Casados por conveniencia | Jimin y tú

"Maldito Park Ji Min"

Capítulo 6: "Maldito Park Ji Min".

—¿Estás bien de la cabeza? ¿Te caíste o qué? —Preguntó desconfiado.

—Anieyo. Estoy sana —respondí sonriente.

Exhalo irónico.

—Sí cómo no.

Tomaba mi taza de café caliente incomoda en presencia de él.

—Mañana volveré a Corea.

—Iré contigo —respondí rápido.

—Y pues sí, eres mi "esposa". —Hizo comillas.

—¿Qué te sorprende?

—¿Ah?

—Sí. Me odias, pero aun así estoy contigo.

—No, no te odio. Me caes de la patada que es distinto.

Reí.

—¿No es lo mismo?

—Calladita se ve mejor.

—Es que yo ya soy hermosa. —Sonreí.

El móvil de Jimin vibró. Vio el respectivo mensaje y rodeó los ojos.

—¿Qué?

—Mi padre hizo una reservación en un restaurante —comentó.

—¿Cuál de todas llevarás? —Pregunté de mal humor.

—La que está sentada en frente mío —dijo mirando a otro lado.

«Eso no lo vi venir», pensé.

—Qué pena, yo iba a llevar a un chico que conocí —mentí para verme importante.

—Hazlo —respondió sin más.

«*Cara de poker face modo on*»

—No, mejor no invites a ningún chango —comentó retractándose.

—¿Ah? —Fruncí el ceño—. ¿Acaso estás celoso?

—No lo malinterpretes.

—Si los míos son changos, los tuyos son fiona, querido —ataque.

—Le bajas dos rayitas, abejita.

Solté un gestó de fastidió. Era tan patético.

—Jimin, deberías denunciar al médico que te examinó de chico.

—¿Por qué?

—Lo digo porque te caíste de la cuna cuando eras un niñito —reí burlona.

—¡YAAH! ¡¿Cómo sabes eso?!

—Contactos —miré mis uñas.

—Aish. Mejor me iré a tomar algo.

—Voy contigo. —Me levanté dejando dinero.

—Acabas de tomar café.

—¿Y?

—Lo que quiero decir, es que me dejes sólo, dicho indirectamente —ladeo una sonrisa, dando pasos adelanté.

Lo seguí sin importarme.

—¡_____! —Levantó la voz molestó.

—¿Qué? Quiero tomar algo.

—De verdad... —Se resignó sin más y nos dirigimos a un bar.

«Odio tomar tan temprano. Son las 7 de la tarde ¿Por qué le sigo el juego? ¿Tan sola estoy?», pensé.