You're My Blood Sweat & Tears | BTS

XXVII - Pelea

NA MI

—Señorita...

—¡Señorita Na Mi!

—Aaaah —grité del susto. Su Yeon llevaba puesta una máscara de payaso asesino. 

—¡Estás loca! ¿Es que no sabes que tengo un trauma a los payasos asesinos? ¿Sabes que les mato antes de que me maten? ¿Y si te hubiera matado?

—Es que está embobada de nuevo —dijo quitándose la máscara. 

—¿Dónde has cogido eso?

—El príncipe Tae Hyung me la dio. Es que dice que usted está triste...

Fruncí el ceño. Sí, tal vez los payasos son para personas tristes, pero no para mí. Me sube más la presión.

—Pues dile al querido rey-digo querido príncipe que pare, sino voy a mandar a los payasos asesinos que le apuñalen —dije volviendo a tumbarme en la cama. Estoy guardando demasiados secretos. Hasta el secreto de Tae Hyung que es el rey es difícil de ocultar.

Han pasado tres días desde aquel incidente y admito que realmente me mató. Ya no soy la misma que antes. Después de mi trabajo con Tae Hyung enseguida vuelvo a encerrarme en mi habitación. No quiero ver a Yoon Gi de momento, tengo que olvidarle. Cuando le haya olvidado podré verle sin lastimarme. 

Pero a veces me pregunto si Yoon Gi también piensa en mí. ¿Se sentirá culpable? ¿Estará arrepentido? Claro que no.

—Señorita... —dijo Su Yeon sentadose en mi cama— Vuelva a ser como era antes... echo de menos a le señorita Na Mi que he conocido. Mire, hasta Mochi está triste.

Mire al perro y se veía triste. No puedo creer que muchos les afectaría mi tristeza.

—Mochi ven —dije. El perro se levantó y corrió hacia a mí.

—Lo siento —dije y el perro juntó su nariz con la mía— Lo siento Su Yeon.

—Señorita, todos tenemos días tristes. Pero a usted no le queda bien estar triste porque usted es una persona alegre. Tan alegre que parece una loca —dijo y le di una mala mirada.

—¿Enserio?

—¡Es una broma! —dijo haciendo el signo de la paz y agarró su collar —Gracias por esto señorita. Es la primera vez que recibo algo así.

Iba a responderla cuando de repente su dispositivo de  programación sonó.  Lo sacó de su bolsillo y lo leyó.

—Señorita es hora de que vaya con el príncipe Tae Hyung.