parte Yoongi se quedó observando discretamente el rostro de aquel omega, debía admitir que su rostro era totalmente hermoso y fascinante, desde sus largas pestañas hasta su pronunciada mandíbula, además de que su altura y figura eran perfectas, y ni mencionar el rico aroma que lo rodeaba, tal parecía un omega de linaje puro; nada comparado a lo que es él.

Sin duda Lee Dongmin es un chico totalmente digno de Jimin...

Agrandando los ojos comenzó a negar con rapidez, no no no, ¿Cómo era posible que esos pensamientos estuvieran rondando por su mente? Él no tenía que comenzar a compararse de ese modo, y tampoco se debía menospreciar de esa manera, no cuando Jimin le ha demostrado que lo quiere y que jamás haría algo que lograra dañarlo. Soltando un suspiró empezó a pasar sus manos por todo su rostro, debía tranquilizarse a toda costa.

─Yoon Yoon...─El llamado de Jeon logró sacarlo de su burbuja de ansiedad e inseguridades y con ojos vacilantes observó al de hebras castañas.─Hay que ir a comer a la pizzería después de clases.─Sonrió para poder brindarle tranquilidad.

Min se quedó analizándolo, sabía que debía tomarse un tiempo para calmarse, y estar rodeado de todos probablemente lo haría sentir aún más nervioso, «Es lo mejor.» pensó soltando otro pequeño suspiro.─Lo siento.─Se disculpó mientras se levantaba de su asiento.─Pero no creo poder, tengo que estudiar para los exámenes.─Sonrió forzadamente, ahora mismo debía despejar su mente para poder dejar cualquier tipo de pensamiento negativo.─Si me disculpan iré a buscar unos libros a la biblioteca.─Siguió hablando ante la mirada preocupada de todos los presentes en la mesa, con los nervios a flote dirigió su mirada hacia Dongmin.─Espero que tu estancia aquí sea grata.

Y tras una leve reverencia salió prácticamente corriendo, caminando torpemente por los pasillos intentó desvanecer cualquier pensamiento malo, sin darse cuenta logró llegar hasta las puertas de la biblioteca, claro que pudo notarlo hasta que terminó chocando con la puerta, y, a causa de su torpe descuido él y sus gafas terminaron en el suelo.

Enseguida dejó todos sus problemas atrás para que la preocupación por sus anteojos fueran ahora los únicos protagonistas de su mente, tomándolos entre sus manos empezó a agradecerle a la madre luna que estuvieran intactos, colocándose de nueva cuenta aquellos cristales y levantándose del suelo procedió a entrar a aquel silencio lugar que se encontraba prácticamente vacío.

Tratando de regular su respiración saludó a la bibliotecaria con una reverencia para así dirigirse hacia las estanterías, caminó por un par de minutos hasta que logró encontrar la sección en la que se encontraba un libro que hace tiempo quería leer, se quedó viendo hacia arriba y tras un pequeño suspiro comenzó a pararse de puntitas para poder alcanzarlo, sin embargo su estatura no ayudaba mucho, haciendo un leve puchero siguió batallando, al mismo tiempo era observado por alguien que decidió salir a su rescate:─Si no alcanzas deberías usar los banquitos.─Habló aquella voz detrás de el.

En ese momento Min se congeló al sentir como el pecho cálido del contrario se pegaba a su espalda, estaba tan cerca de él que podía escuchar como la respiración de aquel individuo pegaba por sobre su oreja. Un poco nervioso se volteó para encarar a aquella persona y así agradecer el amable gesto de ayudarlo a bajar aquel libro que no podía alcanzar.─Gracias...─Arrastró sus palabras al ver de quien se trataba, pues este era nada más ni nada menos que uno de los gemelos Lim.

Aquel par de gemelos que se caracterizaban por sus personalidades opuestas.

Sin decir nada tomó entre sus manos el libro y comenzó a hacer repetitivas reverencias, cosa que causó un poco de gracia en el alfa de mechones azules, ambos permanecieron callados hasta que una tercera voz intervino.─Hey pequeño, ¿Mi hermanito te está molestando?─Cuestionó Jaehwan; el otro gemelo Lim, enseguida Yoongi comenzó a negar con la cabeza mientras se inclinaba un poco hacia atrás.─Bien.─Sonrió para poder pasar su brazo por los hombros de su hermano y así seguir dirigiéndose hacia el de hebras verdes:─Si en algún momento este chico malo te intenta hacer algo no dudes en decírmelo, yo como hermano mayor voy a reprenderlo.─Finalizó guiñando su ojo izquierdo.

El menor de los Lim rodó los ojos y con un débil gruñido quitó el brazo de su hermano gemelo.─Deja de decir estupideces Jaehwan.─Chasqueando la lengua se giró en sus talones para así retirarse del lugar.

Jaehwan soltó un suspiro para dejar de ver la dirección en la que había ido su hermano menor y a cambio comenzó a observar de reojo al omega que trataba de mantener alejado de la conversación, instintivamente dirigió su mano hacia su cabeza para así poder revolver aquellos brillantes mechones verdes.─Adiós pequeño.─Dedicándole una suave sonrisa se marchó de igual manera. En segundos Yoongi volvió a quedarse solo y algo confundido por toda aquella extraña situación.

Negando trató de dejar eso de lado para comenzar con su labor de leer, se mantuvo tan concentrado que ni siquiera se tomó el tiempo de ir a una mesa, en cambio decidió sólo recargar cuidadosamente su cuerpo en la estantería para así perderse horas en las páginas de aquel libro...

Negando trató de dejar eso de lado para comenzar con su labor de leer, se mantuvo tan concentrado que ni siquiera se tomó el tiempo de ir a una mesa, en cambio decidió sólo recargar cuidadosamente su cuerpo en la estantería para así perderse horas...

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Mi tierno alfa. «Jimsu»Where stories live. Discover now