III

4.6K 165 23
                                    

 

[Punto de Vista Liam]

 

Si hubiera tenido quince dedos en cada mano me hubiera mordido las quince uñas. Todo ello mientras seguía contemplando el móvil, que descansaba sobre la mesa de salón. Sabía que no iba a sonar del mismo modo que sabía que no iba a ser yo quien hiciera intención de recibir algo por su parte; más que nada, porque no merecía nada de ella.

 

Sabía todo eso pero seguía esperando. Con algo de esperanza, sí, para qué negarlo.

 

Seguía pensando en ella igual que lo había hecho el primer día. Seguía pensando en ella igual que lo había hecho aún estando con Sophia. Seguía pensando en ella igual que cuando le había dicho adiós. Ana no se iba de mi cabeza. No tenía noticias suyas y empezaba a ponerme muy nervioso.

 

Y también empezaba a estar convencido de que no aguantaría más tiempo esa situación.

 

Me levanté del sofá segundos después de que sonara el timbre, aliviado al pensar que venía alguien a sacarme de esa amargura en la que me había visto envuelto por una mala decisión y por muchas dosis de cobardía.

 

- ¡Hey! -Harry entró en casa sin necesitar mi permiso, tal y como debía ser, y su presencia me reconfortó-. He avisado a Judith y Alba de que les iríamos a ver, ¿te parece bien?

 

- Me parece perfecto, voy a por una cazadora y nos vamos.

 

En un minuto estuve de nuevo junto a él y me miró extrañado.

 

- ¿Estás bien? -Apoyó una mano en mi hombro.

 

Barajé la posibilidad de omitir lo que pasaba por mi mente, pero era Harry, se empeñaría en que saliera de mí cada mínima confesión.

 

- Recuérdame por qué no la pedí que se quedara -dije, simplemente, sabiendo que lo entendería sin necesidad de más explicaciones.

 

- Liam, estabas con Sophia.

 

- ¿Y quería estar con ella?

 

Abrigué mi cuerpo con la cazadora de cuero y quedamos frente a frente.

 

- Estabas con ella -insistió.

 

- ¿Y quería estar con ella? -Repetí yo también, dejando escapar después un suspiro-. Pensaba en Ana mientras estaba con Sophia.

 

- También pensabas en Sophia cuando estabas con Ana.

 

- No -tragué saliva-. No lo hacía -supe por su expresión que no sabía qué contestar a eso y di por finalizada la conversación-. No tiene importancia, vámonos, creo que hay una persona que necesita más ayuda que yo.

 

En apenas media hora, estreché a Judith entre mis brazos. Me sorprendió gratamente encontrarle sonriente y así se lo hice saber. Sonrió más ante aquello. Nos dio paso hasta el salón, donde una estudiosa Alba con un par de folios en sus manos y un bolígrafo en su boca nos saludó animada. Me senté a su lado y besé su mejilla.

Through the dark - Segunda parte de 'All their little things'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora