51. Un miserable guardabosques

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"El amanecer es siempre una esperanza para los hombres."

"Diecisiete"

Capítulo LI: Un miserable guardabosques

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El androide había conducido completamente en silencio desde que salieron de la Central, limitándose sólo a lanzar miradas inquisitivas al Director del Decovisa a través del retrovisor interior del coche. El ambiente en el habitáculo eran tan tenso que ni siquiera Piper osó forzar conversación alguna con Diecisiete.

Una vez en el Centro de Recuperación de Especies, el androide abrió el maletero para dejar salir a Tristan, y le ordenó que se quedara allí. El lobo tenía la entrada vetada desde que nacieron los polluelos por un tema de aislamiento de virus y bacterias.

Tras cruzarse con Mars y Nakai, los auxiliares de veterinaria que trabajaban bajo la supervisión de Adler en el Centro de Recuperación, Diecisiete entró en el edificio precediendo al Director del Decovisa y a Piper.

Sus pasos resonaron en el corredor del modo habitual, acercándose a la puerta de la sala de trabajo, desde la que le llegó la voz de Ruby hablando distendidamente con Adler y Alec.

Cuando abrió la puerta de la sala los tres voltearon y Ruby le dedicó una sonrisa resplandeciente al verle. Pero antes de que Diecisiete pudiera decir nada, Lorius emergió tras él y se adelantó al encuentro de la zoóloga.

—¡Doctora Sinclair! —exclamó. Ella le miró, extrañada, como si no le conociera de nada—. Permítame felicitarla por su estado. ¡Ha sido una sorpresa para todos! —confesó el hombre.

Tomó la mano de Ruby y la estrechó educadamente, mientras la chica seguía mirándole como a un completo desconocido.

—Lo siento, pero no le conozco. ¿Quién es usted? —preguntó.

Alec y Adler observaban a Lorius, a su vez, con la misma confusión en el rostro. Ninguno de ellos tenía ni idea de quién era ese tipo.

Diecisiete entornó los ojos. Desde el principio se había dado cuenta de que algo no era normal.

—Discúlpeme —dijo el hombre—. Me llamo Claude Lorius y soy el nuevo Director del Departamento de Conservación. Han habido cambios recientes en la última asamblea extraordinaria.

Ella tomó asiento en uno de los taburetes altos junto a la mesa de trabajo y frunció el ceño, extrañada.

—Qué raro, nadie me comunicó nada. Ni siquiera recibí una llamada de Spencer... —murmuró.

—Han sido cambios muy recientes. Probablemente el anterior Director, Spencer no haya tenido tiempo de comunicarle nada personalmente —explicó Lorius, restándole importancia.

Ruby se irguió en su asiento y jugueteó con un lapicero.

—Bueno y, ¿qué le trae por aquí? Deduzco que no ha venido sólo para felicitarme por mi embarazo —dijo ella.

Diecisiete esbozó una sonrisa. A Ruby también le estaba dando mala espina aquel asunto.

—Es usted muy perspicaz —admitió Lorius, riendo. Y su risa sonó forzada y falsa—. Tiene razón, ese no es el motivo principal que me ha traído hasta aquí. Lo cierto es que he venido a insistir.

—¿Qué? ¿A insistir? —preguntó ella, cada vez más perdida.

El androide arqueó una ceja, aquello se estaba poniendo interesante. Dejó el rifle apoyado en una esquina de la sala y se recostó en la pared, junto a la puerta. Había pensado en marcharse a esperar afuera mientras aquello terminaba, pero al oír el inicio de la conversación, su curiosidad había ido in crescendo.

Diecisiete (Dragon Ball Z/Z-Awards 2017 - Terminada)Where stories live. Discover now