Capítulo 9

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Él estaba ahí de nuevo.

La iglesia parecía abandonada. Después de todo era martes, encontrar a alguien por ese rumbo sería algo poco esperado.


Jungkook no esperaba encontrar a nadie en aquel sitio. No esperaba ver a nadie. Sólo esperaba hacer un breve recorrido por el lugar en el cual pasó su infancia, parecía que el tiempo simplemente no trascurría en ese sitio, todo estaba como lo recordaba. Justo como lo recordaba.


Extrañaba ese lugar, nunca lo negaría... pero tampoco lo aceptaría. En ese lugar estaban sus mejores recuerdos, su infancia, sus creencias, su lugar de juegos... su persona favorita, esa sería una de las cosas que tampoco aceptaría.


Pasó sus manos por las bancas, deslizándose estas gracias al barniz. Sus dedos no eran tan pequeños como antes, de hecho se tenía que inclinar un poco para poder tocar la madera.


"Si estuviera aquí"


"Si estuviera aquí ¿Qué?"


Una batalla mental había entre la cabeza y el corazón de Jungkook.


Que cliché es eso, que cursis y sobre todo tontos eran sus pensamientos.





"Pero ¡vamos! Si estuviera aquí ¿está aquí? "


-¡Dios mío! ¿Está aquí?- casi gritó el castaño, arrepintiéndose al instante.


¿Y si alguien lo escuchó? No, no por Dios, el castaño moriría de la pena.


-Mmm... Dios siempre está presente aquí. Bueno, en todos lados pero especialmente aquí, después de todo es su casa- dijo el sacerdote entrando por la puerta. Cualquiera que lo observara pensaría que acababa de correr una maratón. Su cabello desordenado y su agitada respiración lo gritaban.

Jimin estaba en los jardines paseando para matar el tiempo, para matar las ansias de correr a Jungkook hasta que escucho cierta voz, la cual había taladrado su cabeza por días, fue entonces cuando sólo obedeció el impulso que sintió y salió disparado a la capilla sin importar el hecho de que llevara sotana y pudiera tropezar, caer y lastimarse.


-La casa de todos- dijo Jungkook con voz soberbia lo cual sólo divirtió al mayor- de todos los que creemos y los que aún no lo hacen.


-Cierto...- dio un par de pasos hacia el menor y este dio dos pasos atrás- pero vamos, ¿ni una sonrisa me vas a regalar?- la cara seria de Jungkook lo desconcertaba por completo. Él estaba acostumbrado a ver a un tímido pero sonriente, aunque reservado, niño.


Dio dos pasos de nuevo hacia Jungkook, pero este dio tres hacia atrás.


-Vamos... no todo el tiempo estoy de humor, no todo el tiempo estoy para sonreír- Jimin se encontraba totalmente desorbitado, no entendía el comportamiento de Jungkook y el beso de hace unos días. No los relacionaba-.


-¿Te sucede algo?- preguntó el sacerdote- ¿Qué tienes?


-Unos años más, más conciencia.


-Se nota- avanzó dos pasos y sucedió lo mismo- los años no pasan en vano, lo entiendo. Te entiendo.


¿Entendía? ¿Qué entendía? Su  resentimiento, su coraje, su tristeza... su corazón. Vamos ni el mismo Jungkook lo entendía y no quería entenderlo porque dolía.


-Entiendo que has crecido, que piensas diferente- fue entonces cuando corrió hacia el menor logrando acorralarlo contra la pared y bloquear su escape colocando su brazos a los costados de Jungkook- y lo que no entienda, créeme... lo entenderé- susurró en su oído con su cálido aliento golpeando su piel- porque tú eres mío y yo nací siendo tuyo. Tuyo sólo lo de ti- sostuvo el rostro de Jungkook entre sus manos y lo besó, lo besó con desesperación, con deseo, con amor y con pasión. Lo besó hasta que se quedó sin aliento pero con ganas de más. Besó su cuello, lo recorrió si pausas, casi sin despegar sus labios de aquella piel suave que quería saciarse, quería probar todo. Las manos del castaño lo empeoraban todo, se aferraban a la espalda del mayor, con desesperación pegaba su cuerpo al del mayor, buscaba el contacto. Lo deseaba.








Lo deseaban.


Cuando Jimin  miró a su castaño lo vio hecho un desastre, un perfecto y hermoso desastre de jadeos con labios hinchados.


-Te amo, créelo cuando te lo digo. Te quiero en todos, todos los sentidos.


Y volvió a besar todo lo que no cubría la ropa.


Y volvió a desear más. 


Jungkook frotaba su entrepierna con la pierna del mayor. Subía y bajaba y la sensación no hacía más que enloquecerlo y buscar más. Se aferró al mayor pues sus piernas perdieron las fuerzas de un momento a otro. Y cayó, cayó dormido.

Jimin lo entendió, lo entendía. Todo.


Continuará... perdón por la tardanza. Pero me dejan tarea a lo wey y pues apenas y como. Cuando puedo okno. Jimin lo entiende todooooooo... les he dicho que estudio derecho... leo mucho, pero no fanfics y es que duele, duele tanto estar así.

¿Les gustó el capítulo?

Nos leemos el próximo jueves si no tengo tarea :v (dicen que si usas el pacman es la razón para no tener novio :v) me vale madres jajaja xd.

SILENCIO [JIKOOK] (segunda temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora