Capítulo 11

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Me despedí de mis amigas y caminé de vuelta a casa, cuando llegué dejé la mochila en la entrada, fui derecho a la cocina y saqué el agua fresca. Segundos después golpean la puerta y voy a ver quién es, pero nadie conocido.

- ¿Quién es? –pregunté cómo es de costumbre-.

- H-hola, emm, soy Se Hun, necesito hablar con la señorita ______... si se encuentra –abrí la puerta en cuanto me mencionó-.

- ¿Qué se le ofrece? –pregunté aun con desconfianza-.

- Quisiera hablar contigo sobre el caso de Lu Han ¿Lo conoces? –asentí, por su aspecto podía jurar que era detective-.

- Pase –dije haciéndome a un lado dándole paso-. ¿Qué quiere saber de él? –agregué después de brindarle un vaso con agua-.

- Conozco a Lu Han, no quiero saber nada de él –comentó sonriendo, yo sólo esta confundida ¿A quién había dejado entrar a mi casa?-.

- ¿Entonces? –pregunté entrecerrando los ojos-.

- ¿Lo has visto alguna vez en persona? –respondió con otra pregunta evadiendo mi pregunta y mirando a los ojos-.

- No –dije y no era mentira, lo vi en muerte... o en fantasma-.

- ¿Sabes que él desapareció y que... bueno, ahora está en su casa descansando? –este sujeto se me estaba haciendo cada vez más raro, ¿Cómo era su nombre?-.

- ¿Dijiste Se Hun? –el muchacho asintió-. Eres un amigo de Lu Han, estuviste con él... -me interrumpió-.

- El día de su muerte, Sí...

Tragué saliva.

- ¿Qué quieres? Sé directo –pedí-.

- Apareces en los sueños de mi amigo, no son sueños exactamente ¿O sí? –sus palabras sólo acentuaron mi nerviosismo. Aclaré mi garganta-.

- ¿Quiere un poco más de agua? –traté de moverme en el lugar, no quería responder tan fácilmente-.

- No, gracias –me sonrió-. ¿Qué tienes que decirme?

- Que espero que Lu Han se recupere –siseé-.

- ¿En verdad sucedió? ¿Le ayudaste con su caso? –la seriedad y seguridad se le fueron, en su lugar apareció una gran sorpresa y curiosidad-.

Aunque su reacción de niño pudiera parecer adorable e incluso dar risa, no fue el momento para reír, apreté la mandíbula, tragué el nudo que tenía atravesado en la garganta y cerré los ojos antes de pronunciar un rotundo...

- Sí.

- Wow... es impresionante –dijo algo ¿feliz? –. Tú le salvaste la vida –agregó-.

- Sólo cumplí... -me interrumpió antes de que pudiera decir la palabra "promesa"-.

- Estaba al borde de la muerte –alarmó acercándose más, aunque estaba del otro lado de la sala-.

- Tengo una vida tranquila ahora Se Hun... creo que debería dejar eso en el pasado –aclaré mi situación y decisión con calma-.

- Lu Han no quiere eso –dijo negando varias veces con la cabeza-.

- ¿Qué quiere entonces? –una sonrisa forzada atravesó mis labios mientras mis ojos se cristalizaban-.

- Verte –dijo Se Hun, como si fuera lo más normal del mundo-.

- No puedo... tengo cosas que hacer –excusé-.

El día de mi muerte (Luhan y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora