7

9 1 0
                                    

Quien hubiera imaginado que la pequeña cabaña ocultaba bajo ella, un enorme taller de trabajo. El final de las escaleras terminaba en una enorme sala donde en el centro de ella se encontraba una enorme mesa de madera. El lugar era increíble, al fondo de la habitación se hallaban 2 enormes libreros que ocupaban toda la inmensidad de la pared, a los lados de encontraba la colección de muñecos sirvientes desde el primer modelo hasta el más nuevo, al parecer Namjoon mantenía desactivado a cada uno para poder estudiarlo, era magnífico.

Los 3 hombres rodearon la mesa, el mayor de todos se posicionó tras ella, dirigiendo una mirada a Jimin, sin decir nada el rubio subió sobre la mesa mientras se quitaba su camisa, dejando su espalda a la vista de Namjoon, este abrió nuevamente la escotilla y revisó cada cable y válvula, como Hoseok habia hecho tiempo atrás, sin descubrir nada fuera de lo común, solo dejaba la posibilidad de que su potenciador este fallando,lentamente cerro la escotilla.
Jungkook miraba todo con ojos de halcón mientras se mordia las uñas, un mal hábito del adolescente.

Él rubio se levanto de la mesa mientras volvía a colocarse su camisa-Bien...no hay nada que hacer-Namjoon dijo mientras se limpiaba las manos engrasadas en un viejo trapo.

-¿Qué?- Jungkook estaba en shock la única posibilidad de que Jimin se mantuviera con vida era Namjoon y este decía que ya no había esperanzas para el rubio.

-Chico...-

-Jungkook-

-Jungkook mira, el modelo de Jimin fue uno de los que menos ventas tuvo, ¿por que harían más si fue todo un fracasó? Destruyeron todas las versiones de ese modelo, solo 2 permanecieron con vida Jimin y el modelo principal Seokjin.- Namjoon observó durante unos segundos los ojos húmedos de Jungkook y luego al rubio quien se encontraba apoyado en un extremo de la mesa, mirando a su amo con algo parecido a pena. Namjoon habia visto esa expresión solo una vez en su vida, era imposible que los sirvientes tuvieran sentimientos...y esa fue la causa por la cual acabaron con cada uno de las versiones iguales a Jimin.

Namjoon volvió a mirar al pequeño frente a él, Jungkook se abrazaba a si mismo mientras mantenía su vista en dirección al suelo dejando salir pequeños sollozos casi inaudibles.

Namjoon soltó una largo y pesado suspiró, caminó en dirección a las estanterías buscando un libro en concreto.

El peli negro no sabía ya que hacer, las posibilidades se agotaron, durante el viaje hacía la pequeña cabaña pensó en hablar con su padre, después de todo era quien invento los muñecos ayudantes, pero Jungkook nunca vio a su padre trabajar con alguno de ellos, nunca vio como eran construidos o si quiera reparado. Ahora con sus 16 años sigue sin entender como su padre crea a los muñcos, pero de algo esta seguro y es que Jeon Dong-yul no tiene ninguna de las versiones anteriores, ¿Y como lo supo? El manor siempre lo escuchaba hablar con alguien para que exterminara las versiones más antiguas. Por esa razón era imposible que su padre ayudara.

Jungkook se encontraba tan enfrascado en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando Namjoon dejo caer sobre la mesa un gran libro tapizado de rojo. Jungkook miro al hombre sin entender, el mayor abrio el libró y señalo una página en concreto.

-Sonara absurdo pero es la única manera que nos queda-

Jimin miro al mayor, sabía que se traía algo entre manos.

-Haré lo que sea- Jungkook estaba desesperado. Al oir tales palabras Namjoon sonrió de una forma cínica.

Sin duda Namjoon traía algo entre manos.

~Averiado~JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora