Me lo prometiste

Capitulo 23

Venía siendo una tarde increíblemente hermosa, hacia mucho no recibía tantos halagos y Bruno era todo un caballero, habíamos estado lanzando piedras, hablando de nosotros, la mayor parte de Em, cuando nos fuimos a levantar, pise mal, casi me caigo de no haber sido por Bruno que alcanzó a sostenerme, nuestras miradas quedaron tan cerca y sentí la necesidad de probar sus labios, yo fui la que lo bese a él, y debo decir que me gustó ese beso, de no haber sido por el imbécil de Samuel que llegó para arruinarlo todo.

Bruno: quita esa cara de enfado (se sienta en en sillón) ya paso

Andrea: pero mira como te dejo (acaricio su labio)

Irina: aquí tan pronto?

Andrea: y Em?

Irina: con Sofía. ¿Que paso?

Andrea: Samuel le pego

Irina: ahora si que se pasó

Andrea: me traes hielo?

Bruno: no hace falta, estoy bien

Irina: seguirá hinchandose, ya vengo

Me senté frente a él, muy cerca de su rostro, apoye mi frente en la de él y solo di un largo suspiro, cuando Irina apareció con el hielo, me lo dio y se fue, entendía que debíamos estar solos.

Bruno: de verdad no duele

Andrea: sh! (pongo el hielo en su labio) siento esto

Bruno: puedo preguntar quien es él?

Andrea: después de este golpe que te dio, te mereces todas las explicaciones que me pidas. Es mi ex marido

Bruno: estuviste casada? (asiento) wow!

Andrea: me pidió el divorcio y desde hace un año y meses estamos separados

Bruno: entonces debo suponer que Emily es su hija

Andrea: no (acaricio su rostro) esa es otra historia

Bruno: ya puedes quitarlo? Me está durmiendo el labio

Andrea: lo siento. ¿Te duele?

Bruno: me duele más el haber cortado el beso (sonrío)

Andrea: a mi igual (suspiro)

Bruno: podremos repetirlo otro día. Si tu quieres

Andrea: obvio que quiero (sujeto su rostro) pero primero debes curarte ese golpe

Bruno: con besos también se me debe de curar

Andrea: quizás si. Vamos, te acompaño al auto

Cuando nos despedimos, no pude evitarlo y deje un beso del lado del labio que no tenía el golpe. En verdad la compañía de Bruno estos últimos días me estaba haciendo bien. No era amor, era muy pronto para saberlo aún.
Cuando se fue, en vez de entrar a la casa fui hacia los establos, Samuel aún seguía hablando con sus hermanos, pero sujete su brazo e hice que se volteara.

Andrea: que sea la última vez que haces algo así

Samuel: lo siento, se que no debi pero...

Andrea: pero nada, deja de meterte en mi vida

Arturo: Andrea, escúchalo

Andrea: no...no tengo nada que escuchar que ya no haya escuchado. Yo lo bese, estuve de acuerdo con ese beso, me gusto, me gusta él

Flavio: creo que no hace falta eso

Andrea: si, si hace falta. Trata de no meterte en mi vida Samuel, son mis decisiones, no tuyas. Tú no hiciste más que arrojarme a los brazos de otro hombre

Arturo: vamos (me sujeta pero me suelto)

Andrea: no! ¿Creías que lloraria toda la vida por ti? Eres un imbécil, que no supo llevar un matrimonio y se fue al primer problema, no supiste valorar todo lo que hice por ti, rechace un trabajo por nuestro amor, y a cambio recibí tu maldita traición. Me lo prometiste Samuel y ustedes lo saben (miro a sus hermanos) mirate ahora, das pena, lo único que haces es espiarme a todas horas

Flavio: todos nos están escuchando

Andrea: no me importa. No supiste mantener un matrimonio y querías hijos. No supiste luchar por nosotros. Y ahora que estoy feliz vienes a joderme la vida

Arturo: ya fue suficiente

Andrea: no hasta que él no se deje de meter en mi vida. Entiende de una vez que ya no te amo, grabalo en la cabeza. Tú por un lado y yo por el otro. Así lo decidiste ¿No? Aléjate de mi Samuel, porque está vez no me aléjare de mi familia para que seas feliz

Con todo eso dicho me gire, y detrás mio tenía a mis hermanas con sus ojos llenos de lágrimas, había dado un buen espectáculo, todos los peones escucharon cada una de las palabras que le dije a Samuel. Llegué hasta mis hermanas, tome a mi hija en brazos y fui hasta la habitación. Todo lo que hice fue acostarme y Em se acostó sobre mi pecho, y con una de sus manos acariciaba mi brazo.

Andrea: solo unos minutos así y me tranquilizo mi sol. Necesito respirar y ya mamá estará bien. Vamos a estar bien (sollozo) lo prometo Em, estaré bien.