Capítulo 33: El plan comienza

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Wûseng paseaba tranquilamente con su bastón por el templo, disfrutando de los sonidos de esfuerzo de los alumnos, como de costumbre. Más al viejo le dio por mirar al horizonte un momento. Y a lo lejos pudo ver un montón de figuras acercarse.

- Están aquí - dijo para sí.

Rápido el anciano fue a donde se encontraba el gran gong y lo hizo sonar tres veces. Todo el mundo pudo oírlo, y todo el mundo supo perfectamente que significaba. Cada alumno de cada rincón del templo fue rápido a buscar su equipo y prepararse para la batalla. Se movían con confianza y de forma ordenada. Esta vez, ellos estaban preparados para enfrentarse a la amenaza.

Un grupo liderado por Lawrence se puso en primera fila, los arqueros. Ellos se encargarán de intentar eliminar a la mayor cantidad posible de rjins a larga distancia. Entre ellos estaba Marco, que después de tanto tiempo volvería a usar el arco que Krun le regalo para cazar. Miro un momento el tatuaje de las tijeras que se había hecho en Rotchville, respiro hondo y se preparó para el ataque.

Lawrence, quien ya se había unido con Mondar, preparó su arco y disparó la primera flecha, esa fue la señal que dio comienzo. Todos los alumnos arqueros dejaron ir sus flechas hacia sus enemigos. Las flechas convencionales no le harían mucho efecto a sus enemigos, fue por eso que Seikei diseño flechas de hierro. A los rjins se les venía encima una lluvia de metal. Las flechas atravesaban con letalidad a los rjins. Su número disminuía rápidamente pero esto no impidió su avance. A pesar de que eran varios los que caían cada vez estaban más cerca, pero eso era algo que ya se había previsto por los monjes. Un segundo grupo de alumnos se puso detrás de los arqueros, bajo sus pies había piedras del tamaño de una bola de béisbol. Todos ellos eran criaturas de gran musculatura, como Under, Grok y Than'rod. Cada uno tomó una piedra y comenzó a lanzarla hacia su enemigo, al estar mas cerca, estás llegaban a impactar. Se las lanzaban con tanta potencia que atravesaban el cuerpo de los bichos. Los obreros, aquellos que alguna vez fueron el terror entre los alumnos, ahora no eran más que un simple obstáculo. Los insectos seguían avanzando, más estos seguían cayendo. Fue entonces cuando de los límites del patio salieron los soldados. Hubo por lo menos unos veinte de ellos, todos dispuestos a acabar con sus enemigos. Detrás de cada arquero había un alumno que estaba encargado de defenderlo. En ese punto fue en donde se implementó la dinámica de los grupos. Cada arquero y lanzador tenía un aliado que se encargaría del cuerpo a cuerpo hasta que dejasen de disparar. Fueron ellos los encargados de defender a sus artilleros.

Uno de los soldados se acercó a Grok, quien había crecido y se había fortalecido más con el tiempo, su pelo era ahora más largo. El soldado estaba con sus cuchillas más que listas para atravesar al trol. Pero justo cuando fue a hacerlo se pudo oír el sonido de metales al chocar. Era Yuin, que con sus dagas había bloqueado todas las cuchillas. Grok ni siquiera se giró cuando notó al rjin cerca de él, confiaba plenamente en su compañero, por lo cual se centró en seguir atacando los obreros con las rocas. El joven chita estaba delante de su enemigo con las cuchillas preparadas, este había crecido, ahora era un poco más alto y sus piernas se veían más poderosas. El soldado volvió a atacar al joven para intentar cortarlo. Yuin podía ver el movimiento lento del rjin mientras lo atacaba. No era siquiera un reto ya. Con sus dagas golpeó todas las cuchillas generando una fuerza de impacto en estas que dejó expuesto al soldado. El joven se acercó a él y cortó limpiamente sus cuatro membranas. El soldado dio un grito de dolor, solo para después recibir dos puñaladas en el pecho. Pronto su sufrimiento cesó y este se desplomó en el suelo, inerte.

Otro soldado volaba en dirección a dónde Marco se encontraba. El joven humano ya había crecido bastante, tenía veinticuatro años, sus músculos habían crecido y fortalecido, su barba era un tanto notoria, y su pelo llegaba hasta sus hombros. Este ya se había percatado de la presencia del soldado, más tampoco le dio importancia, pues en también tenía a alguien que estaba a la vanguardia. Una mano de roca golpeó fuertemente el mentón del soldado cuando iba directo hacia su objetivo. Esto salió disparado hacia arriba y acabo cayendo en el suelo. Rápidamente se levantó en busca de aquel que lo atacó. Pero lo único que pudo encontrar fue el filo de una espada atravesados el pecho. El soldado giró su cabeza para ver a su asesino, y vio a un joven gárgola con una mirada sería que sostenía la espada que lo aniquiló. Gidak saco la espada del cadáver de su enemigo, y este se desplomó en el suelo. El joven no había cambiado en nada, solo había crecido en estatura y en musculatura. Por lo demás su aspecto seguía intacto.

Marcopoo - Fuego del alma (+17)Where stories live. Discover now